APÉNDICE AL RITUAL DE LOS SACRAMENTOS
BENDICIONES
Contenido:
Ritual de las principales bendiciones:
del agua.
de una imagen.
de las casas en el Tiempo Pascual.
de las casas fuera del Tiempo Pascual.
de una escuela.
de todas las cosas.
de una bandera
de un vehículo.
de las cosechas.
de un busto o de una placa.
de las velas.
del pan.
del escapulario de la Virgen del Carmen e imposición.
RITUAL DE LAS PRINCIPALES BENDICIONES
Bendición del agua
Señor, Dios todopoderoso, que eres la fuente y el principio de la vida del cuerpo y del espíritu,
dígnate bendecir + esta agua que vamos a utilizar con fe para implorar el perdón de
nuestros pecados y para alcanzar la protección de tu gracia contra todas las enfermedades y asechanzas del enemigo.
Concédenos, Señor, por medio de tu misericordia, que el agua viva nos sirva siempre de salvación,
para que podamos acercarnos a ti con un corazón limpio y evitemos todo mal de alma y cuerpo.
Por Jesucristo nuestro Señor.
R. Amén.
Mt. 5, 1-10 o Mt. 5, 13-16.
Salmo 1.
C.
Bendición de las casas en el Tiempo Pascual
Lc. 19, 1-10 o Lc. l0, 38-42.
Salmo 126 o 127.
C. Paz a esta casa.
P. Y a todos sus moradores.
El celebrante hace la aspersión con agua bendita.
He visto el agua que brota del lado derecho del Templo, aleluia,
y todos aquéllos a quienes alcanzó esta agua, han sido salvados y dicen: aleluia, aleluia.
Alabad al Señor, porque es bueno, porque su misericordia permanece para siempre. Gloria.
He visto el agua que brotada del lado derecho del Templo, aleluia,
y todos aquéllos a quienes alcanzó esta agua, han sido salvados y dicen: aleluia, aleluia.
C. Muéstranos, Señor, tu misericordia, aleluia.
P. y danos tu Salvación, aleluia.
C. Señor, escucha mi oración.
P. Y llegue a ti mi clamor.
C. El Señor esté con vosotros.
P. y con tu espíritu.
C. Oremos.
Se hace un momento de oración silenciosa.
Escúchanos, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno, tú, que al salir los
israelitas de Egipto, preservaste del Ángel exterminador las casas que estaban
señaladas con la sangre del cordero, como una figura de nuestra Pascua, en la
que se inmoló Cristo. Dígnate enviar desde el Cielo a tu santo Angel para que
guarde. anime, proteja. asista y defienda a todos los que viven en esta casa.
Te lo pedimos por el mismo Cristo, nuestro Señor.
P. Amén.
Se recita el Padre nuestro.
Bendición de las casas fuera del Tiempo Pascual
I
Lc. 18, 1-10 o Lc. 10, 38-42.
Salmo 126 o 127.
C. Paz a esta casa.
P. y a todos sus moradores.
El celebrante hace la aspersión con agua bendita.
Rocíame, Señor, y quedaré limpio; lávame y quedaré más blanco que la nieve.
Ten piedad de mí, Señor, según tu gran misericordia. Gloria.
Rocíame, Señor, y quedaré limpio; lávame y quedaré más blanco que la nieve.
C. Señor, escucha mi oración.
P. y llegue a ti mi clamor.
C. El Señor esté con vosotros.
P. y con tu espíritu.
C. Oremos.
Se hace un momento de oración silenciosa.
Escúchanos, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno,
y dígnate enviar desde el Cielo a tu santo Ángel para que guarde, anime,
proteja, asista y defienda a todos los que viven en esta casa.
Te lo pedimos por Cristo, nuestro Señor.
P. Amén.
Se recita el Padre nuestro.
II
Lc. 18, 1-10 o Lc. 10, 38-42.
Salmo 126 o 127.
