COMÚN DE LA VIRGEN MARÍA
Esquemas propuestos
Primer esquema:
La Madre del Mesías
Dios le dará el trono de David, su padre
Lectura del segundo libro de Samuel 7, 1-5. 8b-11. 16
Cuando David se estableció en su casa y el Señor le dio paz, librándolo de todos
sus enemigos de alrededor, el rey dijo al profeta Natán: «Mira, yo habito en una
casa de cedro, mientras el Arca de Dios está en una tienda de campaña.»
Natán respondió al rey: «Ve a hacer todo lo que tienes pensado, porque el Señor
está contigo.»
Pero aquella misma noche, la palabra del Señor llegó a Natán en estos términos:
«Ve a decirle a mi servidor David: Así habla el Señor: ¿Eres tú el que me va a
edificar una casa para que yo la habite?
Yo te saqué del campo de pastoreo, de detrás del rebaño, para que fueras el jefe
de mi pueblo Israel. Estuve contigo dondequiera que fuiste y exterminé a todos
tus enemigos delante de ti. Yo haré que tu nombre sea tan grande como el de los
grandes de la tierra.
Fijaré un lugar para mi pueblo Israel y lo plantaré para que tenga allí su
morada. Ya no será perturbado, ni los malhechores seguirán oprimiéndolo como lo
hacían antes, desde el día en que establecí Jueces sobre mi pueblo Israel. Yo te
he dado paz, librándote de todos tus enemigos. Y el Señor te ha anunciado que él
mismo te hará una casa.
Tu casa y tu reino durarán eternamente delante de mí, y tu trono será estable
para siempre.»
Palabra de Dios.
O bien:
Dios envió su Hijo, nacido de una mujer
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los cristianos de Galacia 4, 4-7
Hermanos:
Cuando se cumplió el tiempo establecido, Dios envió a su Hijo, nacido de una
mujer y sujeto a la Ley, para redimir a los que estaban sometidos a la Ley y
hacernos hijos adoptivos.
Y la prueba de que ustedes son hijos, es que Dios infundió en nuestros corazones
el Espíritu de su Hijo, que clama a Dios llamándolo ¡Abba!, es decir, ¡Padre!
Así, ya no eres más esclavo, sino hijo, y por lo tanto, heredero por la gracia
de Dios.
Palabra de Dios.
SALMO RESPONSORIAL 112, 1- 8
R. ¡Bendito sea el nombre del Señor para siempre!
Alaben, servidores del Señor,
alaben el nombre del Señor.
Bendito sea el nombre del Señor,
desde ahora y para siempre. R.
Desde la salida del sol hasta su ocaso,
sea alabado el nombre del Señor.
El Señor está sobre todas las naciones,
su gloria se eleva sobre el cielo. R.
¿Quién es como el Señor, nuestro Dios,
que tiene su morada en las alturas,
y se inclina para contemplar
el cielo y la tierra? R.
El levanta del polvo al desvalido,
alza al pobre de su miseria,
para hacerlo sentar entre los nobles,
entre los nobles de su pueblo. R.
ALELUIA Cf. Lc 1, 28
Aleluia.
¡Alégrate, María, llena de gracia, el Señor está contigo,
bendita tú eres entre las mujeres!
Aleluia.
EVANGELIO
Concebirás y darás a luz un hijo
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas 1, 26-38
El Ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret,
a una virgen que estaba comprometida con un hombre perteneciente a la familia de
David, llamado José. El nombre de la virgen era María.
El Ángel entró en su casa y la saludó, diciendo: «¡Alégrate!, llena de gracia,
el Señor está contigo.»
Al oír estas palabras, ella quedó desconcertada y se preguntaba qué podía
significar ese saludo.
Pero el Ángel le dijo: «No temas, María, porque Dios te ha favorecido.
Concebirás y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús; él será grande
y será llamado Hijo del Altísimo. El Señor Dios le dará el trono de David, su
padre, reinará sobre la casa de Jacob para siempre y su reino no tendrá fin.»
María dijo al Ángel: «¿Cómo puede ser eso, si yo no tengo relaciones con ningún
hombre?»
