MISAS Y ORACIONES POR DIVERSAS NECESIDADES

 

1. En esta sección se reúnen las Misas y oraciones por diversas necesidades, que pueden utilizarse en distintas ocasiones, según sea necesario o conveniente para la comunidad.
Los formularios que se encuentran en las tres secciones siguientes pueden usarse tanto en la Misa con el pueblo como en la Misa celebrada sin pueblo. En la tercera sección se encuentran las que pueden decirse preferentemente en Misas sin el pueblo, a menos que razones pastorales aconsejen otra cosa.


2. Si ocurriera alguna grave necesidad, puede celebrarse la Misa más adecuada por esa necesidad, por mandato o licencia del Ordinario del lugar, todos los días, excepto en las solemnidades, en los domingos de Adviento, Cuaresma y Pascua, los días de la Octava de Pascua, la Conmemoración de todos los fieles difuntos, el Miércoles de Ceniza y los días de Semana Santa.
En cambio, si alguna verdadera necesidad o utilidad pastoral lo requiere, en la celebración con el pueblo se puede utilizar, a juicio del rector de la iglesia o del mismo sacerdote que celebra, la Misa que responda mejor a esa necesidad o utilidad, también cuando coincide con una memoria obligatoria o una feria de Adviento hasta el 16 de diciembre inclusive, del tiempo de Navidad a partir del 2 de enero y del tiempo pascual después de la octava de Pascua.
Durante el tiempo pascual, en las antífonas de entrada y de comunión, se añade el Aleluia a no ser que no condiga con el texto.


3. En las Misas de feria «durante el año», siempre es lícito al sacerdote utilizar todas las oraciones de esta serie, o bien solamente la oración colecta, observando lo que se ha indicado en el número 1.

4. Pueden utilizarse las Plegarias eucarísticas para varias necesidades, cuyos formularios se encuentran en el Apéndice I del Ordinario de la Misa, p. 573-595.

5. En algunas Misas, los textos litúrgicos que se ponen para el varón se pueden adaptar para la mujer, cambiando el género; y los que son expresados en plural, pueden adaptarse al singular, cambiando el número.

6. Estas Misas pueden celebrarse con ornamentos del color propio del día o del tiempo litúrgico, o bien con ornamentos morados, si tienen carácter penitencial, por ejemplo las nn. 31, 33, 38 (cf. Instrucción general del Misal Romano, n. 347).

 

I. POR LA SANTA IGLESIA

1. POR LA IGLESIA

A


Antífona de entrada     Cf. Ef 1, 9.10

Dios nos hizo conocer el misterio de su voluntad:
reunir todas las cosas, las del cielo y las de la tierra,
bajo un solo jefe, que es Cristo.

Oración colecta
Dios nuestro, con admirable providencia has dispuesto
que el Reino de Cristo se extendiera por todo el mundo
y que todos los hombres participaran de la redención;
concede a tu Iglesia ser sacramento universal de salvación
y manifestar el Salvador a todos los hombres.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo,
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo,
y es Dios, por los siglos de los siglos.

Oración sobre las ofrendas
Dios misericordioso, mira las ofrendas de tu pueblo santo,
y por la eficacia de este sacramento
concede a cuantos creen en ti
la gracia de ser una raza elegida,
un reino sacerdotal, una nación santa,
un pueblo de tu propiedad.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

Prefacio de los domingos «durante el año» VIII.

Antífona de comunión     Ap 22, 17.20
El Espíritu y la Esposa dicen: Ven.
Amén. Ven, Señor Jesús.

Oración después de la comunión
Padre, que alimentas y fortaleces a la Iglesia con tus sacramentos,
concede, a quienes nos has renovado en la mesa celestial,
que guardando el mandamiento del amor
seamos, entre los hombres,
fermento de vida e instrumento de salvación.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

 

B


Antífona de entrada     Ap. 7,9

Vi una enorme muchedumbre, imposible de contar,
formada por gente de todas las naciones, familias, pueblos y lenguas.

Oración colecta
Dios nuestro, que en la nueva alianza
convocas un pueblo congregado por tu Espíritu
de entre todas las naciones;
concede que tu Iglesia, cumpliendo fielmente su misión,
camine hacia ti junto con la familia de los hombres,
y sea como el fermento y el alma de la sociedad humana,
para renovarla en Cristo y transformarla en familia de Dios.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo,
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo,
y es Dios, por los siglos de los siglos.

Oración sobre las ofrendas
Acepta las ofrendas que te presentamos, Señor,
y haz que tu Iglesia, nacida del costado de Cristo en la cruz,
encuentre siempre en este sagrado misterio
la santidad que la hace vivir
y sea digna de su Fundador, nuestro Señor Jesucristo.
Que vive y reina por los siglos de los siglos.

Prefacio de los domingos «durante el año» VIII.

Antífona de comunión     Jn 19, 3
Uno de los soldados atravesó con la lanza el costado de Jesús,
y enseguida brotó sangre y agua.

O bien     Ap. 7,12
Alabanza, gloria y sabiduría, acción de gracias,
honor, poder y fuerza a nuestro Dios para siempre. Amén.

Oración después de la comunión
Renovados por el sacramento de tu Hijo,
te pedimos, Padre, que fecundes a tu Iglesia,
en a la cual revelas
la plenitud del misterio de la salvación a los pobres,
para quienes reservas un lugar privilegiado en tu Reino.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

 

C


Antífona de entrada     Mt 18,20

Dice el Señor: Donde hay dos o tres reunidos en mi nombre,
yo estoy presente en medio de ellos.

O bien:     Rm 12,5
Nosotros formamos un solo cuerpo en Cristo,
y en lo que respecta a cada uno, somos miembros los unos de los otros.

Oración colecta
Te pedimos, Dios todopoderoso,
que tu Iglesia sea siempre un pueblo santo
reunido en la unidad del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo,
para que manifieste
el misterio de tu santidad y de tu unidad al mundo
y lo lleve a la perfección de tu amor.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo,
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo,
y es Dios, por los siglos de los siglos.

Oración sobre las ofrendas
Señor Dios,
al celebrar el memorial del inmenso amor de tu Hijo,
te suplicamos que el fruto de su acción salvadora,
contribuya, por ministerio de tu Iglesia,
a la salvación del mundo entero.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

Prefacio de la unidad de los cristianos.

Antífona de comunión     Cf. 1 Cor 10,17
Hay un solo pan, y nosotros, aunque somos muchos,
formamos un solo cuerpo,
porque participamos de ese único pan y del único cáliz.

Oración después de la comunión
Dios nuestro, que por este admirable sacramento
fortaleces y consuelas a la Iglesia,
concede a tu pueblo unirse más a Cristo,
para que, a través de las tareas temporales,
vaya construyendo, en libertad, tu Reino eterno.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

 

D


Antífona de entrada     Cf. Jn 17, 20-21

Dice el Señor: Te ruego, Padre, por aquellos que creerán en mí,
para que sean uno en nosotros,
y que el mundo crea que tú me enviaste.

Oración colecta
Dios todopoderoso y eterno,
que en Cristo revelaste tu gloria a los pueblos de la tierra,
custodia la obra de tu misericordia,
para que la Iglesia, extendida por todo el mundo,
persevere con fe inquebrantable en la confesión de tu Nombre.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo,
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo,
y es Dios, por los siglos de los siglos.

Oración sobre las ofrendas
Dios nuestro, que santificas sin cesar a la Iglesia
con el mismo sacrificio con que la purificas;
concede que, unida a Cristo, su cabeza,
se ofrezca junto con él y cumpla siempre tu voluntad.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

Prefacio de los domingos «durante el año» VIII.

Antífona de comunión     Jn 15, 5
Dice el Señor: El que permanece en mí y yo en él,
da mucho fruto, porque separados de mí, nada pueden hacer.

Oración después de la comunión
Te pedimos, Padre, que gobiernes con bondad a tu Iglesia,
alimentada en esta mesa santa,
para que, dirigida por tu mano poderosa,
crezca en libertad y persevere firme en la integridad de la fe.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

 

E

Por la Iglesia particular


Antífona de entrada     Ap 1, 5-6

A Jesucristo, que nos amó
y nos purificó de nuestros pecados por medio de su sangre,
e hizo de nosotros un reino sacerdotal para Dios, su Padre,
a él sea la gloria y el poder por los siglos de los siglos. Amén.

Oración colecta
Dios nuestro,
que en cada una de las Iglesias diseminadas por el mundo
manifiestas a la Iglesia una, santa, católica y apostólica;
haz que tu familia permanezca unida a su pastor
y, por el Evangelio y la Eucaristía,
se congregue en el Espíritu Santo,
para que manifieste dignamente la universalidad de tu pueblo
y sea signo e instrumento de la presencia de Cristo en el mundo.
Que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo,
y es Dios, por los siglos de los siglos.

Oración sobre las ofrendas
Señor Dios,
al celebrar el memorial del inmenso amor de tu Hijo,
te suplicamos que el fruto de su acción salvadora
sirva, por el ministerio de tu Iglesia,
para la salvación del mundo entero.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

Prefacio de los domingos «durante el año» VIII.

Antífona de comunión     Apoc 3, 20
Dice el Señor: Yo estoy junto a la puerta y llamo;
si alguien oye mi voz y me abre,
entraré en su casa y cenaremos juntos.

Oración después de la comunión
Padre de misericordia, acrecienta y conserva en esta Iglesia tuya
la integridad de la fe, la santidad de costumbres,
la caridad fraterna y la religión pura,
y, ya que no dejas de alimentarla
con la Palabra y el Cuerpo de tu Hijo,
guíala siempre bajo tu protección.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

 

2. POR EL PAPA

Especialmente en el aniversario de su elección

Esta misa se celebra, con ornamentos blancos, en el aniversario de la elección del Papa, donde se realizan celebraciones especiales, con tal que no sea en un domingo de Adviento, de Cuaresma o de Pascua, en una solemnidad, el Miércoles de Ceniza o durante la Semana Santa.

Antífona de entrada Mt 16, 18-19

Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia,
y el poder de la muerte no prevalecerá contra ella.
Yo te daré las llaves del reino de los cielos.

Oración colecta
Dios nuestro, que en tu providencia
edificaste tu Iglesia sobre el fundamento de Pedro
y lo pusiste al frente de los demás apóstoles,
mira con bondad a nuestro Papa N.,
a quien has constituido sucesor de Pedro,
y concede que sea, para tu pueblo,
principio y fundamento visible de la unidad de la fe y de la comunión.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo,
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo,
y es Dios, por los siglos de los siglos.

O bien:
Dios nuestro, guía y pastor de todos los fieles,
mira con bondad a tu servidor N.,
a quien elegiste para presidir tu Iglesia;
concédele que, guiando con la palabra y el ejemplo
al rebaño que le ha sido confiado,
alcance junto con él la vida eterna.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo,
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo,
y es Dios, por los siglos de los siglos.

O bien:
Dios nuestro,
que elegiste a tu servidor N. como sucesor del Apóstol Pedro
para apacentar a toda tu grey;
mira a tu pueblo y haz que el Papa, Vicario de Cristo en le tierra,
confirme a sus hermanos,
y que la Iglesia viva en comunión con él
por el vínculo de la unidad, del amor y de la paz,
para que en ti, Pastor supremo,
lleguemos a la verdad y a la vida eterna.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo,
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo,
y es Dios, por los siglos de los siglos.

Oración sobre las ofrendas
Recibe con bondad nuestras ofrendas, Señor,
y protege siempre a tu Iglesia,
junto con el Papa N., a quien tú elegiste como su pastor.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

Antífona de comunión     Cf. Jn 21, 15.17
Simón, hijo de Juan, ¿me amas más que éstos?
Señor, tú lo sabes todo, tú sabes que te quiero.

