DEL SANTÍSIMO NOMBRE DE JESÚS
Primeras lecturas del Antiguo Testamento
1
Yo soy el que soy.
Éste es mi nombre para siempre
Lectura del libro del Éxodo 3, 11-15
Moisés después de oír la voz del Señor que le hablaba desde la zarza, le dijo:
«¿Quién soy yo para presentarme ante el Faraón y hacer salir de Egipto a los
israelitas?»
«Yo estaré contigo, le dijo Dios, y esta es la señal de que soy yo el que te
envía: después que hagas salir de Egipto al pueblo, ustedes darán culto a Dios
en esta montaña.»
Moisés dijo a Dios: «Si me presento ante los israelitas y les digo que el Dios
de sus padres me envió a ellos, me preguntarán cuál es su nombre. Y entonces,
¿qué les responderé?»
Dios dijo a Moisés: «Yo soy el que soy.» Luego añadió: «Tú hablarás así a los
israelitas: "Yo soy" me envió a ustedes.» Y continuó diciendo a Moisés: «Tú
hablarás así a los israelitas: El Señor, el Dios de sus padres, el Dios de
Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob, es el que me envía. Este es mi
nombre para siempre y así será invocado en todos los tiempos futuros.»
Palabra de Dios.
Alabaré tu nombre sin cesar
Lectura del libro del Eclesiástico 8-12
Me acordé de tu misericordia, Señor, y de tus acciones desde los tiempos
remotos, porque tú libras a los que esperan en ti y los salvas de las manos de
sus enemigos. Yo hice subir desde la tierra mi oración, rogué para ser
preservado de la muerte.
Invoqué al Señor, padre de mi Señor: «No me abandones en el día de la aflicción,
en el tiempo de los orgullosos, cuando estoy desamparado. Alabaré tu Nombre sin
cesar y te cantaré en acción de gracias.»
Y mi plegaria fue escuchada: tú me salvaste de la perdición y me libraste del
trance difícil. Por eso te daré gracias y te alabaré, y bendeciré el nombre del
Señor.
Palabra de Dios.
Primeras lecturas del Nuevo Testamento
durante el tiempo pascual
1
En el nombre de Jesús, levántate y camina
Lectura de los Hechos de los apóstoles 3, 1-10
En una ocasión,
Pedro y Juan subían al Templo para la oración de la tarde. Allí encontraron a un
paralítico de nacimiento, que ponían diariamente junto a la puerta del Templo
llamada «la Hermosa», para pedir limosna a los que entraban. Cuando él vio a
Pedro y a Juan entrar en el Templo, les pidió una limosna.
Entonces Pedro, fijando la mirada en él, lo mismo que Juan, le dijo: «Míranos.»
El hombre los miró fijamente esperando que le dieran algo. Pedro le dijo: «No
tengo plata ni oro, pero te doy lo que tengo: en el nombre de Jesucristo de
Nazaret, levántate y camina.»
Y tomándolo de la mano derecha, lo levantó; de inmediato, se le fortalecieron
los pies y los tobillos. Dando un salto, se puso de pie y comenzó a caminar; y
entró con ellos en el Templo, caminando, saltando y glorificando a Dios.
Toda la gente lo vio caminar y alabar a Dios. Reconocieron que era el mendigo
que pedía limosna sentado a la puerta del Templo llamada «la Hermosa», y
quedaron asombrados y llenos de admiración por lo que le había sucedido.
Palabra de Dios.
2
No existe otro Nombre
por el cual podamos alcanzar la salvación
Lectura de los Hechos de los apóstoles 4, 8-12
En aquellos días:
Pedro, lleno del Espíritu Santo, dijo: «Jefes del pueblo y ancianos, ya que hoy
se nos pide cuenta del bien que hicimos a un enfermo y de cómo fue curado, sepan
ustedes y todo el pueblo de Israel: este hombre está aquí sano delante de
ustedes por el nombre de nuestro Señor Jesucristo de Nazaret, al que ustedes
crucificaron y Dios resucitó de entre los muertos.
El es la piedra que ustedes, los constructores, han rechazado, y ha llegado a
ser la piedra angular. Porque no existe bajo el cielo otro Nombre dado a los
hombres, por el cual podamos alcanzar la salvación.»
Palabra de Dios.
