17 de octubre
San Ignacio de Antiquía
obispo y mártir
Memoria
Nosotros somos ciudadanos del cielo
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los cristianos de Filipos 3, 17-4, 1
Hermanos:
Sigan mi ejemplo, hermanos, y observen atentamente a los que siguen el ejemplo
que yo les he dado. Porque ya les advertí frecuentemente y ahora les repito
llorando: hay muchos que se portan como enemigos de la cruz de Cristo. Su fin es
la perdición, su dios es el vientre, su gloria está en aquello que los cubre de
vergüenza, y no aprecian sino las cosas de la tierra. En cambio, nosotros somos
ciudadanos del cielo, y esperamos ardientemente que venga de allí como Salvador
el Señor Jesucristo. Él transformará nuestro pobre cuerpo mortal, haciéndolo
semejante a su cuerpo glorioso, con el poder que tiene para poner todas las
cosas bajo su dominio.
Por eso, hermanos míos muy queridos, a quienes tanto deseo ver, ustedes que son
mi alegría y mi corona, amados míos, perseveren firmemente en el Señor.
Palabra de Dios.
SALMO Sal 33, 2-9 (R.: 5b)
R. El Señor me libró de todos mis temores.
Bendeciré al Señor en todo tiempo,
su alabanza estará siempre en mis labios.
Mi alma se gloría en el Señor;
que lo oigan los humildes y se alegren. R.
Glorifiquen conmigo al Señor,
alabemos su Nombre todos juntos.
Busqué al Señor: Él me respondió
y me libró de todos mis temores. R.
Miren hacia Él y quedarán resplandecientes,
y sus rostros no se avergonzarán.
Este pobre hombre invocó al Señor:
Él lo escuchó y lo salvó de sus angustias. R.
El Ángel del Señor acampa
en torno de sus fieles, y los libra.
¡Gusten y vean qué bueno es el Señor!
¡Felices los que en Él se refugian! R.
ALELUIA Sant. 1, 12
Aleluia.
Feliz el hombre que soporta la prueba,
porque después de haberla superado,
recibirá la corona de Vida.
Aleluia.
EVANGELIO
Si el grano de trigo muere, da mucho fruto
+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Juan 12, 24-26
Jesús dijo a sus discípulos:
Les aseguro que
si el grano de trigo que cae en la tierra no muere,
queda solo;
pero si muere,
da mucho fruto.
El que tiene apego a su vida la perderá;
y el que no está apegado a su vida en este mundo,
la conservará para la Vida eterna.
El que quiera servirme
que me siga,
y donde Yo esté, estará también mi servidor.
El que quiera servirme, será honrado por mi Padre.