Oración después de la comunión
Dios y Padre nuestro, después de participar de la mesa celestial,
por la eficacia de este misterio,
te suplicamos que confirmes a tu Iglesia en la unidad y en la caridad
y protejas siempre a tu servidor, el Papa N.,
junto con el rebaño que le has confiado.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

 

3. POR EL OBISPO

Especialmente en el aniversario de su ordenación

Esta misa se celebra en el aniversario de la elección del Papa, donde se realizan celebraciones especiales, con tal que no sea en un domingo de Adviento, de Cuaresma o de Pascua, en una solemnidad, el Miércoles de Ceniza o durante la Semana Santa.

Antífona de entrada Cf. Ez 34, 11.23.24

Cuidaré de mis ovejas, dice el Señor,
y suscitaré un pastor que las apaciente:
Yo, el Señor, seré su Dios. (T.P. Aleluya.)

Oración colecta

Dios y Pastor de tus fieles,
que gobiernas a la Iglesia con providencia y amor;
haz que tu hijo N.,
a quien pusiste al frente de tu pueblo
para presidirlo en nombre de Cristo,
sea maestro fiel de la verdad,
sacerdote digno de la sagrada liturgia
y guía seguro de tu pueblo santo.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo,
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo,
y es Dios, por los siglos de los siglos.

O bien:
Dios, guía y Pastor de todos los fieles,
mira con bondad a tu hijo N.,
a quien elegiste para presidir la Iglesia de N.,
concédele que guiando con la palabra y el ejemplo
al rebaño que le ha sido confiado,
alcance, junto con él, la vida eterna.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo,
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo,
y es Dios, por los siglos de los siglos.

O bien:
Señor Dios,
que elegiste como sucesor de los Apóstoles
a tu hijo N. para apacentar tu rebaño,
concédele el espíritu de consejo y de fortaleza,
de ciencia y de piedad,
para que, fiel a su misión pastoral, edifique tu Iglesia,
signo e instrumento de salvación en el mundo.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo,
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo,
y es Dios, por los siglos de los siglos.

Oración sobre las ofrendas
Acepta, Padre, estos dones que te ofrecemos por tu hijo N.,
a quien elegiste como obispo de tu pueblo;
enriquécelo con las virtudes apostólicas, para bien de su rebaño.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

Antífona de comunión Mt 20, 28
El Hijo del hombre no vino para ser servido sino para servir,
y dar su vida en rescate por una multitud.

Oración después de la comunión
Padre, por la eficacia de este misterio,
derrama la abundancia de tu gracia sobre tu hijo
nuestro Obispo N.,
para que desempeñe dignamente el oficio pastoral
y alcance la recompensa eterna
prometida a los servidores fieles.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

 

4. PARA LA ELECCIÓN DEL PAPA O DEL OBISPO


Antífona de entrada Cf.     1 Sam 2, 35

Me suscitaré un sacerdote fiel,
que obrará conforme a mi corazón, dice el Señor.
Y edificaré para él una casa duradera,
y caminará en mi presencia todos los días de su vida.

Oración colecta
Padre y Pastor eterno,
que gobiernas y proteges siempre a tu Iglesia,
concédele, en tu infinita bondad,
un pastor que te agrade por su santidad
y que nos guíe y acompañe con paternal solicitud.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo,
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo,
y es Dios, por los siglos de los siglos.

Oración sobre las ofrendas
La abundancia de tu amor nos ayude, Señor,
y por estos dones que humildemente te ofrecemos,
alegra a tu Iglesia con el don de un pastor según tu corazón.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

Antífona de comunión     Cf. Jn 15, 16
Dice el Señor: Yo los elegí y los destiné para que den fruto,
y ese fruto sea duradero.

Oración después de la comunión
Renovados con el Cuerpo y Sangre de tu Hijo,
sacramento de salvación
te pedimos, Padre, por tu bondad,
que alegres a tu pueblo
con un pastor que lo instruya con sus virtudes
y lo ilumine con el Evangelio de la verdad.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

 

5. POR UN CONCILIO O POR UN SÍNODO


Antífona de entrada     Col 3, 14-15

Sobre todo, revístanse del amor, que es el vínculo de la perfección.
Que la paz de Cristo reine en sus corazones.

Oración colecta
Señor Dios nuestro, protector y guía de tu Iglesia,
infunde en tus servidores
el espíritu de inteligencia, de verdad y de paz,
para que conozcan lo que te agrada
y tengan el valor de realizarlo.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo,
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo,
y es Dios, por los siglos de los siglos.

O bien:
Dios nuestro, que gobiernas a tu pueblo
con la suavidad y la fuerza de tu amor,
concede el don de la sabiduría
a quienes has constituido como guías en tu Iglesia,
para que ella crezca en el conocimiento de la verdad
y en santidad de vida.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo,
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo,
y es Dios, por los siglos de los siglos.

Oración sobre las ofrendas
Dios misericordioso, mira los dones que te presentan tus hijos
y concédeles la gracia de tu luz,
para que comprendan lo que es recto a tus ojos
y lo pongan en práctica con fidelidad.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

Prefacio del Espíritu Santo II.

Antífona de comunión
Donde hay caridad y amor, allí está Dios.
El amor de Cristo nos ha congregado en la unidad.

Oración después de la comunión
Dios misericordioso,
por estos sacramentos recibidos,
confirma a tus hijos en la verdad
y ayúdales a buscar la gloria de tu nombre.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

 

6. POR LOS SACERDOTES


Antífona de entrada     Cf. Lc 4, 18

El Espíritu del Señor está sobre mí, porque me ha consagrado por la unción.
Él me envió a llevar la buena noticia a los pobres
y a sanar a los que se arrepienten de corazón.

Oración colecta
Dios nuestro,
que constituiste a tu Hijo Único sumo y eterno sacerdote,
concede a cuantos él eligió como dispensadores de tus misterios
permanecer fieles en el cumplimiento de su ministerio.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo,
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo,
y es Dios, por los siglos de los siglos.

O bien:
Señor y Dios nuestro, que guías a tu pueblo
mediante el ministerio de los sacerdotes,
concédeles cumplir siempre tu voluntad,
para que, por su vida y su ministerio,
busquen solamente tu gloria en Cristo.
Que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo,
y es Dios, por los siglos de los siglos.

Oración sobre las ofrendas
Dios nuestro, tú has querido
que tus sacerdotes sean ministros del altar y de tu pueblo;
te rogamos, por la fuerza de este sacrificio,
que su ministerio sea siempre de tu agrado
y dé frutos perdurables en tu Iglesia.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

Antífona de comunión     Cf. Jn 17, 17-18
Dice el Señor: Padre santo, conságralos en la verdad.
Tu palabra es verdad.
Así como tú me enviaste al mundo, yo también los envío al mundo.

Oración después de la comunión
Te pedimos, Padre,
que la participación en este sacrificio
dé nueva vida a tus sacerdotes y a todos tus hijos,
para que, unidos a ti en el amor, puedan servirte dignamente.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

 

7. POR EL PROPIO SACERDOTE

A

Especialmente por el sacerdote que tiene fieles encomendados


Antífona de entrada     Cf. Col 1, 25.28

He sido constituido ministro de la Iglesia,
según el plan divino, que me ha sido dado para el servicio de ustedes.
Les anunciamos a Cristo,
a fin de que todos alcancemos su madurez en Cristo Jesús.

Oración colecta
Dios nuestro, que has querido ponerme al frente de tu familia
no por mis méritos sino por tu gran bondad,
concédeme la gracia de desempeñar dignamente
el ministerio sacerdotal
y de guiar, siempre bajo tu inspiración,
el pueblo que me has confiado.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo,
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo,
y es Dios, por los siglos de los siglos.

Oración sobre las ofrendas
Dios y Padre providente,
confirma los dones que por tu gracia me has concedido
y, por estas ofrendas,
une al pueblo y al sacerdote en un solo corazón,
para que no le falte al pastor la obediencia de su rebaño
ni a los fieles la generosa solicitud de su pastor.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

Antífona de comunión     Jn. 15, 9
Así como el Padre me amó,
también yo los he amado a ustedes, dice el Señor;
permanezcan en mi amor.

Oración después de la comunión
Dios todopoderoso y eterno,
de quien procede todo don perfecto;
por la participación en esta eucaristía
concédeme obrar con rectitud y predicar la verdad,
de manera que, con la palabra y con las obras,
enseñe a los fieles el valor de tu gracia.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

 

B


Antífona de entrada     Sal 15, 2.5

Yo digo al Señor: Señor, tú eres mi bien,
no hay nada superior a ti.
El Señor es la parte de mi herencia y mi cáliz,
tú decides mi suerte.

Oración colecta
Dios misericordioso, escucha mis plegarias
e ilumina mi corazón con la gracia del Espíritu Santo,
para que pueda celebrar dignamente tus misterios,
servir fielmente a tu Iglesia
y amarte con eterna caridad.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo,
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo,
y es Dios, por los siglos de los siglos.

Oración sobre las ofrendas
Dios todopoderoso, recibe estos dones que te ofrecemos
y, al contemplar a Cristo, sacerdote y víctima,
concédeme a mí, que participo de su mismo sacerdocio,
la gracia de ofrecerme cada día
como víctima agradable en tu presencia,
Por Jesucristo, nuestro Señor.

Antífona de comunión     Cf. Lc 22, 28-30
Dijo Jesús a los que habían permanecido con él en sus pruebas:
Yo les confiero el Reino,
y ustedes comerán y beberán en mi mesa.

Oración después de la comunión
Padre santo, después de fortalecerme con el Pan celestial
y de alegrarme con el cáliz de la Nueva Alianza,
concédeme la gracia de servirte con fidelidad
y de entregar generosamente mi vida por la salvación de los hombres.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

 

C

En el aniversario de la propia ordenación


Antífona de entrada     Cf. Jn 15, 16

Dice el Señor: No son ustedes los que me eligieron a mí,
sino yo el que los elegí a ustedes,
y los destiné para que vayan y den fruto y ese fruto sea duradero.

Oración colecta
Padre santo, que me has elegido
para participar del sacerdocio eterno de Cristo
y servir a tu Iglesia, sin mérito alguno de mi parte,
concédeme la gracia de predicar el Evangelio
con firmeza y mansedumbre
y ser un dispensador fiel de tus misterios.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo,
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo,
y es Dios, por los siglos de los siglos.

Oración sobre las ofrendas
Te ofrecemos, Señor, este sacrificio de alabanza,
y te pedimos que acrecientes en nosotros la entrega a tu servicio
para que, por tu bondad, lleves a feliz término
lo que gratuitamente nos has concedido.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

Antífona de Comunión     Cf. 1Cor 10, 16
El cáliz de bendición que bendecimos,
es la comunión con la Sangre de Cristo;
y el pan que partimos,
es la comunión con el Cuerpo de Cristo.

Oración después de la comunión
Padre santo,
al recordar, para gloria de tu nombre,
el aniversario de la ordenación sacerdotal,
he celebrado con alegría este misterio de la fe,
para llegar a ser, en la vida de cada día,
lo que he celebrado sacramentalmente en este sacrificio.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

 

8. POR LOS MINISTROS DE LA IGLESIA


Antífona de entrada     Cf. 1 Cor 12, 4-6

Hay diversidad de dones, pero todos proceden del mismo Espíritu.
Hay diversidad de ministerios, pero un solo Señor.
Hay diversidad de actividades,
pero es el mismo Dios el que realiza todo en todos.

Oración colecta
Dios nuestro, que enseñaste a los ministros de tu Iglesia
a no buscar ser servidos, sino a servir a sus hermanos,
concédeles disponibilidad en la entrega,
mansedumbre en el servicio
y perseverancia en la oración.