C. Nuestra ayuda está en el Nombre del Señor.
P. Que hizo el cielo y la tierra.
C. El Señor esté con vosotros.
P. y con tu espíritu.
C. Oremos.
Se hace un momento de oración silenciosa.
Dios, Padre todopoderoso, humildemente te pedimos por esta casa,
por los que viven en ella y por sus cosas, para que te dignes bendecirla,
santificarla y enriquecerla con toda clase de bienes. Concédeles, Señor,
la abundancia del rocío celestial y el alimento que brota de la tierra fértil,
y lleva misericordiosamente a término todos sus deseos. Bendice
+ y santifica esta casa por medio de nuestra entrada,
como te dignaste bendecir la casa de Abraham, de Isaac y de Jacob, y que dentro de
sus muros habiten los ángeles de tu luz y la protejan junto con sus moradores.
Te lo pedimos por Cristo, nuestro Señor.
P. Amén.
El celebrante hace la aspersión con agua bendita.
Se recita el Padre nuestro.
Lc. 18, 15-17 o Lc. 2, 41-52.
Salmo 118.
C. Paz a esta casa.
P. y a todos sus moradores.
C. Nuestra ayuda está en el Nombre del Señor.
P. Que hizo el cielo y la tierra.
C. El Señor esté con vosotros.
P. y con tu espíritu.
C. Oremos.
Se hace un momento de oración silenciosa.
Señor Jesucristo, que mandaste a tus Apóstoles invocar la paz sobre las casas
donde entraran: te pedimos que por medio de nuestro ministerio, santifiques esta casa destinada
a la educación de los niños. (o de los jóvenes).
Derrama sobre esta escuela la abundancia de tu bendición + y de tu paz,
para que descienda la salvación sobre estos niños (o
jóvenes), como descendió sobre la casa de Zaqueo cuando tú entraste en ella.
Llena a los maestros del Espíritu de ciencia, de sabiduría, y de tu santo temor, y protege a los alumnos
con la gracia celestial, de manera que comprendan con la inteligencia lo que se les enseña para su provecho,
y conservándolo en su corazón, lo practiquen con sus obras. Que todos los que pertenecen a esta escuela,
te agraden con toda clase de virtudes, y así merezcan ser recibidos en la casa eterna del Cielo.
Lo pedimos por ti, Jesucristo, Señor del mundo, que vives y reinas por los siglos de los siglos.
P. Amén.
El celebrante hace la aspersión con agua bendita.
Se recita el Padre nuestro.
Mt. 6, 19-21 o Mt. 13, 44-45.
Salmo 15 o 148.
C. Nuestra ayuda está en el Nombre del Señor.
P. Que hizo el cielo y la tierra.
C.
El Señor esté con vosotros.
P. Y con tu espíritu.
C.
Oremos.
Se hace un momento de oración silenciosa.
Señor, que con tu Palabra santificas todas las cosas, derrama tu bendición
+ sobre este objeto, y por la invocación de tu santísimo Nombre,
concede la salud del cuerpo y la protección del alma a todos aquéllos que, dándote gracias,
hagan uso de él, de acuerdo con tu Ley y conforme a tu voluntad.
Te lo pedimos por Cristo, nuestro Señor.
P. Amén.
El celebrante hace la aspersión con agua bendita.
Se recita el Padre nuestro.
Bendición de una bandera
(para uso privado)
Cristo Jesús, en ti la Patria espera
(según las circunstancias)
C. Nuestra ayuda está en el Nombre del Señor.
P. Que hizo el cielo y la tierra.
C. El Señor esté con vosotros.
P. y con tu espíritu.
C. Oremos.
Oh Señor Jesucristo, de quien la Iglesia es como un ejército ordenado,
bendice + esta bandera, para que todos los que militan
bajo su sombra, puedan verse libres de los enemigos visibles e invisibles, y luego
de esta victoria merezcan triunfar en el cielo.
