PREFACIO DE PASCUA I
EL MISTERIO PASCUAL

45. Este prefacio se dice durante el tiempo pascual.
En la Misa de la Vigilia pascual se dice
«en esta noche»; el día de pascua y durante la octava: «en este día»; en las restantes Misas: «en este tiempo».

V.
El Señor esté con ustedes.
R. Y con tu espíritu.

V. Levantemos el corazón.
R. Lo tenemos levantado hacia el Señor.

V. Demos gracias al Señor, nuestro Dios.
R. Es justo y necesario.

En verdad es justo y necesario,
es nuestro deber y salvación
glorificarte siempre, Señor;
pero más que nunca en (esta noche) (este día) (este tiempo)
en que Cristo, nuestra Pascua, ha sido inmolado.

Porque Él es el verdadero Cordero
que quitó el pecado del mundo:
muriendo destruyó nuestra muerte,
y resucitando restauró nuestra vida.

Por eso, con esta efusión del gozo pascual,
el mundo entero está llamado a la alegría
junto con los ángeles y los arcángeles
que cantan un himno a tu gloria, diciendo sin cesar:

Santo, Santo, Santo es el Señor,
Dios del Universo.
Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria.
Hosanna en el cielo.
Bendito el que viene en nombre del Señor.
Hosanna en el cielo.

Durante la Octava de Pascua, en las Plegarias eucarísticas se utilizan los elementos propios.

PREFACIO DE PASCUA II
LA NUEVA VIDA EN CRISTO

46. Este prefacio se dice durante el tiempo pasacual.

V.
El Señor esté con ustedes.
R. Y con tu espíritu.

V. Levantemos el corazón.
R. Lo tenemos levantado hacia el Señor.

V. Demos gracias al Señor, nuestro Dios.
R. Es justo y necesario.

En verdad es justo y necesario,
es nuestro deber y salvación
glorificarte siempre, Señor;
pero más que nunca en este tiempo
en que Cristo, nuestra Pascua, ha sido inmolado.

Por Él, los hijos de la luz nacen a la Vida eterna,
y se abren para los creyentes las puertas del reino de los cielos,
porque en la muerte de Cristo
nuestra muerte ha sido vencida,
y en su Resurrección
todos hemos resucitado a la Vida.

Por eso, con esta efusión del gozo pascual,
el mundo entero está llamado a la alegría
junto con los ángeles y los arcángeles
que cantan un himno a tu gloria, diciendo sin cesar:

Santo, Santo, Santo es el Señor,
Dios del Universo.
Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria.
Hosanna en el cielo.
Bendito el que viene en nombre del Señor.
Hosanna en el cielo.

PREFACIO DE PASCUA III
CRISTO VIVE PARA INTERCEDER SIEMPRE POR NOSOTROS

47. Este prefacio se dice durante el tiempo pascual.

V.
El Señor esté con ustedes.
R. Y con tu espíritu.

V. Levantemos el corazón.
R. Lo tenemos levantado hacia el Señor.

V. Demos gracias al Señor, nuestro Dios.
R. Es justo y necesario.

En verdad es justo y necesario,
es nuestro deber y salvación
glorificarte siempre, Señor;
pero más que nunca en este tiempo
en que Cristo, nuestra Pascua, ha sido inmolado.

Él sigue ofreciéndose por nosotros
e intercede constantemente en nuestro favor;
inmolado ya no muere más,
muerto vive para siempre.

Por eso, con esta efusión del gozo pascual,
el mundo entero está llamado a la alegría
junto con los ángeles y los arcángeles
que cantan un himno a tu gloria, diciendo sin cesar:

Santo, Santo, Santo es el Señor,
Dios del Universo.
Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria.
Hosanna en el cielo.
Bendito el que viene en nombre del Señor.
Hosanna en el cielo.

PREFACIO DE PASCUA IV
LA RESTAURACIÓN DEL UNIVERSO POR EL MISTERIO PASCUAL

48. Este prefacio se dice durante el tiempo pascual.

V.
El Señor esté con ustedes.
R. Y con tu espíritu.

V. Levantemos el corazón.
R. Lo tenemos levantado hacia el Señor.

V. Demos gracias al Señor, nuestro Dios.
R. Es justo y necesario.

En verdad es justo y necesario,
es nuestro deber y salvación
glorificarte siempre, Señor;
pero más que nunca en este tiempo
en que Cristo, nuestra Pascua, ha sido inmolado.

Porque con la destrucción del pecado
son renovadas todas las cosas,
y queda restaurada en Cristo
la plenitud de nuestra vida.

Por eso, con esta efusión del gozo pascual,
el mundo entero está llamado a la alegría
junto con los ángeles y los arcángeles
que cantan un himno a tu gloria, diciendo sin cesar:

Santo, Santo, Santo es el Señor,
Dios del Universo.
Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria.
Hosanna en el cielo.
Bendito el que viene en nombre del Señor.
Hosanna en el cielo.

PREFACIO DE PASCUA V
CRISTO, SACERDOTE Y VÍCTIMA

49. Este prefacio se dice durante el tiempo pascual.

V.
El Señor esté con ustedes.
R. Y con tu espíritu.

V. Levantemos el corazón.
R. Lo tenemos levantado hacia el Señor.

V. Demos gracias al Señor, nuestro Dios.
R. Es justo y necesario.

En verdad es justo y necesario,
es nuestro deber y salvación
glorificarte siempre, Señor;
pero más que nunca en este tiempo
en que Cristo, nuestra Pascua, ha sido inmolado.

