14 de julio
San Camilo de Lelis
presbítero

También nosotros debemos dar la vida por nuestros hermanos

Lectura de la primera carta del apóstol san Juan     3, 14-18

Queridos hermanos:
    Nosotros sabemos que hemos pasado de la muerte a la Vida, porque amamos a nuestros hermanos. El que no ama permanece en la muerte. El que odia a su hermano es un homicida, y ustedes saben que ningún homicida posee la Vida eterna.
    En esto hemos conocido el amor: en que él entregó su vida por nosotros. Por eso, también nosotros debemos dar la vida por nuestros hermanos.
    Si alguien vive en la abundancia, y viendo a su hermano en la necesidad, le cierra su corazón, ¿cómo permanecerá en él el amor de Dios?
    Hijitos míos, no amemos solamente con la lengua y de palabra, sino con obras y de verdad.

Palabra de Dios.


SALMO
    Sal 1, 1-2. 3. 4 y 6

R.
Se complace en la ley del Señor.

O bien:

¡Feliz el que pone en el Señor toda su confianza!

O bien:

El justo florecerá como la palmera
en los atrios de nuestro Dios.


¡Feliz el hombre
que no sigue el consejo de los malvados,
ni se detiene en el camino de los pecadores,
ni se sienta en la reunión de los impíos,
sino que se complace en la ley del Señor
y la medita de día y de noche! R.

El es como un árbol
plantado al borde de las aguas,
que produce fruto a su debido tiempo,
y cuyas hojas nunca se marchitan:
todo lo que haga le saldrá bien. R.

No sucede así con los malvados:
ellos son como paja que se lleva el viento,
porque el Señor cuida el camino de los justos,
pero el camino de los malvados termina mal. R.


ALELUIA     Jn 13, 34abc

Dice el Señor: Les doy un mandamiento nuevo:
ámense los unos a los otros, como yo los he amado.


EVANGELIO

Ya no os llamo servidores; yo os llamo amigos

+ Lectura del santo Evangelio según san Juan     15, 9-17

Jesús dijo a sus discípulos:
    «Como el Padre me amó, también yo los he amado a ustedes. Permanezcan en mi amor. Si cumplen mis mandamientos, permanecerán en mi amor, como yo cumplí los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor.
Les he dicho esto para que mi gozo sea el de ustedes, y ese gozo sea perfecto.
    Este es mi mandamiento: Ámense los unos a los otros, como yo los he amado. No hay amor más grande que dar la vida por los amigos. Ustedes son mis amigos si hacen lo que yo les mando. Ya no los llamo servidores, porque el servidor ignora lo que hace su señor; yo los llamo amigos, porque les he dado a conocer todo lo que oí de mi Padre.
    No son ustedes los que me eligieron a mí, sino yo el que los elegí a ustedes, y los destiné para que vayan y den fruto, y ese fruto sea duradero. Así todo lo que pidan al Padre en mi Nombre, él se lo concederá.
    Lo que yo les mando es que se amen los unos a los otros.

Palabra del Señor.