Señor Dios omnipotente: Te rogamos bendigas +
esta bandera de nuestra Patria Argentina y que nos concedas la gracia de que al mirarla,
ella nos recuerde siempre que nuestro deber primordial como argentinos, es servir alegres
y valientemente al bien común de nuestra familia argentina, en la unidad y en la paz que
simboliza y representa.
Que vives y reinas por los siglos de los siglos.
P. Amén.
Rocía la bandera con agua bendita.
Recemos la Oración que nos enseñara Jesucristo nuestro Señor:
Padre nuestro ...
Jn. 14, 1-8.
Salmo 120.
C. Nuestra ayuda está en el Nombre del Señor.
P. Que hizo el cielo y la tierra.
C. El Señor esté con vosotros.
P. y con tu espíritu.
C. Oremos.
Se hace un momento de oración silenciosa.
Señor, escucha con bondad nuestras súplicas, y bendice
+ este vehículo con tu santo poder.
Confíalo a tus santos ángeles para que salven y defiendan de todos
los peligros a cuantos van a viajar en él. Muéstrales el camino de la salvación,
como otorgaste la fe y la gracia, por medio de tu servidor. Felipe, a aquel
hombre que iba sentado en su vehículo y leía las palabras sagradas. Concédeles
finalmente que, practicando siempre las buenas obras con la ayuda de tu gracia,
después de todas las vicisitudes del camino de esta vida, merezcan conseguir los
gozos eternos.
Te lo pedimos por Cristo, nuestro Señor.
P. Amén.
El celebrante hace la aspersión con agua bendita.
Se recita el Padre nuestro.
Lc. 8, 4-15 o Jn. 15, 1-8.
Salmo 64.
C. Nuestra ayuda está en el Nombre del Señor.
P. Que hizo el cielo y la tierra.
C. El Señor esté con vosotros.
P. Y con tu espíritu.
C. Oremos.
Se hace un momento de oración silenciosa.
Dios todopoderoso, imploramos tu piedad, para que derrames el rocío de tu bendición
+ sobre estas primicias de la tierra, que has hecho crecer por la
acción del aire y de la lluvia, y lleves estos frutos a su plena madurez. Ayuda a tu Pueblo para
que siempre pueda darte gracias por tus beneficios, y llena con la abundancia de tus bienes el
alma de aquéllos que esperan alimentarse con los productos de la tierra, de manera que el pobre
y el hambriento alaben tu glorioso Nombre.
Te lo pedimos por Cristo, nuestro Señor.
P. Amén.
El celebrante hace la aspersión con agua bendita.
Se recita el Padre nuestro.
Bendición de un busto o de una placa
1 Cor. 13, 1-3 (Himno de la Caridad) o Col. 3. 12-15 (Exhortación a la caridad).
C. Nuestra ayuda está en el Nombre del Señor.
P. Que hizo el cielo y la tierra.
C. El Señor esté con vosotros.
P. y con tu espíritu.
C. Oremos.
Señor Dios todopoderoso: te rogamos bendigas esta placa
(este busto), que
recuerda a N. N.
y concédenos la gracia de tener siempre presente que nuestro deber primordial
como argentinos es servir gozosa y valerosamente al bien común de nuestra
familia argentina, y así de este modo, sirviendo los altos intereses de la
Patria de esta tierra, logremos llegar a la felicidad de la Patria eterna del
cielo que tú prometiste a tus fieles servidores.
Te lo pedimos por Jesucristo nuestro Señor.
P. Amén.
El celebrante hace la aspersión con agua bendita.
Como hijos de Dios, siguiendo las enseñanzas de Jesús, rezamos confiadamente:
Padre nuestro ...