Oración sobre las ofrendas
Padre santo,
tu Hijo quiso lavar los pies a sus discípulos, para darnos ejemplo;
recibe los dones que te presentamos en esta liturgia
y concede que, al ofrecernos como víctima espiritual,
seamos colmados de espíritu de humildad y abnegación.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

Antífona de comunión     Lc. 12, 37
Felices los servidores a quienes el Señor encuentra velando a su llegada.
Les aseguro que él mismo recogerá su túnica,
los hará sentar a la mesa y se pondrá a servirlos.

Oración después de la comunión
Padre, concede a tus hijos,
alimentados con esta eucaristía,
ser fieles ministros del Evangelio,
de los sacramentos y de la caridad,
para gloria tuya y salvación de los creyentes.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

 

9. POR LAS VOCACIONES A LAS SAGRADAS ÓRDENES


Antífona de entrada     Cf. Mt 9, 38

Dice Jesús a sus discípulos:
Rueguen al dueño de los sembrados
que envíe trabajadores para su cosecha,

Oración colecta
Dios nuestro, que en tu providencia das pastores a tu pueblo,
infunde en tu Iglesia el espíritu de piedad y fortaleza,
que suscite ministros dignos de tu altar
y los haga valientes y humildes defensores de tu Evangelio.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo,
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo,
y es Dios, por los siglos de los siglos.

Oración sobre las ofrendas
Dios y Señor nuestro,
mira con bondad las oraciones y ofrendas de tu pueblo,
acrecienta el número de los dispensadores de tus misterios
y haz que perseveren siempre en tu amor.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

Antífona de Comunión     1Jn 3, 16
En esto hemos conocido el amor de Dios:
que él entregó su vida por nosotros.
Por eso, también nosotros debemos dar la vida por los hermanos.

Oración después de la comunión
Renovados con el pan celestial,
te rogamos, Padre, por este sacramento del amor,
que germinen las semillas que esparces con generosidad
en el campo de tu Iglesia,
para que muchos quieran dedicar su vida a servirte en sus hermanos.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

 

10. POR LOS LAICOS


Antífona de entrada     Mt 13, 33

El reino de los cielos se parece a un poco de levadura,
que una mujer mezcla con gran cantidad de harina,
hasta que fermenta toda la masa.

Oración colecta
Dios nuestro, que pusiste como fermento en el mundo
la fuerza del Evangelio,
concede a tus hijos que llamas a vivir
en medio de los asuntos temporales
que, encendidos de espíritu cristiano,
se entreguen de tal manera a su labor,
que con ella construyan y proclamen tu Reino.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo,
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo,
y es Dios, por los siglos de los siglos.

Oración sobre las ofrendas
Dios nuestro, que por el sacrificio de tu Hijo
quisiste la salvación de todo el mundo,
concede a tus hijos llamados al apostolado en la vida laical
que por la fuerza de esta ofrenda,
impregnen el mundo del espíritu cristiano
y sean fermento para su santificación.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

Antífona de comunión Sal 99, 1-2
Aclame al Señor toda la tierra, sirvan al Señor con alegría,
lleguen a él con cantos jubilosos.

O bien:     Jn 15, 8
Dice el Señor: La gloria de mi Padre consiste
en que ustedes den fruto abundante, y así sean mis discípulos.

Oración después de la comunión
Padre, con la fuerza de esta eucaristía
concédenos la plenitud de tu gracia,
para que los fieles comprometidos en las ocupaciones temporales
sean testigos valientes de la verdad evangélica,
y así hagan operante y activa a tu Iglesia en el progreso del mundo.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

 

11. PARA ANIVERSARIOS MATRIMONIALES

En los aniversarios matrimoniales, especialmente en los aniversario 25º, 50º y 60°, se puede celebrar, cuando están permitidas las Misas para varias necesidades, las Misas de acción de gracias, con las oraciones siguientes.
Estas mismas oraciones se pueden utilizar, según convenga, en la celebración de las Misas de feria del tiempo ordinario. Según la oportunidad, en estas celebraciones la referencia al sacramento matrimonial puede hacerse utilizando los elementos indicados en el Ritual Romano.

A

En el aniversario del matrimonio


Oración colecta

Señor Dios nuestro, creador de todas las cosas,
que en el principio hiciste al varón y a la mujer
para que constituyeran el vínculo conyugal;
bendice a estos hijos tuyos N. y N. y confírmalos en su amor,
para que manifiesten, cada día con más plenitud,
el misterio de la unión entre Cristo y la Iglesia.
Que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo,
y es Dios, por los siglos de los siglos.

Oración sobre las ofrendas
Dios nuestro, del costado abierto de Cristo
hiciste brotar sangre y agua,
como signo de los sacramentos de la salvación;
recibe con amor las ofrendas que te presentamos en acción de gracias
por estos hijos tuyos N. y N.,
y bendice su matrimonio con la abundancia de tus dones.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

Oración después de la comunión
Padre, colma de alegría los corazones de tus hijos,
a quienes saciaste con el alimento celestial,
para que la honestidad y la paz reinen siempre en su hogar
y ellos puedan brindar a todos consuelo y amor.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

 

B

En el 25º aniversario del matrimonio (Bodas de Plata)

Oración colecta
Señor y Padre nuestro, que uniste para siempre a tus hijos N. y N.
por el sacramento indisoluble del matrimonio
y los sostuviste, unidos por el amor, en sus penas y alegrías;
acrecienta y purifica ese amor, para que (junto con sus hijos),
se alegren de santificarse mutuamente.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo,
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo,
y es Dios, por los siglos de los siglos.

Oración sobre las ofrendas
Dios nuestro, acepta estos dones
que te ofrecemos en acción de gracias por tus hijos N. y N.;
haz que este sacrificio
sea para ellos fuente inagotable de alegría y de paz.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

Oración después de la comunión
Dios, que en tu bondad has admitido a tu mesa a N. y N., (con sus hijos y amigos);
concede a estos esposos
la gracia de una unión cada vez más fuerte y más íntima,
hasta alcanzar la comunión perfecta en la fiesta eterna del cielo.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

 

C

En el 50º aniversario del matrimonio (Bodas de Oro)


Oración colecta

Dios, Padre todopoderoso,
mira con bondad a estos esposos, N. y N.,
(y a su descendencia, que de ellos recibió el don de la vida y de la fe);
así como confirmaste con tu sacramento las primicias de su amor,
derrama sobre ellos tu abundante bendición
ya que en su larga vida matrimonial te agradaron por sus buenas obras.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo,
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo,
y es Dios, por los siglos de los siglos.

Oración sobre las ofrendas
Dios nuestro, acepta con bondad estos dones,
que te ofrecemos en acción de gracias
por tantos años de mutua entrega y de amor de tus hijos N. y N.,
concédeles, gozosamente, la plenitud de la unidad y de la paz.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

Oración después de la comunión
Saciados en tu mesa con los sagrados dones,
te pedimos, Padre, que protejas a estos esposos N. y N.;
y después de una feliz ancianidad
admítelos participar en la gran fiesta del cielo
Por Jesucristo, nuestro Señor.

 

12. POR LA FAMILIA


Antífona de entrada Cf. Ef 6, 2-3

Honra a tu padre y a tu madre,
para que seas feliz y tengas una larga vida en la tierra.
Este es el primer mandamiento que contiene una promesa.

Oración colecta
Dios nuestro,
tú quisiste que la familia tuviera en ti su firme fundamento;
escucha con bondad nuestras oraciones
y concédenos vivir en nuestros hogares
las virtudes y el amor de la sagrada familia de tu Hijo unigénito,
y así llegar a gozar de los premios eternos en la casa del cielo.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo,
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo,
y es Dios, por los siglos de los siglos.

Oración sobre las ofrendas
Te ofrecemos, Señor,
el sacrificio de la reconciliación,
y te pedimos que edifiques a nuestras familias
sobre el fundamento de tu gracia y de tu paz.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

Antífona de comunión     Cf. Is 49, 15
Dice el Señor: ¿Se olvida una madre de su criatura?
Aunque ella se olvide, yo no te olvidaré.

Oración después de la comunión
Padre bueno, alimentados con estos divinos sacramentos,
concédenos imitar constantemente
los ejemplos de la Sagrada Familia de tu Hijo Único,
para que, después de las pruebas de esta vida,
podamos gozar siempre de su compañía en el cielo.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

 

13. POR LOS RELIGIOSOS

A


Antífona de entrada     Sal 36, 3-4

Confía en el Señor y practica el bien, habita en la tierra y vive tranquilo:
que el Señor sea tu único deleite, y él colmará los deseos de tu corazón.

Oración colecta
Dios nuestro,
que inspiras y llevas a feliz término todo propósito bueno,
guía a tus hijos por el camino de la salvación eterna;
y a quienes dejaron todo, siguiendo a Cristo,
para entregarse plenamente a ti,
concédeles que te sirvan fielmente y amen a los hermanos
con espíritu de pobreza y corazón humilde.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo,
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo,
y es Dios, por los siglos de los siglos.

Oración sobre las ofrendas
Te rogamos, Señor,
por estos dones que te presentamos,
que santifiques a tus hijos congregados en tu nombre,
para que cumplan con fidelidad sus compromisos
y te sirvan con sinceridad de corazón.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

Antífona de comunión     Cf. 1Rey 19,7
El ángel del Señor dijo a Elías:
Levántate, come, porque todavía te queda mucho por caminar.

O bien:     Ap 22, 17.20
El Espíritu y la esposa dicen: Ven.
Amén. Ven, Señor Jesús.

Oración después de la comunión
Señor y Padre nuestro,
concede a tus hijos congregados en tu amor
y alimentados con un único pan
que, unidos en un mismo espíritu,
se animen mutuamente
a progresar en la caridad y en las buenas obras,
para que, por su vida santa, den en todas partes
un auténtico testimonio de Cristo.
Que vive y reina por los siglos de los siglos.

 

B

En el 25º ó 50º aniversario de la profesión religiosa


Antífona de entrada     Cf. Sal 39, 8-9

Aquí vengo, Señor, para hacer tu voluntad.
Tu ley está en mi corazón.

Oración colecta
Señor y Dios fiel,
permítenos darte gracias
por tu amor hacia nuestro hermano (hermana) N.,
que hoy desea renovar el don recibido de ti;
fortalece en él (ella) el espíritu de perfecta caridad,
para que pueda servirte siempre con mayor fervor,
para gloria tuya y salvación de los hombres.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo,
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo,
y es Dios, por los siglos de los siglos.

Oración sobre las ofrendas
Recibe, Señor, con estos dones,
la oblación de sí mismo (misma)
que hoy desea reafirmar nuestro hermano (hermana) N.,
y por el poder del Espíritu Santo
dígnate hacerlo (hacerla) más semejante a tu amado Hijo.
Que vive y reina por los siglos de los siglos.

Antífona de comunión     Sal 41, 2
Como la cierva sedienta busca las corrientes de agua,
así mi alma suspira por ti, mi Dios.

Oración después de la comunión
En este gozoso aniversario, hemos recibido, Padre,
el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo;
concede a nuestro hermano (hermana) N.
que, fortalecido (fortalecida) por el pan y la bebida celestial,
avance felizmente en el camino que conduce a ti.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

 

14. POR LAS VOCACIONES RELIGIOSAS


Antífona de comunión Cf. Mt. 19, 21

Dice el Señor: Si quieres ser perfecto, ve,
vende todo lo que tienes, dalo a los pobres, y sígueme.

Oración colecta
Padre santo, que llamas a todos tus hijos
a la perfección de la caridad
e invitas a algunos a seguir más de cerca a Cristo,
concede, a quienes llamas para esta peculiar vocación,
vivir de manera que sean para la Iglesia y para el mundo
un signo transparente de tu Reino.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo,
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo,
y es Dios, por los siglos de los siglos.

