TIEMPO DURANTE EL AÑO - "A"

DOMINGO NOVENO

Yo pongo delante de ustedes
una bendición y una maldición

Lectura del libro del Deuteronomio     11, 18. 26-28. 32
 
    Moisés habló al pueblo y le dijo:
    Graben estas palabras en lo más íntimo de su corazón. Átenlas a sus manos como un signo, y que sean como una marca sobre su frente.
    Yo pongo hoy delante de ustedes una bendición y una maldición.
    Bendición, si obedecen los mandamientos del Señor, su Dios, que hoy les impongo.
    Maldición, si desobedecen esos mandamientos y se apartan del camino que yo les señalo, para ir detrás de dioses extraños, que ustedes no han conocido.
    Cumplan fielmente todos los preceptos y leyes que hoy les impongo.
 
Palabra de Dios.
 
 
SALMO    
Sal 30, 2-4. 17. 25 (R.: 3b)
 
R.
Señor, sé para mí una roca protectora.
 
Yo me refugio en ti, Señor,
¡que nunca me vea defraudado!
Líbrame, por tu justicia; inclina tu oído hacia mí
y ven pronto a socorrerme. R.
 
Sé para mí una roca protectora,
un baluarte donde me encuentre a salvo,
porque Tú eres mi Roca y mi baluarte:
por tu Nombre, guíame y condúceme. R.
 
Que brille tu rostro sobre tu servidor,
sálvame por tu misericordia.
Sean fuertes y valerosos,
todos los que esperan en el Señor. R.

El hombre es justificado por la fe,
sin las obras de la Ley

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los cristianos de Roma     3, 20-25a. 28
 
    Hermanos:
    A los ojos de Dios, nadie será justificado por las obras de la Ley, Ya que la Ley se limita a hacernos conocer el pecado. Pero ahora, sin la Ley, se ha manifestado la justicia de Dios atestiguada por la Ley y los Profetas: la justicia de Dios, por la fe en Jesucristo, para todos los que creen.
    Porque no hay ninguna distinción: todos han pecado y están privados de la gloria de Dios, pero son justificados gratuitamente por su gracia, en virtud de la redención cumplida en Cristo Jesús. Él fue puesto por Dios como instrumento de propiciación por su propia sangre, gracias a la fe.
    Porque nosotros estimamos que el hombre es justificado por la fe, sin las obras de la Ley.
 
Palabra de Dios.
 
 
ALELUIA    
Jn 15, 5
 
Aleluia.
«Yo soy la vid, ustedes los sarmientos.
El que permanece en mí, y Yo en él, da mucho fruto»,
dice el Señor.
Aleluia.
 
 
EVANGELIO

La casa edificada sobre roca
y la casa edificada sobre arena

+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo     7, 21-27
 
    Jesús dijo a sus discípulos:
    No son los que me dicen: «Señor, Señor», los que entrarán en el Reino de los Cielos, sino los que cumplen la voluntad de mi Padre que está en el cielo.
    Muchos me dirán en aquel día: «Señor, Señor, ¿acaso no profetizamos en tu Nombre? ¿No expulsamos a los demonios e hicimos muchos milagros en tu Nombre?»
    Entonces yo les manifestaré: «Jamás los conocí; apártense de mí, ustedes, los que hacen el mal».
    Así, todo el que escucha las palabras que acabo de decir y las pone en práctica, puede compararse a un hombre sensato que edificó su casa sobre roca. Cayeron las lluvias, se precipitaron los torrentes, soplaron los vientos y sacudieron la casa; pero esta no se derrumbó porque estaba construida sobre roca.
    Al contrario, el que escucha mis palabras y no las practica, puede compararse a un hombre insensato, que edificó su casa sobre arena. Cayeron las lluvias, se precipitaron los torrentes, soplaron los vientos y sacudieron la casa: esta se derrumbó, y su ruina fue grande.
 
Palabra del Señor.