Bendición de las velas
(en el día de san Blas, obispo y mártir)
C. Nuestra ayuda nos viene del Señor.
P. Que hizo el cielo y la tierra.
C. El Señor esté con vosotros.
P. y con tu espíritu.
C. Oremos.
Omnipotente y amabilísimo Dios, que creaste la diversidad de todas las cosas del
mundo solamente para tu Hijo, y que quisiste que tu mismo Hijo se encarnara para
la Redención. Tú, que eres grande e inmenso, digno de toda reverencia y
alabanza, que haces cosas admirables; para confesar cuya fe el glorioso mártir y
pontífice san Blas, no temiendo la diversidad de los tormentos, consiguió
felizmente la palma del martirio: y que al mismo Santo, entre otras gracias, le
diste esta prerrogativa: que por tu poder curara cualquier mal de la garganta;
rogamos humildemente a tu Majestad, que no mires nuestras culpas, sino aplacado
por los ruegos y méritos de san BIas, te dignes bendecir + y santificar por tu
admirable piedad estas candelas, infundiéndoles tu gracia; a fin de que todos
aquellos a quienes les fueran aplicadas por su buena fe, en su garganta, se vean
libres de cualquier mal de la misma por los méritos de su pasión y alegres y
sanos te rindan en la Iglesia acciones de gracias y alaben tu glorioso Nombre,
que es bendito por los siglos de los siglos.
Por Jesucristo nuestro Señor.
P. Amén.
y se rocían con agua bendita.
Luego las aplica (sin encenderlas) a las gargantas de cada uno de los fieles
mientras dice:
Que por la intercesión de san Blas, obispo y mártir, te libre Dios de todo mal
de la garganta y de qualquier otro mal. En el nombre del Padre, y del Hijo
+ y
del Espíritu Santo.
R. Amén.
Salmo 22 (1-3): El Señor es mi Pastor.
Ev. de san Juan 6, 1-15 o de san Mateo 4, 1-4.
C. Nuestra ayuda está en el Nombre del Señor.
P. Que hizo el cielo y la tierra.
C. El Señor esté con vosotros.
P. y con tu espíritu.
C. Oremos.
Señor Jesucristo, pan de los Ángeles, pan vivo de vida eterna, dígnate bendecir
+ este pan, así como bendijiste cinco panes en el desierto; para que cuantos
gustaren de él, perciban la salud del cuerpo y del alma.
Que vives y reinas por los siglos de los siglos.
P. Amén.
o bien:
Te rogamos, Señor, quieras bendecir +
este pan, para que sea salud del alma y del cuerpo y defensa contra todas las
enfermedades y asechanzas del enemigo para cuantos lo temen.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, pan vivo bajado del cielo,
que da vida y salud al mundo y contigo vive y reina en la unidad del Espíritu Santo,
y es Dios, por los siglos de los siglos.
P. Amén.
El celebrante hace la aspersión con agua bendita.
Se recita el Padre nuestro.
Bendición e imposición
del Escapulario de la Virgen del Carmen
El sacerdote con sobrepelliz y estola blanca, o por lo menos con estola, dice;
C. Muéstranos, Señor, tu misericordia.
P. y danos tu salvación.
C. Señor, escucha mi oración.
P. y llegue a ti mi clamor.
C. El Señor esté con vosotros.
P. y con tu espíritu.
C. Oremos.
Señor nuestro Jesucristo, Salvador del género humano,
+ santifica este hábito que tu siervo(a)
ha resuelto llevar por amor a ti y a tu santísima Madre, la Virgen María del Monte Carmelo.
Que por la intercesión de esta misma Señora sea defendido(a)
de los ataques del enemigo y persevere en tu gracia hasta la muerte.
Tú que vives y reinas, por los siglos de los siglos.
P. Amén.
Rocía con agua bendita los escapularios y al imponerlos dice a cada uno:
Recibe este hábito bendito, suplicándole a la santísima Virgen que por sus méritos puedas
llevarlo sin mancha, te defienda de toda adversidad y te conduzca a la Vida eterna.
P. Amén.
Terminada la imposición dice:
Yo, por el poder que me ha sido concedido, te hago partícipe de todos los bienes que,
con la cooperación de la misericordia de Jesucristo nuestro Señor, propagan los religiosos del Monte
Carmelo. En el nombre del Padre y del Hijo + y del Espíritu Santo.
P. Amén.