O bien, cando el que preside es un religioso:
Mira con bondad a nuestra familia, Señor,
y bendícela con nuevas vocaciones,
para que pueda alcanzar la perfección de la caridad
y trabajar eficazmente por la salvación de los hombres.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo,
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo,
y es Dios, por los siglos de los siglos.

Oración sobre las ofrendas
Padre santo, recibe con bondad
los dones que te ofrecemos,
y concede la comunión fraterna y la libertad de espíritu
a cuantos se proponen seguir, con alegría,
el camino estrecho de tu Hijo.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

Antífona de comunión     Cf. Mt 19, 27-29
Yo les digo: Ustedes que lo dejaron todo, y me siguieron,
recibirán cien veces más, y poseerán la vida eterna.

Oración después de la comunión
Padre, fortalece a tus hijos
con el alimento espiritual,
para que, fieles a la vocación evangélica,
manifiesten en todas partes la imagen de tu Hijo.
Que vive y reina por los siglos de los siglos.

O bien, cuando el que preside es por un religioso:
Te pedimos, Padre, por la fuerza de este sacramento,
la gracia de perseverar fielmente
en el cumplimiento de tu voluntad,
para ser ante el mundo testigos de tu amor
y buscar resueltamente los bienes imperecederos.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

 

15. PARA PROMOVER LA CONCORDIA


Antífona de entrada     Hech 4, 32-33

La multitud de los creyentes tenía un solo corazón y una sola alma.
Los apóstoles daban testimonio, con mucho poder,
de la resurrección del Señor Jesús,
y gozaban de gran estima.

Oración colecta
Dios nuestro, perfecta unidad y amor verdadero;
concede a tus hijos tener un solo corazón y una sola alma,
para que tu Iglesia se fortalezca en la concordia,
se apoye en la confesión de la verdad
y se afirme en la perfecta unidad.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo,
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo,
y es Dios, por los siglos de los siglos.

O bien:
Dios nuestro,
que enseñaste a tu Iglesia a resumir los mandamientos
en el amor a ti y al prójimo,
infúndenos espíritu de paz y danos tu gracia,
para que tu familia se consagre a ti de corazón
y, con sincera voluntad, viva en armonía y concordia.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo,
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo,
y es Dios, por los siglos de los siglos.

Oración sobre las ofrendas
Dios nuestro,
que por los sacramentos y por tus enseñanzas
nos haces semejantes a ti,
guíanos por tus caminos para que, por este sacrificio,
alcancemos el don de la caridad que nos prometiste.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

Prefacio de la unidad de los cristianos.

Antífona de comunión     Cf. Jn 17, 20-21
Dice el Señor: Te ruego, Padre, por aquellos que creerán en mí,
para que sean uno en nosotros,
y que el mundo crea que tú me enviaste.

Oración después de la comunión
Padre, hemos recibido el sacramento de la unidad;
te pedimos, a quienes vivimos en tu Iglesia,
que unidos en un solo corazón
tengamos en nosotros la paz que ofrecemos
y conservemos la que recibimos.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

 

16. PARA PEDIR LA RECONCILIACIÓN


Lo que en esta Misa figura entre paréntesis, se dice con ocasión de algún tiempo especial dedicado a la penitencia.

Antífona de entrada

Yo soy el salvador de mi pueblo, dice el Señor.
Lo escucharé cuando me invoque en su angustia
y seré su Señor para siempre.

Oración colecta
Dios clemente y misericordioso,
que ofreces a los hombres días especiales de salvación
para que te reconozcan como creador y padre de todos,
ayúdanos con bondad (en este tiempo propicio)
para que, recibiendo gustosamente el anuncio de la paz,
podamos cumplir tu voluntad de renovar todas las cosas en Cristo.
Que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo,
y es Dios, por los siglos de los siglos.

O bien, especialmente en tiempo pascual:
Dios nuestro, origen de la verdadera libertad,
tú quieres que los hombres sean un solo pueblo
libre de toda esclavitud
(y nos concedes este tiempo de gracia y bendición);
te pedimos que la Iglesia, acrecentando su libertad,
aparezca claramente ante el mundo
como sacramento universal de salvación,
manifestando y realizando entre los hombres
el misterio de la caridad.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo,
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo,
y es Dios, por los siglos de los siglos.

Oración sobre las ofrendas
Señor, acepta con agrado los dones de tu Iglesia
en el memorial de tu Hijo, nuestra paz y reconciliación,
que borró con su sangre el pecado del mundo;
haz que (celebrando con alegría este tiempo de gracia)
podamos comunicar a todos la libertad de Cristo.
Que vive y reina por los siglos de los siglos.

Se puede usar alguna de las Plegarias eucarísticas de la reconciliación.

Antífona de comunión     Mt. 11, 28

Vengan a mí todos los que están afligidos y agobiados,
y yo los aliviaré, dice el Señor.

O bien:     Jn 16, 24
Dice el Señor: Pidan y recibirán,
y tendrán una alegría que será perfecta.

Oración después de la comunión
Te rogamos, Padre,
que nos fortalezca el don recibido,
para que este sacramento de la unidad nos llene de tu amor
y nos convierta en instrumentos de tu paz.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

 

17. POR LA UNIDAD DE LOS CRISTIANOS

Esta Misa se utiliza cuando se realizan celebraciones especiales por la unidad de los cristianos, siempre que no coincidan con un Domingo de Adviento, de Cuaresma o de Pascua, o con alguna solemnidad.


A


Antífona de entrada     Jn 10, 14-15

Dice el Señor: Yo soy el buen pastor, conozco a mis ovejas,
y mis ovejas me conocen a mí.
Como el Padre me conoce a mí, y yo conozco al Padre,
y doy mi vida por las ovejas.

Oración colecta
Dios todopoderoso y eterno,
que congregas a quienes están dispersos
y conservas en la comunión a quienes ya están unidos,
mira con bondad el rebaño de tu Hijo,
para que la integridad de la fe y el vínculo de la caridad
reúnan a los que han sido consagrados por el único bautismo.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo,
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo,
y es Dios, por los siglos de los siglos.

O bien:
Dios y Padre de todos los hombres,
derrama sobre nosotros la gracia de tu Espíritu
y concédenos que, comportándonos
de una manera digna de la vocación recibida,
demos testimonio de la verdad ante los hombres,
buscando la unidad de todos los creyentes
en el vínculo de la paz.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo,
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo,
y es Dios, por los siglos de los siglos.

Oración sobre las ofrendas
Por el único sacrificio de Cristo,
has adquirido para ti, Padre, un pueblo de hijos;
concede a tu Iglesia los dones de la unidad y de la paz.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

Prefacio:

La unidad del Cuerpo de Cristo que es la Iglesia

V. El Señor esté con ustedes
R. Y con tu espíritu.
V. Levantemos el corazón.
R. Lo tenemos levantado hacia el Señor.
V. Demos gracias al Señor, nuestro Dios.
R. Es justo y necesario.

En verdad es justo y necesario,
es nuestro deber y salvación,
darte gracias siempre y en todo lugar,
Señor, Padre santo,
Dios todopoderoso y eterno,
por Cristo, Señor nuestro.

Por él nos has guiado al conocimiento de tu verdad,
para hacernos miembros de su Cuerpo,
mediante el vínculo de una misma fe y un mismo bautismo.

Por él has derramado en todos los hombres tu Espíritu Santo,
admirable constructor de la unidad
en la diversidad de los dones,
que habita en tus hijos de adopción
y anima y conduce a toda la Iglesia.

Por eso, unidos a los coros de los ángeles,
te alabamos con alegría, diciendo:

Santo, Santo, Santo es el Señor
Dios del Universo.
Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria.
Hosanna en el cielo.
Bendito el que viene en nombre del Señor.
Hosanna en el cielo.

Antífona de comunión     Cf. 1 Cor 10, 17
Hay un solo pan, y nosotros, aunque somos muchos,
formamos un solo cuerpo,
porque participamos de ese único pan y del único cáliz.

Oración después de la comunión
Te pedimos, Padre,
que así como la comunión que hemos recibido
es signo de la unión de los creyentes en ti,
también realice la unidad en tu Iglesia.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

 

B


Antífona de entrada     Cf. Sal 105, 47

Sálvanos, Señor y Dios nuestro,
congréganos de entre las naciones,
para que podamos dar gracias a tu santo nombre
y gloriarnos en tu alabanza.

Oración colecta
Señor Dios nuestro, que has congregado pueblos diversos
en la confesión de tu nombre,
concédenos querer y hacer cuanto nos mandas,
para que el pueblo cristiano llamado a tu reino
viva en la unidad de la fe y del amor.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo,
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo,
y es Dios, por los siglos de los siglos.

O bien:
Padre, escucha las súplicas de tu pueblo
y concede que nuestros corazones
se unan en tu alabanza y en la común penitencia,
para que, superando la desunión de los cristianos,
avancemos con alegría hacia tu Reino eterno,
reunidos en la perfecta comunión de la Iglesia,
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo,
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo,
y es Dios, por los siglos de los siglos.

Oración sobre las ofrendas
Al celebrar el memorial de nuestra salvación,
imploramos humildemente tu clemencia, Señor,
para que este sacramento del amor
sea, para todos nosotros, signo de unidad y vínculo de caridad.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

Prefacio propio (A).

Antífona de entrada     Col 3, 14-15
Sobre todo, revístanse del amor,
que es el vínculo de la perfección.
Que la paz de Cristo reine en sus corazones,
esa paz a la que han sido llamados, porque formamos un solo cuerpo.

Oración después de la comunión
Padre, infunde en tus hijos el Espíritu de amor
para que, por la gracia de este sacrificio,
cuantos creemos en ti
vivamos unidos en un mismo amor.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

 

C


Antífona de entrada     Ef 4, 4-6

Hay un solo cuerpo y un solo espíritu,
así como hay una misma esperanza, a la que ustedes han sido llamados,
de acuerdo con la vocación recibida.
Hay un solo Señor, una sola fe, un solo bautismo.
Hay un solo Dios y Padre de todos,
que está sobre todo, lo penetra todo y está en todos.

Oración colecta
Padre, mira con bondad a tu pueblo
y derrama sobre nosotros los dones de tu Espíritu,
para que se acreciente nuestro amor a la verdad
y trabajemos con todo empeño
por la unidad de los cristianos.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo,
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo,
y es Dios, por los siglos de los siglos.

O bien:
Muéstranos, Padre, la abundancia de tu misericordia;
derrama sobre nosotros el poder y la luz de tu Espíritu
y disipa las divisiones entre los cristianos,
para que tu Iglesia aparezca, con mayor claridad,
como signo levantado en medio de las naciones,
y el mundo crea en Cristo, a quien tú enviaste.
Que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo,
y es Dios, por los siglos de los siglos.

Oración sobre las ofrendas
Que nos purifique el sacrificio que vamos a ofrecerte, Señor,
y concédenos,
a quienes hemos sido unidos por un mismo bautismo,
poder participar de la misma eucaristía.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

Prefacio propio (A).

Antífona de comunión     Jn 17, 21.23
Que todos sean uno; como tú, Padre, estás en mí y yo en ti,
que también ellos sean uno en nosotros.
Yo en ellos y tú en mí, para que sean perfectamente uno.

Oración después de la comunión
Después de recibir los sacramentos de Cristo,
te pedimos, Padre, que acrecientes la santidad de tu Iglesia,
y que cuantos nos gloriamos de ser cristianos
podamos servirte en la unidad de la fe.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

 

18. POR LA EVANGELIZACIÓN DE LOS PUEBLOS

Esta Misa también puede celebrarse en los domingos del tiempo «durante el año», cuando se realizan celebraciones especiales por las misiones, excepto en los domingos de Adviento, de Cuaresma, de Pascua o en una solemnidad.