3
Los apóstoles salieron,
dichosos de haber sido considerados dignos de padecer
por el Nombre de Jesús
Lectura de los Hechos de los apóstoles 5, 27-32. 40b-42
Cuando los Apóstoles fueron llevados al Sanedrín, el Sumo Sacerdote les dijo:
«Nosotros les habíamos prohibido expresamente predicar en ese Nombre, y ustedes
han llenado Jerusalén con su doctrina. ¡Así quieren hacer recaer sobre nosotros
la sangre de ese hombre!»
Pedro, junto con los Apóstoles, respondió: «Hay que obedecer a Dios antes que a
los hombres. El Dios de nuestros padres ha resucitado a Jesús, al que ustedes
hicieron morir suspendiéndolo del patíbulo. A él, Dios lo exaltó con su poder,
haciéndolo Jefe y Salvador, a fin de conceder a Israel la conversión y el perdón
de los pecados. Nosotros somos testigos de estas cosas, nosotros y el Espíritu
Santo que Dios ha enviado a los que le obedecen.»
Después de hacerlos azotar, les prohibieron hablar en el nombre de Jesús y los
soltaron. Los Apóstoles, por su parte, salieron del Sanedrín, dichosos de haber
sido considerados dignos de padecer por el nombre de Jesús. Y todos los días,
tanto en el Templo como en las casas, no cesaban de enseñar y de anunciar la
Buena Noticia de Cristo Jesús.
Palabra de Dios.
Salmos responsoriales
1 SALMO Is 12, 2-6
R. ¡Den gracias al Señor, invoquen su Nombre!
Este es el Dios de mi salvación:
yo tengo confianza y no temo,
porque el Señor es mi fuerza y mi protección;
Él fue mi salvación. R.
Den gracias al Señor,
invoquen su Nombre,
anuncien entre los pueblos sus proezas,
proclamen qué sublime es su Nombre. R.
Canten al Señor porque ha hecho algo grandioso:
¡que sea conocido en toda la tierra!
¡Aclama y grita de alegría, habitante de Sión,
porque es grande en medio de ti
el Santo de Israel! R.
2 SALMO 112, 1-6
R. ¡Bendito sea el nombre del Señor para siempre!
Alaben, servidores del Señor,
alaben el nombre del Señor.
Bendito sea el nombre del Señor,
desde ahora y para siempre. R.
Desde la salida del sol hasta su ocaso,
sea alabado el nombre del Señor.
El Señor está sobre todas las naciones,
su gloria se eleva sobre el cielo. R.
¿Quién es como el Señor, nuestro Dios,
que tiene su morada en las alturas,
y se inclina para contemplar
el cielo y la tierra? R.
Segundas lecturas del Nuevo Testamento
1
Junto con todos aquellos
que invocan el nombre de Jesucristo, nuestro Señor
Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo
a los cristianos de Corinto 1, 1-3
Pablo, llamado a ser Apóstol de Jesucristo por la voluntad de Dios, y el hermano
Sóstenes, saludan a la Iglesia de Dios que reside en Corinto, a los que han sido
santificados en Cristo Jesús y llamados a ser santos, junto con todos aquellos
que en cualquier parte invocan el nombre de Jesucristo, nuestro Señor, Señor de
ellos y nuestro.
Llegue a ustedes la gracia y la paz que proceden de Dios, nuestro Padre, y del
Señor Jesucristo.
Palabra de Dios.
2
Le dio el nombre que está sobre todo nombre
Lectura de la carta del apóstol san Pablo
a los cristianos de Filipos 2, 6-11
Jesucristo, que era de condición divina, no consideró esta igualdad con Dios
como algo que debía guardar celosamente: al contrario, se anonadó a sí mismo,
tomando la condición de servidor y haciéndose semejante a los hombres. Y
presentándose con aspecto humano, se humilló hasta aceptar por obediencia la
muerte y muerte de cruz.
Por eso, Dios lo exaltó y le dio el Nombre que está sobre todo nombre, para que
al nombre de Jesús, se doble toda rodilla en el cielo, en la tierra y en los
abismos, y toda lengua proclame para gloria de Dios Padre: «Jesucristo es el
Señor.»
Palabra de Dios.