El Ángel le respondió: «El Espíritu Santo descenderá sobre ti y el poder del
Altísimo te cubrirá con su sombra. Por eso el niño será Santo y será llamado
Hijo de Dios. También tu parienta Isabel concibió un hijo a pesar de su vejez, y
la que era considerada estéril, ya se encuentra en su sexto mes, porque no hay
nada imposible para Dios.»
María dijo entonces: «Yo soy la servidora del Señor, que se cumpla en mí lo que
has dicho.» Y el Ángel se alejó.
Palabra del Señor.
Segundo esquema:
La Virgen Madre
Mirad, la virgen está embarazada
Lectura del libro del profeta Isaías 7, 10-14; 8, 10c
El Señor habló a Ajaz en estos términos: «Pide para ti un signo de parte del
Señor, en lo profundo del Abismo, o arriba, en las alturas.» Pero Ajaz
respondió: «No lo pediré ni tentaré al Señor.»
Isaías dijo: «Escuchen, entonces, casa de David: ¿Acaso no les basta cansar a
los hombres, que cansan también a mi Dios? Por eso el Señor mismo les dará un
signo. Miren, la joven está embarazada y dará a luz un hijo, y lo llamará con el
nombre de Emanuel, que significa Dios está con nosotros.»
Palabra de Dios.
O bien:
Dios nos ha elegido en Cristo, antes de la creación del mundo
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los cristianos de Efeso 1, 3-6. 11-12
Bendito sea Dios, el Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos ha bendecido en
Cristo con toda clase de bienes espirituales en el cielo, y nos ha elegido en
Él, antes de la creación del mundo, para que fuéramos santos e irreprochables en
su presencia, por el amor.
El nos predestinó a ser sus hijos adoptivos por medio de Jesucristo, conforme al
beneplácito de su voluntad, para alabanza de la gloria de su gracia, que nos dio
en su Hijo muy querido.
En Él, nosotros, los que hemos puesto nuestra esperanza en Él, hemos sido
constituidos herederos y destinados de antemano, para ser alabanza de su gloria,
según el previo designio del que realiza todas las cosas conforme a su voluntad.
Palabra de Dios.
SALMO RESPONSORIAL Lc 1, 46- 55
R. El Todopoderoso ha hecho en mí grandes cosas.
Mi alma canta la grandeza del Señor,
y mi espíritu se estremece de gozo en Dios, mi Salvador,
porque Él miró con bondad la pequeñez de su servidora.
En adelante todas las generaciones me llamarán feliz. R.
Desplegó la fuerza de su brazo,
dispersó a los soberbios de corazón.
Derribó a los poderosos de su trono
y elevó a los humildes.
Colmó de bienes a los hambrientos
y despidió a los ricos con las manos vacías. R.
Socorrió a Israel, su servidor,
acordándose de su misericordia,
como lo había prometido a nuestros padres,
en favor de Abraham
y de su descendencia para siempre. R.
ALELUIA
Aleluia.
¡Eres feliz, santa Virgen María, y digna de toda alabanza;
de ti nació el sol de la justicia, Cristo, nuestro Dios!
Aleluia.
EVANGELIO
Lo que ha sido engendrado en ella
proviene del Espíritu Santo
Texto breve: omitir lo que está entre corchetes
+ Lectura del santo Evangelio según san Mateo 1, 1-16. 18-23
[Genealogía de Jesucristo, hijo de David, hijo de Abraham:
Abraham fue padre de Isaac;
Isaac, padre de Jacob;
Jacob, padre de Judá y de sus hermanos.
Judá fue padre de Fares y de Zará,
y la madre de estos fue Tamar.
Fares fue padre de Esrón;
Esrón padre de Arám;
Arám, padre de Aminadab;
Aminadab, padre de Naasón; Naasón, padre de Salmón.
Salmón fue padre de Booz, y la madre de este fue Rahab.
Booz fue padre de Obed, y la madre de este fue Rut.
Obed fue padre de Jesé;
Jesé, padre del rey David.
David fue padre de Salomón, y la madre de este fue la que había sido mujer de
Urías.
Salomón fue padre de Roboám;
Roboám, padre de Abías;
Abías, padre de Asá;
Asá, padre de Josafat;
Josafat, padre de Jorám;
Jorám, padre de Ozías.
Ozías fue padre de Joatám;
Joatám, padre de Acaz;
Acaz, padre de Ezequías;
Ezequías, padre de Manasés.