A


Antífona de entrada     Sal 66, 2-3

El Señor tenga piedad y nos bendiga,
haga brillar su rostro sobre nosotros,
para que en la tierra se reconozca su dominio,
y su victoria entre las naciones.

Oración colecta
Dios nuestro, que quieres que todos los hombres se salven
y lleguen al conocimiento de la verdad;
mira la abundante cosecha
y envía operarios que anuncien el Evangelio a toda creatura,
para que tu pueblo, congregado por la Palabra de vida
y sostenido por la gracia de los sacramentos,
avance por el camino de la salvación y del amor.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo,
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo,
y es Dios, por los siglos de los siglos.

O bien:
Dios nuestro, que enviaste al mundo a tu Hijo, luz verdadera,
derrama el Espíritu prometido,
que siembre en los corazones de los hombres la semilla de la verdad
y suscite la obediencia de la fe,
para que, cuantos han renacido a una vida nueva por el bautismo,
puedan constituir tu único pueblo.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo,
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo,
y es Dios, por los siglos de los siglos.

Oración sobre las ofrendas
Mira, Señor, a tu Hijo Jesucristo,
que se entregó por la redención de todos los hombres,
para que, por él, desde la salida del sol hasta su ocaso,
tu nombre sea glorificado en todo el mundo
y en todo lugar se ofrezca el único sacrificio.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

Antífona de comunión     Cf. Mt 28, 20
Dice el Señor: Enseñen a cumplir todo lo que yo les he mandado.
Yo estaré siempre con ustedes hasta el fin del mundo.

Oración después de la comunión
Renovados por el don de nuestra redención,
te pedimos, Padre, que con este auxilio de salvación eterna
se acreciente siempre en nosotros la verdadera fe.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

 

B


Antífona de comunión     Sal 95, 3-4

Anuncien la gloria del Señor entre las naciones
y sus maravillas entre los pueblos,
porque el Señor es grande y digno de alabanza.

Oración colecta
Señor Dios,
tú hiciste a la Iglesia sacramento universal de salvación,
para que la obra salvadora de Cristo
se perpetuase hasta el fin de los tiempos;
suscita en tus hijos un fuerte deseo por la salvación de los hombres,
para que, de todas los pueblos
se forme un solo pueblo y una sola familia consagrada a tu nombre.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo,
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo,
y es Dios, por los siglos de los siglos.

Oración sobre las ofrendas
Acepta los dones de tu Iglesia suplicante, Señor,
como aceptaste la Pasión gloriosa de tu Hijo,
que se ofreció por la salvación de todo el mundo.
Él que vive y reina por los siglos de los siglos.

Antífona de comunión     Sal 116, 1.2
Alaben al Señor, todas las naciones,
glorifíquenlo todos los pueblos,
porque es inquebrantable su amor por nosotros,
y su fidelidad permanece para siempre.

Antífona de comunión     Cf. Mc 16, 15
Dice el Señor: Vayan por todo el mundo,
anuncien el Evangelio a toda la creación.

Oración después de la comunión
Señor y Padre nuestro,
que la participación en tu mesa nos santifique,
y que todos los pueblos reciban con acción de gracias,
mediante el sacramento de tu Iglesia,
la salvación que tu Hijo unigénito nos ganó en la cruz.
Que vive y reina por los siglos de los siglos.

 

19. POR LOS CRISTIANOS QUE SUFREN PERSECUCIÓN


Antífona de entrada     Cf. Sal 73, 20.19.22.23

Acuérdate, Señor, de tu alianza,
y no olvides para siempre a tus pobres.
Levántate, Señor, defiende tu causa
y no desoigas el clamor de los que te invocan.

O bien:     Hech 12, 5
Pedro estaba bajo custodia en la prisión;
la Iglesia no cesaba de orar a Dios por él.

Oración colecta
Señor Dios, que en tu inescrutable providencia
asocias a la Iglesia a la pasión de tu Hijo,
concede el espíritu de paciencia y de caridad
a quienes sufren a causa de tu nombre,
para que sean fieles y verdaderos testigos de tus promesas.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo,
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo,
y es Dios, por los siglos de los siglos.

Oración sobre las ofrendas
Recibe nuestras humildes oraciones y ofrendas, Señor,
y concede, a quienes te sirven con fidelidad
en medio de las persecuciones de los hombres,
que se alegren de poder unirse al sacrificio de tu Hijo Jesucristo
y experimenten la certeza
de que sus nombres están inscritos en el Cielo.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

Antífona de comunión     Mt 5,11-12
Dice el Señor: Felices ustedes, cuando sean insultados y perseguidos,
y cuando se los calumnie en toda forma a causa de mí.
Alégrense y regocíjense entonces,
porque ustedes tendrán una gran recompensa en el cielo.

O bien:     Mt 10, 32
Al que me reconozca abiertamente ante los hombres,
yo lo reconoceré ante mi Padre
que está en el cielo, dice el Señor.

Oración después de la comunión
Padre, por la fuerza de este sacramento,
confírmanos en la verdad,
y concede a tus hijos que sufren tribulación
que, llevando su cruz en seguimiento de Cristo,
puedan gloriarse del nombre de cristianos.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

 

20. EN REUNIONES ESPIRITUALES O PASTORALES


Antífona de entrada     Mt 18,20

Dice el Señor: Donde hay dos o tres reunidos en mi nombre,
yo estoy presente en medio de ellos.

O bien:     Col 3, 14-15
Sobre todo, revístanse del amor,
que es el vínculo de la perfección.
Que la paz de Cristo reine en sus corazones,
esa paz a la que han sido llamados, porque formamos un solo cuerpo.

Oración colecta
Te pedimos que infundas en nosotros, Señor,
el espíritu de inteligencia, de verdad y de paz,
para que conozcamos lo que es de tu agrado
y, con un mismo querer, lo pongamos por obra.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo,
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo,
y es Dios, por los siglos de los siglos.

O bien:
Señor y Dios nuestro, tu Hijo prometió estar en medio
de los que se reúnen en su Nombre;
concédenos sentir su presencia entre nosotros
para que, en la verdad y el amor,
experimentemos la abundancia de su gracia,
de su misericordia y su paz.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo,
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo,
y es Dios, por los siglos de los siglos.

Oración sobre las ofrendas
Mira con bondad los dones que presentamos, Señor,
y haz que comprendamos verdaderamente,
y expresemos con lealtad,
lo que es bueno y recto a tus ojos.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

Prefacio del Espíritu Santo II.

Antífona de comunión
Donde hay verdadera caridad y amor.
El amor de Cristo nos ha congregado en la unidad.

Oración después de la comunión
Padre misericordioso,
te pedimos que el alimento santo, que hemos recibido,
nos confirme en tu voluntad
y nos haga en todas partes testigos de tu verdad.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

 

II. POR LAS NECESIDADES PÚBLICAS

21. POR LA PATRIA O POR LA CIUDAD


Oración colecta

Dios nuestro,
que con admirable providencia gobiernas todas las cosas,
recibe con bondad las oraciones
que te dirigimos por nuestra patria (ciudad),
para que, por la prudencia de los gobernantes
y la honestidad de los ciudadanos,
se afiancen la concordia y la justicia,
y podamos gozar de prosperidad y de paz.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo,
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo,
y es Dios, por los siglos de los siglos.

 

22. POR LAS AUTORIDADES PÚBLICAS


Oración colecta

Dios todopoderoso y eterno,
en cuyas manos están los corazones de los hombres
y los derechos de las naciones,
asiste con bondad a nuestros gobernantes
para que, con tu protección, afiancen en todas partes
la prosperidad de los pueblos, la paz duradera y la libertad religiosa.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo,
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo,
y es Dios, por los siglos de los siglos.

 

23. PARA REUNIONES DE GOBERNANTES DE NACIONES


Oración colecta

Dios nuestro,
que con admirable providencia gobiernas todo,
mira con bondad este encuentro de responsables de naciones
e infúndeles tu espíritu de sabiduría,
a fin de que siempre busquen la paz y el bien común
y no se aparten nunca de tu voluntad.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo,
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo,
y es Dios, por los siglos de los siglos.

 

24. POR EL PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA O GOBERNADOR


Oración colecta

Dios nuestro, a quien está sometido todo poder humano,
concede al primer mandatario (gobernador)
un acertado ejercicio de su mandato,
para que, respetando siempre tus derechos,
busque promover, como es tu voluntad,
la paz y el bienestar de su pueblo.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo,
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo,
y es Dios, por los siglos de los siglos.

 

25. AL COMIENZO ACTIVIDADES CIVILES, LABORALES O ESCOLARES


Esta Misa no puede celebrarse en la solemnidad de Santa María, Madre de Dios, el día 1 de enero.

Antífona de entrada     Cf. Sal 64,12

Tú coronas el año con tus bienes,
y a tu paso rebosa la abundancia.

O bien:     Cf. Mt 28, 20
Dice el Señor: Yo estaré siempre con ustedes,
hasta el fin del mundo.

Oración colecta
Dios eterno, principio de todo lo creado,
concédenos que este tiempo (esta actividad),
cuyo comienzo ponemos en tus manos,
sea fecundo (fecunda) en frutos y abundante en obras de santidad.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo,
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo,
y es Dios, por los siglos de los siglos.

Oración sobre las ofrendas
Acepta las ofrendas que te presentamos, Señor, para que,
quienes comenzamos con alegría este tiempo (esta actividad),
podamos vivirlo (vivirla) en tu amor convertido en servicio.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

Antífona de comunión     Heb 13, 8
Jesucristo es el mismo ayer y hoy, y lo será para siempre.

Oración después de la comunión
Padre de inmensa bondad,
acompaña a quienes hemos celebrado esta eucaristía;
para que confiemos siempre en tu protección
y no nos aflija ningún peligro.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

 

26. POR LA SANTIFICACIÓN DEL TRABAJO HUMANO

A


Antífona de entrada     Cf. Gen 1,1.27.31

Al principio Dios creó el cielo y la tierra.
Y creó el hombre a su imagen.
Dios miró todo lo que había hecho, y vio que era muy bueno.

O bien:     Cf. Sal 89, 17
Que descienda hasta nosotros la bondad del Señor,
y haga prosperar la obra de nuestras manos.

Oración colecta
Dios creador del universo,
que otorgaste a todos los hombres la dignidad del trabajo,
concede que todas nuestras obras
sean beneficiosas para nuestra vida
y contribuyan, por tu bondad, a extender el Reino de Cristo.
Que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo,
y es Dios, por los siglos de los siglos.

O bien:
Dios nuestro, que por el trabajo del hombre
perfeccionas y gobiernas la admirable obra de la creación,
escucha las súplicas de tu pueblo
y concede a todos los hombres un trabajo digno,
que les permita vivir honestamente
y servir a sus hermanos en estrecha comunión.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo,
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo,
y es Dios, por los siglos de los siglos.

Otras oraciones (B).

Oración sobre las ofrendas

Dios nuestro, en estos dones que te presentamos
tú ofreces al género humano el alimento para esta vida
y el sacramento de una vida nueva;
haz que nunca nos falte el sustento
para el cuerpo y para el alma.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

Prefacio de los domingos V «durante el año».

Antífona de comunión     Col 3, 17
Todo lo que puedan decir o realizar,
háganlo siempre en nombre del Señor Jesús,
dando gracias por él a Dios Padre.

