21 de enero
Santa Inés
virgen y mártir
Memoria
Dios eligió lo que el mundo tiene por débil
Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los cristianos de Corinto
1, 26-31
Hermanos, tengan en cuenta quiénes son los que han sido llamados: no hay entre ustedes muchos sabios,
hablando humanamente, ni son muchos los poderosos ni los nobles.
Al contrario, Dios eligió lo que el mundo tiene por necio, para confundir a los sabios; lo que el mundo
tiene por débil, para confundir a los fuertes; lo que es vil y despreciable y lo que no vale nada, para
aniquilar a lo que vale. Así, nadie podrá gloriarse delante de Dios.
Por él, ustedes están unidos a Cristo Jesús, que por disposición de Dios, se convirtió para nosotros en
sabiduría y justicia, en santificación y redención, a fin de que, como está escrito: «El que se gloría,
que se gloríe en el Señor.»
Palabra de Dios.
SALMO Sal 39, 2. 4ab. 7-10
R. Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad.
Esperé confiadamente en el Señor:
él se inclinó hacia mí
y escuchó mi clamor.
Puso en mi boca un canto nuevo,
un himno a nuestro Dios. R.
Tú no quisiste víctima ni oblación;
pero me diste un oído atento;
no pediste holocaustos ni sacrificios,
entonces dije: «Aquí estoy.» R.
«En el libro de la Ley está escrito
lo que tengo que hacer:
yo amo. Dios mío, tu voluntad,
y tu ley está en mi corazón.» R.
Proclamé gozosamente tu justicia
en la gran asamblea;
no, no mantuve cerrados mis labios,
tú lo sabes, Señor. R.
ALELUIA Jn 15, 9b. 5b
Dice el Señor:
Permanezcan en mi amor;
el que permanece en mí, y yo en él, da mucho fruto.
EVANGELIO
Vende todo lo que posee y compra el campo
+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo
13, 44-46
Jesús dijo a la multitud:
«El Reino de los Cielos se parece a un tesoro escondido en un campo; un hombre lo encuentra,
lo vuelve a esconder, y lleno de alegría, vende todo lo que posee y compra el campo.
El Reino de los Cielos se parece también a un negociante que se dedicaba a buscar perlas finas;
y al encontrar una de gran valor, fue a vender todo lo que tenía y la compró.»
Palabra del Señor.