Manasés fue padre de Amón;
Amón, padre de Josías;
Josías, padre de Jeconías y de sus hermanos,
durante el destierro en Babilonia.
Después del destierro en Babilonia:
Jeconías fue padre de Salatiel;
Salatiel, padre de Zorobabel;
Zorobabel, padre de Abiud;
Abiud, padre de Eliacím;
Eliacím, padre de Azor.
Azor fue padre de Sadoc;
Sadoc, padre de Aquím;
Aquím, padre de Eliud;
Eliud, padre de Eleazar;
Eleazar, padre de Matán;
Matán, padre de Jacob.
Jacob fue padre de José, el esposo de María,
de la cual nació Jesús, que es llamado Cristo.]
Éste fue el origen de Jesucristo:
María, su madre, estaba comprometida con José y, cuando todavía no habían vivido
juntos, concibió un hijo por obra del Espíritu Santo. José, su esposo, que era
un hombre justo y no quería denunciarla públicamente, resolvió abandonarla en
secreto.
Mientras pensaba en esto, el Ángel del Señor se le apareció en sueños y le dijo:
«José, hijo de David, no temas recibir a María, tu esposa, porque lo que ha sido
engendrado en ella proviene del Espíritu Santo. Ella dará a luz un hijo, a quien
pondrás el nombre de Jesús, porque él salvará a su Pueblo de todos sus pecados.»
Todo esto sucedió para que se cumpliera lo que el Señor había anunciado por el
Profeta:
«La Virgen concebirá
y dará a luz un hijo a quien pondrán el nombre de Emanuel»,
que traducido significa: «Dios con nosotros.»
Palabra del Señor.
Tercer esquema:
María, Arca de la Nueva Alianza
Introdujeron el arca de Dios y la
colocaron en medio de la carpa
que David había hecho levantar para ella
Lectura del primer libro de los Crónicas 15, 3-4. 15-16; 16, 1-2
David reunió en Jerusalén a todo Israel, para hacer subir el Arca del Señor al
lugar que le había preparado. También reunió a los hijos de Aarón y a los
levitas.
Los hijos de los levitas trasladaron el Arca de Dios, sosteniéndola sobre sus
hombros con unas andas, como lo había ordenado Moisés según la palabra del
Señor. David ordenó a los jefes de los levitas que organizaran a sus hermanos
los cantores, con instrumentos musicales, arpas, cítaras y címbalos, para que
los hicieran resonar alegremente.
Luego introdujeron el Arca de Dios y la colocaron en medio de la Carpa que David
había hecho levantar para ella, y ofrecieron delante de Dios holocaustos y
sacrificios de comunión.
Cuando David terminó de ofrecer los holocaustos y los sacrificios de comunión,
bendijo al pueblo en nombre del Señor.
Palabra de Dios.
O bien:
A los que Dios conoció de antemano, los predestinó
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los cristianos de Roma 8, 28-30
Hermanos:
Sabemos, además, que Dios dispone todas las cosas para el bien de los que lo
aman, de aquellos que él llamó según su designio.
En efecto, a los que Dios conoció de antemano, los predestinó a reproducir la
imagen de su Hijo, para que él fuera el Primogénito entre muchos hermanos; y a
los que predestinó, también los llamó; y a los que llamó, también los justificó;
y a los que justificó, también los glorificó.
Palabra de Dios.
SALMO RESPONSORIAL Lc 1, 46- 55
R. El Todopoderoso ha hecho en mí grandes cosas.
Mi alma canta la grandeza del Señor,
y mi espíritu se estremece de gozo en Dios, mi Salvador,
porque Él miró con bondad la pequeñez de su servidora.
En adelante todas las generaciones me llamarán feliz. R.
Porque el Todopoderoso ha hecho en mi grandes cosas:
¡su Nombre es santo!
Su misericordia se extiende de generación en generación
sobre aquellos que lo temen. R.
Desplegó la fuerza de su brazo,
dispersó a los soberbios de corazón.
Derribó a los poderosos de su trono
y elevó a los humildes.
Colmó de bienes a los hambrientos
y despidió a los ricos con las manos vacías. R.
Socorrió a Israel, su servidor,
acordándose de su misericordia,
como lo había prometido a nuestros padres,
en favor de Abraham
y de su descendencia para siempre. R.
ALELUIA Cf. Lc 1, 28
Aleluia.