Oración después de la comunión:
Padre nuestro, después de participar en el banquete
de la unidad y del amor,
te rogamos que por el trabajo que nos has encomendado
podamos obtener el sustento diario
y contribuir a la edificación de tu Reino.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

 

B

Otras oraciones


Oración colecta

Señor Dios nuestro, que has querido poner
las fuerzas de la naturaleza en manos del hombre,
concédenos que, realizando nuestros trabajos con espíritu cristiano,
practiquemos la verdadera caridad con los hermanos
y colaboremos al perfeccionamiento de tu creación.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo,
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo,
y es Dios, por los siglos de los siglos.

Oración sobre las ofrendas
Recibe los dones de tu Iglesia suplicante, Señor,
y por el trabajo de cada día que te ofrecemos,
concédenos ser asociados a la obra redentora de Cristo.
Que vive y reina por los siglos de los siglos.

Oración después de la comunión
Padre de bondad, tú que nos has alimentado con el pan eterno,
concédenos también lo necesario
para nuestra vida de cada día.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

 

27. EN LA SIEMBRA DEL CAMPO

A


Antífona de entrada     Cf. Sal 89, 17

Que descienda hasta nosotros la bondad del Señor,
y haga prosperar la obra de nuestras manos.

Oración colecta
Dios nuestro, con tu ayuda sembramos la tierra,
y de tu poder esperamos su fecundidad;
suple con abundancia lo que supera nuestros esfuerzos,
pues tú eres quien da el crecimiento.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo,
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo,
y es Dios, por los siglos de los siglos.

Otras oraciones (B).

Oración sobre las ofrendas

Dios nuestro, autor de los frutos de la tierra
y de los dones espirituales,
bendice nuestros trabajos
para que obtengamos abundantes frutos de la tierra,
y lo que recibimos de tu providencia
contribuya a manifestar tu gloria.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

Prefacio de los domingos V «durante el año».

Antífona de comunión     Sal 84, 13
El mismo Señor nos dará sus bienes
y nuestra tierra producirá sus frutos.

Oración después de la comunión
Señor y Dios nuestro, que nos alimentas con tus sacramentos,
y en quien vivimos, nos movemos y existimos,
bendice el trabajo de nuestras manos,
para que de esta siembra podamos obtener un abundante sustento.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

 

B

Otras oraciones


Oración colecta

Señor Dios, bendice a tu pueblo
y concede bondadosamente
que nuestra tierra produzca sus frutos,
para que podamos gozar de ellos alabando tu santo nombre.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo,
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo,
y es Dios, por los siglos de los siglos.

Oración sobre las ofrendas
Mira con bondad estas ofrendas, Señor,
y así como este pan, hecho de granos de trigo,
se convertirá en el Cuerpo de tu Hijo,
concédenos, por tu bendición,
alegrarnos por los frutos de la tierra.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

Oración después de la comunión
Dios todopoderoso,
concede a tus hijos una cosecha abundante,
para que el alimento temporal
contribuya también a nuestro provecho espiritual
y alcancemos los bienes eternos,
cuyo anticipo recibimos en este sacramento.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

 

28. DESPUÉS DE LA COSECHA


Antífona de entrada     Sal 66, 7.8
La tierra ha dado su fruto,
el Señor nuestro Dios, nos bendiga.

Oración colecta
Dios y Padre bueno,
que en tu providencia diste la tierra al hombre,
concede que de estos frutos
obtengamos el sustento para nuestra vida
y de tal manera usemos de ellos
que sirvan para alabanza tuya y bien de todos.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo,
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo,
y es Dios, por los siglos de los siglos.

O bien:
Señor Dios nuestro, te damos gracias por estos frutos
que ha dado la tierra para el sustento del hombre;
te pedimos que así como tu providencia los hizo crecer,
también haga germinar en nuestro corazón
el fruto de la justicia y de la caridad.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo,
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo,
y es Dios, por los siglos de los siglos.

Oración sobre las ofrendas
Señor nuestro, santifica estos dones, fruto de la tierra,
que te ofrecemos agradecidos,
y después de habernos dado una abundante cosecha
haz que nuestras almas sean tierra fértil, con la gracia del cielo.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

Prefacio de los domingos V «durante el año».

Antífona de comunión     Cf. Sal 103, 13.14.15
Señor, la tierra se sacia con el fruto de tus obras:
el pan que sale de la tierra y el vino que alegra el corazón del hombre.

Oración después de la comunión
Padre nuestro,
después de celebrar el misterio de nuestra salvación,
te damos gracias por los frutos de la tierra
y te pedimos que, por la fuerza de este sacramento
podamos obtener el fruto perdurable de la salvación.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

 

29. POR EL PROGRESO DE LOS PUEBLOS


Antífona de entrada     1Jn 3, 17
Si alguien vive en la abundancia,
y viendo a su hermano en la necesidad, le cierra su corazón,
¿cómo permanecerá en el amor de Dios?

Oración colecta
Padre nuestro, que diste a los pueblos un mismo origen
para formar una sola familia,
enciende en sus corazones el fuego de tu amor
y el deseo de un justo progreso en sus hermanos,
para que los bienes destinados a todos
promuevan la dignidad de cada persona,
y afiancen en la sociedad humana la equidad y la justicia,
superando toda división entre los hombres.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo,
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo,
y es Dios, por los siglos de los siglos.

Oración sobre las ofrendas
Escucha con bondad nuestras súplicas Señor,
y acepta las ofrendas de tu Iglesia,
para que todos los hombres reciban el espíritu de hijos de Dios
y, superadas las desigualdades, unidos en tu paz,
constituyan una única familia por el amor.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

Antífona de comunión     Cf. Sal 103, 13.14.15
Señor, la tierra se sacia con el fruto de tus obras:
el pan que sale de la tierra y el vino que alegra el corazón del hombre.

O bien:     Lc 11, 9
Dice el Señor: Pidan y se les dará,
busquen y encontrarán, llamen y se les abrirá.

Oración después de la comunión
Alimentados con el único Pan
que renueva constantemente a la familia humana,
te pedimos, Padre, que este sacramento de unidad
nos obtenga un amor fuerte y puro
para promover el progreso de los pueblos
y realizar las obras de la justicia, inspiradas por la caridad.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

 

30. POR LA PAZ Y LA JUSTICIA

Esta Misa no puede celebrarse en la solemnidad de Santa María, Madre de Dios, el día 1 de enero.

A


Antífona de entrada     Cf. Eclo 36, 18-19

Concede la paz, Señor, a los que esperan en ti;
escucha la oración de tus servidores
y guíanos por el camino de la justicia.

Oración colecta
Dios nuestro,
que llamaste hijos tuyos a los que trabajan por la paz,
concédenos la gracia de procurar, sin cesar, la justicia,
única garantía de una paz sólida y verdadera.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo,
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo,
y es Dios, por los siglos de los siglos.

O bien:
Señor Dios, que con cariño de Padre cuidas de los hombres,
a quienes diste un único origen;
concede que todos formen una sola familia
y vivan en paz, unidos por el amor fraterno.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo,
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo,
y es Dios, por los siglos de los siglos.

Otras oraciones (B).

Oración sobre las ofrendas

Padre, te pedimos
que el sacrificio salvador de tu Hijo, Rey de la paz,
ofrecido bajo estos signos sacramentales
que expresan la paz y la unidad,
sirva para afianzar la concordia entre todos tus hijos.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

Antífona de comunión     Mt 5, 9
Felices los que trabajan por la paz,
porque serán llamados hijos de Dios.

O bien:     Cf. Jn 14, 27
Dice el Señor: Les dejo la paz, les doy mi paz.

Oración después de la comunión
Concédenos, Padre, tu espíritu de amor,
para que, renovados por el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo único,
trabajemos eficazmente para promover,
entre todos los hombres, la paz que él mismo nos dejó.
Que vive y reina por los siglos de los siglos.

 

B

Otras oraciones por la paz


Oración colecta

Dios, creador del mundo,
bajo tu providencia transcurre la historia de los hombres;
escucha con bondad nuestras súplicas
y concede la paz a nuestro tiempo,
para que nos gocemos incesantemente
en la alabanza de tu misericordia.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo,
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo,
y es Dios, por los siglos de los siglos.

O bien:
Dios de la paz, más aún, la paz misma;
el hombre violento no te comprende,
y el corazón cruel no te acepta;
concede perseverar en el bien a quienes viven en tu paz,
y que los enfrentados se reconcilien, desistiendo de todo mal.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo,
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo,
y es Dios, por los siglos de los siglos.

También puede utilizarse la Misa para pedir la concordia.

 

31. EN TIEMPO DE GUERRA O DE DESORDEN PÚBLICO


Antífona de entrada     Cf. Jer 29, 11.12.14

Dice el Señor: Yo tengo designios de paz y no de aflicción.
Invóquenme y los escucharé
y pondré fin a su cautiverio.

O bien:     Cf. Sal 17, 5-7
Las olas de la muerte me envolvieron
y me cercaron los lazos del abismo;
en mi angustia invoqué al Señor,
y él escuchó mi voz desde su templo.

Oración colecta
Dios fuerte y misericordioso,
que destruyes las guerras y derribas a los soberbios;
aparta de nosotros la destrucción y las lágrimas,
para que todos podamos llamarnos,
en verdad, hijos tuyos.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo,
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo,
y es Dios, por los siglos de los siglos.

O bien:
Dios, autor y amigo de la paz,
conocerte es vivir y servir es reinar;
líbranos de toda violencia,
para que confiando en tu amparo
podamos dedicarnos, sin temor, al bien de todos.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo,
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo,
y es Dios, por los siglos de los siglos.

Oración sobre las ofrendas
Padre, acuérdate que tu Hijo, Rey de la paz,
destruyó nuestros odios con su Sangre,
mira con misericordia nuestras aflicciones,
y que este sacrificio nos restituya
la tranquilidad y la paz.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

Antífona de comunión     Cf. Jn 14, 27
Dice el Señor: Les dejo la paz, les doy mi paz,
pero no como la da el mundo.
No se inquieten ni teman.

Oración después de la comunión
Padre de bondad,
saciados serenamente con el único pan
que da vigor al corazón del hombre,
te pedimos vernos libres de toda violencia
y guardar firmemente tu ley de amor y de justicia.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

 

32. POR LOS REFUGIADOS Y EXILIADOS


Antífona de entrada     Cf. Sal 90, 11

Dios te encomendó a sus ángeles
para que te cuiden en todos tus caminos.

O bien:     Cf. Jer 29, 11.12.14
Dice el Señor: Yo tengo designios de paz y no de aflicción.
Invóquenme y los escucharé y pondré fin a su cautiverio.

Oración colecta
Señor Dios nuestro, que a nadie consideras extraño
ni lo privas de tu protección;
mira con bondad a los refugiados y exiliados,
a los segregados y a los niños separados de su hogar;
concede a ellos el retorno a su patria,
y a nosotros, un amor como el tuyo para con los pobres y desterrados.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo,
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo,
y es Dios, por los siglos de los siglos.

Oración sobre las ofrendas
Tú quisiste, Señor, que tu Hijo único diera su vida
para congregar en la unidad a tus hijos dispersos;
te pedimos que este sacrificio
obtenga la unión de los corazones
y acreciente el amor fraterno.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

Antífona de comunión     Sal 90, 2
Di al Señor: Mi refugio y mi baluarte,
mi Dios, en quien confío.

Oración después de la comunión
Dios y Padre nuestro, que nos has alimentado
con un único pan y un único cáliz,
concédenos amar con un corazón sincero a los abandonados,
y a cuantos han tenido que dejar su tierra,
para que un día merezcamos reunirnos, todos, en la patria del cielo.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

 

33. EN TIEMPO DE HAMBRE O POR LOS QUE PADECEN HAMBRE

A


Antífona de entrada Cf. Sal 73, 19

Acuérdate, Señor, de tu alianza,
y no olvides para siempre a tus pobres.