3
Háganlo todo en Nombre del Señor Jesús
Lectura de la carta del apóstol san Pablo
a los cristianos de Colosas 3, 12-17
Hermanos:
Como elegidos de Dios, sus santos y amados, revístanse de sentimientos de
profunda compasión. Practiquen la benevolencia, la humildad, la dulzura, la
paciencia. Sopórtense los unos a los otros, y perdónense mutuamente siempre que
alguien tenga motivo de queja contra otro. El Señor los ha perdonado: hagan
ustedes lo mismo. Sobre todo, revístanse del amor, que es el vínculo de la
perfección.
Que la paz de Cristo reine en sus corazones: esa paz a la que han sido llamados,
porque formamos un solo Cuerpo. Y vivan en la acción de gracias.
Que la Palabra de Cristo resida en ustedes con toda su riqueza. Instrúyanse en
la verdadera sabiduría, corrigiéndose los unos a los otros. Canten a Dios con
gratitud y de todo corazón salmos, himnos y cantos inspirados. Todo lo que
puedan decir o realizar, háganlo siempre en nombre del Señor Jesús, dando
gracias por él a Dios Padre.
Palabra de Dios.
Aleluia y Aclamaciones antes del Evangelio
1 Sal 95, 2
¡Canten al Señor, bendigan su nombre,
día tras día, proclamen su victoria!
2 Dn 3, 52b
¡Bendito sea tu santo y glorioso Nombre,
alabado y exaltado eternamente!
EVANGELIOS
1
Le pondrás el nombre de Jesús
+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo 1, 18-25
Éste fue el origen de Jesucristo:
María, su madre, estaba comprometida con José y, cuando todavía no han vivido
juntos, concibió un hijo por obra del Espíritu Santo. José, su esposo, que era
un hombre justo y no quería denunciarla públicamente, resolvió abandonarla en
secreto.
Mientras pensaba en esto, el Angel del Señor se le apareció en sueños y le dijo:
«José, hijo de David, no temas recibir a María, tu esposa, porque lo que ha sido
engendrado en ella proviene del Espíritu Santo. Ella dará a luz un hijo, a quien
pondrás el nombre de Jesús, porque él salvará a su Pueblo de todos sus pecados.»
Todo esto sucedió para que se cumpliera lo que el Señor había anunciado por el
Profeta: La Virgen concebirá y dará a luz un hijo a quien pondrán el nombre de
Emanuel, que traducido significa: «Dios con nosotros.»
Al despertar, José hizo lo que el Angel del Señor le había ordenado: llevó a
María a su casa, y sin que hubieran hecho vida en común, ella dio a luz un hijo,
y él le puso el nombre de Jesús.
Palabra del Señor.
2
Se le puso el nombre de Jesús
+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas 2, 16-21
Los pastores fueron rápidamente y encontraron a María, a José, y al recién
nacido acostado en el pesebre. Al verlo, contaron lo que habían oído decir sobre
este niño, y todos los que los escuchaban quedaron admirados de lo que decían
los pastores.
Mientras tanto, María conservaba estas cosas y las meditaba en su corazón. Y los
pastores volvieron, alabando y glorificando a Dios por todo lo que habían visto
y oído, conforme al anuncio que habían recibido.
Ocho días después, llegó el tiempo de circuncidar al niño y se el puso el nombre
de Jesús, nombre que le había sido dado por el Angel antes de su concepción.
Palabra del Señor.
3
Si pedís algo en mi Nombre, Yo lo haré
+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Juan 14, 6-14
Jesús dijo a Tomás:
"Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida. Nadie va al Padre, sino por mí. Si
ustedes me conocen, conocerán también a mi Padre. Ya desde ahora lo conocen y lo
han visto".
Felipe le dijo: "Señor, muéstranos al Padre y eso nos basta".
Jesús le respondió: "Felipe, hace tanto tiempo que estoy con ustedes, ¿y todavía
no me conocen?. El que me ha visto, ha visto al Padre. ¿Como dices: "Muéstranos
al Padre"? ¿No crees que yo estoy en el Padre y que el Padre está en mí?
Las palabras que digo no son mías: el Padre que habita en mí es el que hace las
obras.
Créanme: yo estoy en el Padre y el Padre está en mí. Créanlo, al menos, por las
obras.
Les aseguro que el que cree en mí hará también las obras que yo hago, y aún
mayores, porque yo me voy al Padre. Y yo haré todo lo que ustedes pidan en mi
Hombre, para que el Padre sea glorificado en el Hijo. Si ustedes me piden algo
en mi Nombre, yo lo haré.
Palabra del Señor.