¡Alégrate, María, llena de gracia, el Señor está contigo,
bendita tú eres entre las mujeres!
Aleluia.
EVANGELIO
Feliz de ti por haber creído
+
Lectura del santo Evangelio según san Lucas 1, 39-47Cuarto esquema:
María, Madre del Redentor
Pondré enemistas entre tu linaje y el linaje de la mujer
Lectura del libro del Génesis 3, 9-15. 20
Después que Adán comió del árbol, el Señor Dios lo llamó y le dijo: «¿Dónde
estás?»
«Oí tus pasos por el jardín, respondió él, y tuve miedo porque estaba desnudo.
Por eso me escondí.»
El replicó: «¿Y quién te dijo que estabas desnudo? ¿Acaso has comido del árbol
que yo te prohibí?»
El hombre respondió: «La mujer que pusiste a mi lado me dio el fruto y yo comí
de él.»
El Señor Dios dijo a la mujer: «¿Cómo hiciste semejante cosa?»
La mujer respondió: «La serpiente me sedujo y comí.»
Y el Señor Dios dijo a la serpiente: «Por haber hecho esto, maldita seas entre
todos los animales domésticos y entre todos los animales del campo. Te
arrastrarás sobre tu vientre, y comerás polvo todos los días de tu vida. Pondré
enemistad entre ti y la mujer, entre tu linaje y el suyo. El te aplastará la
cabeza y tú le acecharás el talón.»
El hombre dio a su mujer el nombre de Eva, por ser ella la madre de todos los
vivientes.
Palabra de Dios.
O bien:
Donde abundó el pecado, sobreabundó la gracia
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los cristianos de Roma 5, 12. 17-19
Hermanos:
Por lo tanto, por un solo hombre entró el pecado en el mundo, y por el pecado la
muerte, y así la muerte pasó a todos los hombres, porque todos pecaron.
En efecto, si por la falta de uno solo reinó la muerte, con mucha más razón,
vivirán y reinarán por medio de un solo hombre, Jesucristo, aquellos que han
recibido abundantemente la gracia y el don de la justicia.
Por consiguiente, así como la falta de uno solo causó la condenación de todos,
también el acto de justicia de uno solo producirá para todos los hombres la
justificación que conduce a la Vida. Y de la misma manera que por la
desobediencia de un solo hombre, todos se convirtieron en pecadores, también por
la obediencia de uno solo, todos se convertirán en justos.
Palabra de Dios.
SALMO RESPONSORIAL Jdt 13, 18ab. 19- 20a
R. ¡Tú eres el honor de nuestra raza!
Que el Dios Altísimo te bendiga, hija mía,
más que a todas las mujeres de la tierra;
y bendito sea el Señor Dios,
creador del cielo y de la tierra. R.
Nunca olvidarán los hombres
la confianza que has demostrado
y siempre recordarán el poder de Dios.
Que Dios te exalte para siempre;
Favoreciéndote con sus bienes. R.
ALELUIA (Se omite en cuaresma) Cf. Lc 1, 45
Aleluia.
¡Feliz de ti, Virgen María, por haber creído
que se cumplirá lo que te fue anunciado
de parte del Señor!
Aleluia.
EVANGELIO
A ti misma una espada te atravesará el corazón
+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas 2, 27-35
Cuando los padres de Jesús llevaron al niño para cumplir con él las
prescripciones de la Ley, Simeón fue al Templo, conducido por el mismo Espíritu
Santo, lo tomó en sus brazos y alabó a Dios, diciendo:
«Ahora, Señor, puedes dejar que tu servidor muera en paz, como lo has prometido,
porque mis ojos han visto la salvación que preparaste delante de todos los
pueblos: luz para iluminar a las naciones paganas y gloria de tu pueblo Israel.»
Su padre y su madre estaban admirados por lo que oían decir de él. Simeón,
después de bendecirlos, dijo a María, la madre: «Este niño será causa de caída y
de elevación para muchos en Israel; será signo de contradicción, y a ti misma
una espada te atravesará el corazón. Así se manifestarán claramente los
pensamientos íntimos de muchos.»
Palabra del Señor.
Quinto esquema:
María, Madre de los cristianos
Pondré enemistad entre tu descendencia y la de la mujer
Lectura del libro de Génesis 3, 9- 15. 20
Después que el hombre y la mujer comieron del árbol que Dios les había
prohibido, el Señor Dios llamó al hombre y le dijo: «¿Dónde estás?».