Oración colecta
Dios todopoderoso,
que por tu bondad alimentas a todas las criaturas,
concédenos un amor operante
hacia los hermanos que carecen de alimento,
para que, liberados del flagelo del hambre,
puedan servirte con un corazón confiado.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo,
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo,
y es Dios, por los siglos de los siglos.

Otras oraciones, para ser dichas por los mismos que padecen el hambre, p. 1026.

Oración sobre las ofrendas

Mira esta ofrenda que te presentamos, Señor,
tomada de los dones recibidos de ti,
signo de la abundancia de la vida divina
y de la unidad en el amor;
concédenos, por esta eucaristía,
cumplir el deber de una equitativa distribución de bienes
en un clima de recíproca fraternidad.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

Antífona de comunión     Mt. 11, 28
Vengan a mí todos los que están afligidos y agobiados,
y yo los aliviaré, dice el Señor.

Oración después de la comunión
Dios Padre todopoderoso,
te rogamos que el Pan vivo bajado del cielo
nos impulse a ir en ayuda
de los hermanos que padecen hambre y necesidad.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

 

B

Otras oraciones, para ser proclamadas por los mismos que padecen el hambre


Oración colecta

Dios nuestro, tú no hiciste la muerte,
sino que sustentas la vida de todos;
ten misericordia de tus hijos y líbranos del hambre,
para que podamos servirte con mayor alegría y serenidad.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo,
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo,
y es Dios, por los siglos de los siglos.

Oración sobre las ofrendas
Te ofrecemos los dones de nuestra pobreza, Señor,
y te suplicamos humildemente
que los conviertas en primicia
de tu generosidad paterna.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

Oración después de la comunión
Padre, después de haber recibido
este alimento celestial de tu mano generosa,
te pedimos que nos dé esperanza y vigor en el trabajo,
para que podamos atender eficazmente
a nuestras necesidades y a las de nuestros hermanos.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

 

34. EN CASO DE TERREMOTO


Oración colecta

Dios omnipotente, que afirmaste la tierra sobre sus cimientos,
te pedimos que disipes nuestros temores
y escuches nuestras súplicas,
para que, apaciguados los temblores de la tierra,
experimentemos constantemente tu misericordia
y, seguros de tu protección, te sirvamos con acción de gracias.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo,
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo,
y es Dios, por los siglos de los siglos.

 

35. PARA PEDIR LA LLUVIA


Oración colecta

Dios nuestro en quien vivimos, nos movemos y existimos;
te pedimos que nos concedas la lluvia necesaria
para que, ayudados por los bienes de la tierra,
anhelemos con más confianza los bienes eternos.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo,
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo,
y es Dios, por los siglos de los siglos.

 

36. PARA PEDIR BUEN TIEMPO


Oración colecta
Dios todopoderoso y eterno,
que nos purificas en las situaciones adversas
y nos animas con tu misericordia,
concédenos alegrarnos con un tiempo apacible
y disfrutar los dones de tu bondad,
para gloria tuya y felicidad nuestra.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo,
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo,
y es Dios, por los siglos de los siglos.

 

37. PARA ALEJAR LAS TEMPESTADES


Oración colecta

Dios nuestro, a quien obedecen los elementos de la naturaleza,
escucha nuestra súplica
y aleja de nosotros las tempestades,
para que nuestro temor presente
se convierta en jubilosa acción de gracias.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo,
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo,
y es Dios, por los siglos de los siglos.

 

III. EN DIVERSAS CIRCUNSTANCIAS

38. POR EL PERDÓN DE LOS PECADOS


A


Antífona de entrada     Cf. Sab. 11,24-25.27

Señor, tú eres misericordioso con todos
y no aborreces nada de lo que has hecho;
cierra los ojos a los pecados de los hombres para que se arrepientan
y los perdones, porque tú eres el Señor, nuestro Dios.

Oración colecta
Padre de bondad, escucha nuestras súplicas
y perdona nuestros pecados
para que, por tu misericordia,
recibamos juntamente tu perdón y tu paz.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo,
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo,
y es Dios, por los siglos de los siglos.

O bien:
Ten misericordia de tu pueblo, Señor,
perdona sus pecados
y haz que tu indulgencia
aleje de nosotros lo que merecen nuestras ofensas.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo,
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo,
y es Dios, por los siglos de los siglos.

Otras oraciones (B).

Oración sobre las ofrendas

Te ofrecemos Señor,
este sacrificio de reconciliación y alabanza
para que, mediante tu misericordia, perdones nuestras faltas
y dirijas nuestros corazones vacilantes.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

Prefacio de los domingos «durante el año» IV.

Antífona de comunión     Lc 15,10
Dice el Señor: Los ángeles de Dios se alegran
por un solo pecador que se convierte.

Oración después de la comunión
Concede, Dios misericordioso, a quienes
por este sacrificio hemos recibido el perdón de los pecados,
la gracia de no volver a pecar
y de poderte servir con sincero corazón.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

 

B


Oración colecta

Dios de poder y clemencia,
que para apagar la sed de tu pueblo
transformaste la piedra en fuente de agua viva,
cambia nuestra dureza en lágrimas
y danos un corazón compungido
para que, llorando nuestros pecados,
merezcamos, por tu gran misericordia, el perdón y la paz.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo,
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo,
y es Dios, por los siglos de los siglos.

Oración sobre las ofrendas
Dios de gloria y majestad, mira con bondad estos dones
que te ofrecemos por nuestros pecados
y haz que este sacrificio se convierta en un manantial de gracia,
para que, llorando nuestras faltas,
obtengamos el don del Espíritu Santo
Por Cristo nuestro Señor.

Oración después de la comunión
Señor Dios nuestro, el sacramento que acabamos de recibir
nos haga llorar nuestros pecados
hasta borrar toda iniquidad
y nos obtenga, de tu generosidad, la esperada indulgencia.
Por Cristo nuestro Señor.

 

39. PARA PEDIR LA CASTIDAD


Oración colecta
Señor Dios, envía desde el cielo el don del Espíritu Santo
y enciende con su fuego nuestras almas,
para que te sirvamos con un cuerpo casto
y te agrademos con la pureza de nuestro corazón.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo,
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo,
y es Dios, por los siglos de los siglos.

Oración sobre las ofrendas
Que nuestros dones te sean agradables, Señor,
para que, con tu misericordia,
quienes hemos sido salvados por tu gracia
podamos ofrecerte este sacrificio de alabanza
con plena libertad y con un corazón limpio.
Por Jesucristo nuestro Señor.

Oración después de la comunión
Padre nuestro, por estos sacramentos,
fortalece nuestro cuerpo y nuestro corazón
en el pudor y en la castidad,
para poder conservar en un alma pura
el alimento que acabamos de recibir
Por Jesucristo nuestro Señor.

 

40. PARA PEDIR LA CARIDAD


Antífona de entrada     Ez. 36, 26-28
Dice el Señor: Les arrancaré de su cuerpo el corazón de piedra
y les daré un corazón de carne.
Infundiré mi espíritu en ustedes.
Ustedes serán mi pueblo y yo seré su Dios.

Oración colecta
Señor Dios nuestro,
enciende nuestros corazones con tu Espíritu de amor,
para que podamos pensar siempre lo que es de tu agrado
y amarte sinceramente en nuestros hermanos.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo,
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo,
y es Dios, por los siglos de los siglos.

Oración sobre las ofrendas
Santifica estos dones que te presentamos, Señor,
y al aceptar el sacrificio espiritual
concédenos comunicar a todos tu caridad.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

Antífona de comunión     1Cor 13,13
Ahora existen tres cosas: la fe, la esperanza y el amor.
Pero la más grande de todas es el amor.

Oración después de la comunión
Después de habernos saciado con un único Pan,
te pedimos, Padre,
que derrames sobre nosotros la gracia del Espíritu Santo
y nos renueves, para ser fuertes en el amor perfecto.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

 

41. POR LOS FAMILIARES Y AMIGOS


Antífona de entrada     Cf. Sal 121,6.8
Auguren la paz a Jerusalén,
vivan seguros los que te aman.
Por amor a mis hermanos y amigos,
diré: La paz esté contigo.

Oración colecta
Dios nuestro, que por la gracia del Espíritu Santo
has derramado en el corazón de tus fieles el don de la caridad,
concede bondadosamente a tus hijos la salud del alma y del cuerpo,
para que te amen con todas sus fuerzas
y realicen con amor cuanto te agrada.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo,
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo,
y es Dios, por los siglos de los siglos.

Oración sobre las ofrendas
Ten piedad de tus hijos, Señor,
por quienes te ofrecemos este sacrificio de alabanza,
para que por su eficacia
alcancen la gracia de tu bendición
y la gloria de la felicidad eterna.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

Antífona de comunión     Mt 12, 50
El que hace la voluntad de mi Padre que está en el cielo,
ése es mi hermano, mi hermana y mi madre, dice el Señor.

Oración después de la comunión
Después de celebrar los divinos misterios,
te pedimos, Padre, por nuestros familiares y amigos queridos;
perdona sus pecados, dales tu consuelo y tu amparo
y haz que todos nosotros,
sirviéndote con un mismo corazón,
podamos gozar de la visión de tu rostro.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

 

42. POR LOS QUE NOS HACEN SUFRIR


Antífona de entrada     Lc 6,27-28
Dice el Señor: Amen a sus enemigos, hagan el bien a los que los odian.
Bendigan a los que los maldicen, rueguen por los que los difamen.

Oración colecta
Dios nuestro, que mediante el precepto de la caridad
nos mandas amar sinceramente a quienes nos hacen sufrir;
concédenos seguir los mandamientos de la nueva ley
para devolver bien por mal y sobrellevarnos mutuamente.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo,
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo,
y es Dios, por los siglos de los siglos.

Oración sobre las ofrendas
Te ofrecemos, Señor, este sacrificio por quienes nos ofenden,
con el deseo de vivir en paz con todos;
así conmemoraremos de verdad la muerte de tu Hijo,
que nos ha reconciliado contigo en el amor.
Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.

Antífna de comunión     Mt 5, 9-10
Felices los que trabajan por la paz, porque serán llamados hijos de Dios.
Felices los que son perseguidos por practicar la justicia,
porque a ellos les pertenece el reino de los cielos.

Oración después de la comunión
Por estos misterios de nuestra paz,
te pedimos, Padre,
la gracia de vivir en armonía con todos
de procurar que nuestros enemigos vuelvan a ti,
y que nos podamos reconciliar entre nosotros.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

 

43. POR QUIENES ESTÁN PRIVADOS INJUSTAMENTE DE SU LIBERTAD


Antífona de entrada     Sal 87,2-3
Señor, mi Dios y mi Salvador,
día y noche estoy clamando ante ti:
que mi plegaria llegue a tu presencia;
inclina tu oído a mi clamor.

Oración colecta
Dios Padre, tu Hijo tomó la condición de siervo
para liberar al género humano de la esclavitud del pecado;
concede a quienes están privados de libertad
aquella dignidad que concediste a todos los hombres
por ser hijos tuyos.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo,
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo,
y es Dios, por los siglos de los siglos.

Oración sobre las ofrendas
Te ofrecemos, Señor, este sacramento de nuestra redención,
y te pedimos que libres del cautiverio a tus hijos
y les concedas gozar de una perfecta libertad de espíritu.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

Antífona de comunión     Sal 68,31.34
Alabaré con cantos el nombre de Dios,
y proclamaré su grandeza dando gracias.
Porque el señor escucha a los pobres
y no desprecia a sus cautivos.