Por la ofrenda de su Cuerpo realizada en la cruz,
él llevó a su plenitud
los sacrificios de la antigua alianza
y al entregarse a ti, Padre, para salvarnos,
se hizo por nosotros sacerdote, altar y víctima.

Por eso, con esta efusión del gozo pascual,
el mundo entero está llamado a la alegría
junto con los ángeles y los arcángeles
que cantan un himno a tu gloria, diciendo sin cesar:

Santo, Santo, Santo es el Señor,
Dios del Universo.
Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria.
Hosanna en el cielo.
Bendito el que viene en nombre del Señor.
Hosanna en el cielo.

PREFACIO DE LA ASCENSIÓN DEL SEÑOR I
EL MISTERIO DE LA ASCENSIÓN

50. Este prefacio se dice el día de la Ascensión del Señor; puede decirse también en los días después de la Ascensión hasta el sábado antes de Pentecostés en aquellas misas que no tienen prefacio propio.

V.
El Señor esté con ustedes.
R. Y con tu espíritu.

V. Levantemos el corazón.
R. Lo tenemos levantado hacia el Señor.

V. Demos gracias al Señor, nuestro Dios.
R. Es justo y necesario.

En verdad es justo y necesario,
es nuestro deber y salvación
darte gracias siempre y en todo lugar,
Señor, Padre santo,
Dios todopoderoso y eterno:

Porque el Señor Jesús, Rey de la gloria,
triunfador del pecado y de la muerte,
ante la admiración de los ángeles
ascendió (hoy) a lo más alto de los cielos,
como Mediador entre Dios y los hombres,
Juez del mundo y Señor de los espíritus celestiales.
No lo hizo para apartarse
de la pequeñez de nuestra condición humana
sino para que lo segamos confiadamente como miembros suyos,
al lugar donde nos precedió él,
cabeza y principio de todos nosotros.

Por eso, con esta efusión del gozo pascual,
el mundo entero está llamado a la alegría
junto con los ángeles y los arcángeles
que cantan un himno a tu gloria, diciendo sin cesar:

Santo, Santo, Santo es el Señor,
Dios del Universo.
Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria.
Hosanna en el cielo.
Bendito el que viene en nombre del Señor.
Hosanna en el cielo.

El día de la Ascensión en las Plegarias eucarísticas I, II y III se utilizan los elementos propios.

PREFACIO DE LA ASCENSIÓN DEL SEÑOR II
EL MISTERIO DE LA ASCENSIÓN

51. Este prefacio se dice el día de la Ascensión del Señor; puede decirse también en los días después de la Ascensión hasta el sábado antes de Pentecostés en aquellas misas que no tienen prefacio propio.

V.
El Señor esté con ustedes.
R. Y con tu espíritu.

V. Levantemos el corazón.
R. Lo tenemos levantado hacia el Señor.

V. Demos gracias al Señor, nuestro Dios.
R. Es justo y necesario.

Realmente es justo y necesario,
es nuestro deber y salvación
darte gracias siempre y en todo lugar,
Señor, Padre santo,
Dios todopoderoso y eterno,
por Cristo, Señor nuestro.

Él mismo después de su resurrección,
se apareció visiblemente a todos sus discípulos,
y ante sus ojos, fue elevado al cielo,
para hacernos compartir su divinidad.

Por eso, con esta efusión del gozo pascual,
el mundo entero está llamado a la alegría
junto con los ángeles y los arcángeles
que cantan un himno a tu gloria, diciendo sin cesar:

Santo, Santo, Santo es el Señor,
Dios del Universo.
Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria.
Hosanna en el cielo.
Bendito el que viene en nombre del Señor.
Hosanna en el cielo

El día de la Ascensión en las Plegarias eucarísticas I, II y III se utilizan los elementos propios.

PREFACIO PARA DESPUÉS DE LA ASCENSIÓN
LA ESPERA DEL ESPÍRITU SANTO

51b. Este prefacio puede decirse en los días después de la Ascensión hasta el sábado antes de Pentecostés en las misas que no tienen prefacio propio.

V.
El Señor esté con ustedes.
R. Y con tu espíritu.

V. Levantemos el corazón.
R. Lo tenemos levantado hacia el Señor.

V. Demos gracias al Señor, nuestro Dios.
R. Es justo y necesario.

En verdad es justo y necesario
que todas las criaturas, en el cielo y en la tierra,
se unan en tu alabanza,
Dios todopoderoso y eterno,
por Jesucristo, tu Hijo, Señor del universo.

Él mismo,
habiendo entrado en el santuario del cielo una vez para siempre,
intercede ahora por nosotros
como mediador que asegura la perpetua efusión del Espíritu.

Pastor y obispo de nuestras almas,
nos invita a la plegaria unánime,
a ejemplo de María y los Apóstoles,
en la espera de un nuevo Pentecostés.

Por este misterio de santificación y de amor,
unidos a los ángeles y a los santos,
cantamos sin cesar el himno de tu gloria:

Santo, Santo, Santo es el Señor,
Dios del Universo.
Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria.
Hosanna en el cielo.
Bendito el que viene en nombre del Señor.
Hosanna en el cielo.