10 de julio
San Agustín Zhao Rong, presbítero, y compañeros
mártires

Lectura de la primera carta del apóstol san Juan     5, 1-5

    El que cree que Jesús es el Cristo ha nacido de Dios; y el que ama al Padre ama también al que ha nacido de él. La señal de que amamos a los hijos de Dios es que amamos a Dios y cumplimos sus mandamientos.
    El amor a Dios consiste en cumplir sus mandamientos, y sus mandamientos no son una carga, porque el que ha nacido de Dios, vence al mundo. Y la victoria que triunfa sobre el mundo es nuestra fe.
    ¿Quién es el que vence al mundo, sino el que cree que Jesús es el Hijo de Dios?

Palabra de Dios


SALMO
    125, 1-6

Cuando el Señor cambió la suerte de Sión,
nos parecía que soñábamos:
nuestra boca se llenó de risas
y nuestros labios, de canciones.

Hasta los mismos paganos decían:
"¡El Señor hizo por ellos grandes cosas!".
¡Grandes cosas hizo el Señor por nosotros
y estamos rebosantes de alegría!
¡Cambia, Señor, nuestra suerte como los torrentes del Négueb!

Los que siembran entre lágrimas cosecharán entre canciones.
El sembrador va llorando cuando esparce la semilla,
pero vuelve cantando cuando trae las gavillas.


EVANGELIO

+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Juan     12, 24-26

Jesús dijo a sus apóstoles:
    Les aseguro que si el grano de trigo que cae en la tierra no muere, queda solo; pero si muere, da mucho fruto.
    El que tiene apego a su vida la perderá; y el que no está apegado a su vida en este mundo, la conservará para la Vida eterna.
    El que quiera servirme que me siga, y donde yo esté, estará también mi servidor. El que quiera servirme, será honrado por mi Padre.

Palabra del Señor