Oración después de la comunión
Al recordar en este sacrificio el precio de nuestra libertad,
imploramos, Padre, tu misericordia
en favor de nuestros hermanos,
para que se vean liberados de sus cadenas
y puedan ser testigos de tu justicia.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

 

44. POR LOS ENCARCELADOS


Oración colecta

Dios todopoderoso y lleno de misericordia,
sólo tú conoces los corazones, reconoces al justo
y puedes justificar al culpable.
Escucha nuestros ruegos por tus hijos encarcelados,
para que tengan paciencia y esperanza en su aflicción,
y puedan reintegrarse pronto y sin obstáculos a su vida cotidiana.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo,
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo,
y es Dios, por los siglos de los siglos.

Para los encarcelados a causa del Evangelio se puede utilizar las oraciones <<Por los cristianos que sufren persecución>>. p. 1010.

 

45. POR LOS ENFERMOS


Antífona de entrada     Sal 6,3-4
Ten piedad de mí, Señor, porque me faltan las fuerzas;
sáname, porque mis huesos se estremecen,
y mi alma está atormentada.

O bien:     Cf. Is 53,4
El Señor soportaba nuestros sufrimientos
y cargaba con nuestras dolencias.

Oración colecta
Dios nuestro, que quisiste
que tu Hijo unigénito llevara sobre sí nuestras debilidades
para manifestar el valor de la enfermedad soportada pacientemente,
escucha nuestros ruegos por nuestros hermanos enfermos
y cuantos sufren el dolor, la aflicción o la enfermedad;
concédeles la gracia de sentirse elegidos
entre aquellos que tu Hijo proclamó bienaventurados
y saber que están unidos a su Pasión
para la salvación del mundo.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo,
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo,
y es Dios, por los siglos de los siglos.

O bien:
Dios todopoderoso y eterno, salud de los que creen en ti;
escucha las súplicas que te dirigimos
en favor de tus hijos enfermos
y, con el auxilio de tu misericordia, devuélveles la salud,
para que puedan darte gracias y alabarte en tu Iglesia.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo,
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo,
y es Dios, por los siglos de los siglos.

Oración sobre las ofrendas
Dios providente, en tus manos está nuestra vida;
recibe los ruegos y oblaciones que te ofrecemos,
implorando tu misericordia por nuestros hermanos enfermos,
para que mejore su salud y podamos alegrarnos con ellos.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

Antífona de comunión     Col 1,24
Completo en mi carne lo que falta a los padecimientos de Cristo,
para bien de su cuerpo, que es la Iglesia.

Oración después de la comunión
Dios nuestro, tú eres el auxilio en la debilidad humana;
ayuda con tu poder a tus hijos enfermos
para que, aliviados por tu misericordia,
puedan volver participar, en tu Iglesia,
de la asamblea de los fieles.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

 

46. POR LOS MORIBUNDOS


Antífona de entrada     Rm 14,7-8
Ninguno de nosotros vive para sí, ni tampoco muere para sí.
Si vivimos, vivimos para el Señor,
y si morimos, morimos para el Señor.
Tanto en la vida como en la muerte, pertenecemos al Señor.

O bien:     Cf. Is 53,4
El Señor soportaba nuestros sufrimientos
y cargaba con nuestras dolencias.

Oración colecta
Dios todopoderoso y lleno de misericordia,
que a través de la muerte
abriste al género humano la puerta de la Vida eterna;
mira con bondad a tu hijo (a) agonizante,
para que asociado (a) a la Pasión de Jesús
pueda presentarse ante ti libre de pecado.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo,
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo,
y es Dios, por los siglos de los siglos.

O bien, por los que morirán en el día de hoy:
Dios todopoderoso y lleno de misericordia,
que siempre manifiestas tu amor a todas las criaturas,
escucha nuestras oraciones por los que hoy van a morir,
para que redimidos por la Sangre preciosa de tu Hijo,
puedan salir de este mundo sin mancha de pecado
y descansar eternamente en el seno de tu amor.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo,
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo,
y es Dios, por los siglos de los siglos.

Oración sobre las ofrendas
Recibe, Señor, la ofrenda que te presentamos
por tu hijo (a) moribundo (a),
y por ella perdona todos sus pecados,
para que habiendo soportado el sufrimiento
que en tu providencia dispusiste,
alcance la vida eterna.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

Antífona de comunión     Col 1,24
Completo en mi carne lo que falta a los padecimientos de Cristo,
para bien de su cuerpo que es la Iglesia.

O bien:     Jn 6, 54
Dice el Señor: El que come mi carne y bebe mi sangre,
tiene Vida eterna, y yo lo resucitaré en el último día.

Oración después de la comunión
Te pedimos, Padre, por la eficacia de este sacramento,
que confortes piadosamente a tu hijo (a),
para que en la hora de la muerte,
pueda vencer al enemigo
y entrar con tus ángeles en la vida eterna.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

 

47. PARA PEDIR LA GRACIA DE UNA BUENA MUERTE


Antífona de entrada     Sal 22, 4
Aunque camine por oscuras quebradas, no temeré ningún mal,
porque tú estás conmigo: tu vara y tu bastón me infunden confianza.

Oración colecta
Dios Padre, que nos creaste a tu imagen
y quisiste que tu Hijo muriera por nosotros;
te pedimos la gracia de vivir en oración constante,
para que al dejar este mundo, libres de pecado,
merezcamos descansar con alegría en tus brazos.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo,
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo,
y es Dios, por los siglos de los siglos.

Oración sobre las ofrendas
Señor, tú destruiste nuestra muerte,
con la muerte de tu Hijo unigénito;
por la eficacia de este sacramento,
concédenos que, obedeciendo tu voluntad hasta el fin,
dejemos este mundo con paz y confianza
y lleguemos por tu misericordia a participar de la resurrección.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

Prefacio común V o VI.

Antífona de comunión     Rm 14, 7-8
Ninguno de nosotros vive para sí ni tampoco muere para sí.
Si vivimos, vivimos para el Señor,
y si morimos, morimos para el Señor:
tanto en la vida como en la muerte pertenecemos al Señor.

O bien:     Lc 21, 36
Estén prevenidos y oren incesantemente,
para comparecer seguros ante el Hijo del hombre.

Oración después de la comunión
Después de recibir, en estos misterios
el anticipo de la inmortalidad,
te pedimos, Padre, que nos ayudes con tu gracia
en el momento de nuestra muerte,
de manera que superadas las insidias del enemigo
podamos saciarnos para siempre de tu gloria.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

 

48. PARA CUALQUIER NECESIDAD


A


Antífona de entrada

Yo soy el salvador de mi pueblo, dice el Señor.
Lo escucharé cuando me invoque en su angustia,
y seré su Señor para siempre.

Oración colecta
Dios nuestro, tú eres el refugio en las fatigas,
la fuerza en la debilidad y el consuelo en la tristeza;
ten compasión de tu pueblo y purifícalo en la adversidad,
para que pueda luego disfrutar del alivio de tu misericordia.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo,
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo,
y es Dios, por los siglos de los siglos.

Oración sobre las ofrendas
Señor Dios, recibe con misericordia la ofrenda de tu familia,
para que, bajo tu tu protección,
no pierda los dones recibidos y alcance los bienes eternos.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

Antífona de comunión     Mt. 11, 28
Vengan a mí todos los que están afligidos y agobiados,
y yo los aliviaré, dice el Señor.

Oración después de la comunión
Padre santo, por la Eucaristía que hemos recibido,
concédenos experimentar ayuda para el alma y el cuerpo;
y así, restaurado todo nuestro ser,
alcanzar la plenitud de la salvación.
Por Jesucristo nuestro Señor.

 

B


Antífona de entrada     Cf. Sal 43, 27

Levántate, Señor, ven a socorrernos;
líbranos por tu misericordia.

Oración colecta
Padre todopoderoso y lleno de misericordia,
mira con bondad nuestra aflicción,
libra a tus hijos de la carga que los oprime y afianza su fe,
para que siempre confíen en tu providencia paternal.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo,
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo,
y es Dios, por los siglos de los siglos.

Oración sobre las ofrendas
Acepta, Señor, los dones que confiadamente te ofrecemos,
y convierte en sacrificio agradable a ti
el amargo dolor que nos aflige.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

Antífona de comunión     Jn 16, 23-24
Dice el Señor: Todo lo que pidan al Padre, él se lo concederá en mi nombre.
Pidan y recibirán, y tendrán una alegría que será perfecta.

Oración después de la comunión
Señor y Dios nuestro,
después de habernos renovado y fortalecido con esta eucaristía,
te pedimos que nos ayudes a sobrellevar los sufrimientos
y que reconfortar a nuestros hermanos angustiados.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

 

C

Otras oraciones


Oración colecta

Dios de bondad, tú conoces que por nuestra fragilidad
no llegamos a sobrellevar tantos peligros que nos asechan;
concédenos la salud corporal y espiritual
para que, ayudados por ti,
superemos los padecimientos causados por nuestros pecados.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo,
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo,
y es Dios, por los siglos de los siglos.

O bien:
Padre, concede a tu pueblo
evitar toda insidia diabólica
y servirte sólo a ti con alma pura.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo,
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo,
y es Dios, por los siglos de los siglos.

Oración sobre las ofrendas
Recibe, Señor, nuestras ofrendas y ruegos,
y, por tu gran misericordia
haz que nos veamos libres de los males que nos afligen,
merecidos por nuestros pecados.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

Oración después de la comunión
Apiádate, Señor, de nosotros
y por los méritos de la Pasión de tu Hijo
líbranos de la tribulación que nuestros pecados merecen.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

 

49. PARA DAR GRACIAS A DIOS

A


Antífona de entrada     Ef 5, 19-20

Canten y celebren al Señor de todo corazón.
Siempre y por cualquier motivo,
den gracias a Dios, nuestro Padre,
en nombre de nuestro señor Jesucristo.

Oración colecta
Dios nuestro, que siempre nos escuchas en nuestra aflicción,
te damos gracias por tu bondad
y te pedimos que, liberados de todos los males,
podamos servirte siempre con alegría.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo,
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo,
y es Dios, por los siglos de los siglos.

Oración sobre las ofrendas
Padre santo, tú nos diste a tu Hijo
para salvarnos de la muerte y de todos los males;
acepta con bondad este sacrificio
que te ofrecemos en acción de gracias
por habernos liberado de nuestras aflicciones.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

Prefacio común IV.

Antífona de comunión     Cf. Sal 137, 1
Señor, te doy gracias de todo corazón
porque has escuchado las palabras de mi boca.

O bien:     Sal 115, 12-13
¿Con qué pagaré al Señor todo el bien que me hizo?
Alzaré la copa de la salvación, e invocaré el nombre del Señor.

Oración después de la comunión
Dios todopoderoso, por este Pan de vida
nos libras de las ataduras del pecado
y renuevas nuestras fuerzas;
te pedimos que acrecientes sin cesar en nosotros
la esperanza de la gloria.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

 

B

Otras oraciones


Oración colecta

Dios y Padre de todos los dones,
de quien procede cuanto tenemos y somos,
enséñanos a reconocer los beneficios de tu inmensa bondad
y a amarte con todo nuestro corazón
y con todas nuestras fuerzas.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo,
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo,
y es Dios, por los siglos de los siglos.

Oración sobre las ofrendas
Te ofrecemos, Señor,
este sacrificio de alabanza por los dones recibidos,
y te rogamos que dirijamos a la gloria de tu Nombre
lo que sin mérito nuestro nos concediste.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

Oración después de la comunión
Dios y Padre nuestro,
tú nos entregaste como alimento espiritual
este sacramento de la salvación de tu Hijo,
que hemos ofrecido en acción de gracias;
danos fortaleza y alegría para que podamos servirte con mayor fervor
y alcanzar nuevos beneficios.
Por Jesucristo, nuestro Señor.