«Oí tus pasos por el jardín», respondió él, «y tuve miedo porque estaba desnudo.
Por eso me escondí».
El replicó: «¿Y quién te dijo que estabas desnudo? ¿Acaso has comido del árbol
que yo te prohibí?».
El hombre respondió: «La mujer que pusiste a mi lado me dio el fruto y yo comí
de él».
El Señor Dios dijo a la mujer: «¿Cómo hiciste semejante cosa?».
La mujer respondió: «La serpiente me sedujo y comí».
Y el Señor Dios dijo a la serpiente: «Por haber hecho esto, maldita seas entre
todos los animales domésticos y entre todos los animales del campo. Te
arrastrarás sobre tu vientre, y comerás polvo todos los días de tu vida. Pondré
enemistad entre ti y la mujer, entre tu descendencia y la suya. El te aplastará
la cabeza y tú le acecharás el talón».
El hombre dio a su mujer el nombre de Eva, por ser ella la madre de todos los
vivientes.
Palabra del Señor.
O bien:
A los que Dios conoció de antemano,
los predestinó
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los cristianos de Roma 8, 28-30
Hermanos:
Sabemos, además, que Dios dispone todas las cosas para el bien de los que lo
aman, de aquellos que él llamó según su designio.
En efecto, a los que Dios conoció de antemano, los predestinó a reproducir la
imagen de su Hijo, para que él fuera el Primogénito entre muchos hermanos; y a
los que predestinó, también los llamó; y a los que llamó, también los justificó;
y a los que justificó, también los glorificó.
Palabra de Dios.
SALMO RESPONSORIAL 112, 1- 8
R. ¡Bendito sea el nombre del Señor para siempre!
Alaben, servidores del Señor,
alaben el nombre del Señor.
Bendito sea el nombre del Señor,
desde ahora y para siempre. R.
Desde la salida del sol hasta su ocaso,
sea alabado el nombre del Señor.
El Señor está sobre todas las naciones,
su gloria se eleva sobre el cielo. R.
¿Quién es como el Señor, nuestro Dios,
que tiene su morada en las alturas,
y se inclina para contemplar
el cielo y la tierra? R.
El levanta del polvo al desvalido,
alza al pobre de su miseria,
para hacerlo sentar entre los nobles,
entre los nobles de su pueblo. R.
ALELUIA
Aleluia.
Jesús dijo al discípulo: «Ahí tienes a tu Madre».
Aleluia.
EVANGELIO
Aquí tienes a tu hijo. Aquí tienes a tu madre
+ Lectura del santo Evangelio según san Juan 19, 25-27
Junto a la cruz de Jesús, estaba su madre y la hermana de su madre, María, mujer
de Cleofás, y María Magdalena.
Al ver a la madre y cerca de ella al discípulo a quien él amaba, Jesús le dijo:
«Mujer, aquí tienes a tu hijo.»
Luego dijo al discípulo: «Aquí tienes a tu madre.»
Y desde aquel momento, el discípulo la recibió en su casa.
Palabra del Señor.
Sexto esquema:
María, modelo de los discípulos de Cristo
María, trono de la Sabiduría
Lectura del libro del Eclesiástico 24, 1-4. 8-12. 19-22
La Sabiduría hace el elogio de sí misma y se gloría en medio de su pueblo, abre
la boca en la asamblea del Altísimo y se gloría delante de su Poder:
«Yo salí de la boca del Altísimo y cubrí la tierra como una neblina. Levanté mi
carpa en las alturas, y mi trono estaba en una columna de nube.
Entonces, el Creador de todas las cosas me dio una orden, el que me creó me hizo
instalar mi carpa, Él me dijo: "Levanta tu carpa en Jacob y fija tu herencia en
Israel."
Él me creó antes de los siglos, desde el principio, y por todos los siglos no
dejaré de existir. Ante él, ejercí el ministerio en la Morada santa, y así me he
establecido en Sión; él me hizo reposar asimismo en la Ciudad predilecta, y en
Jerusalén se ejerce mi autoridad.
Yo eché raíces en un Pueblo glorioso, en la porción del Señor, en su herencia.
¡Vengan a mí, los que me desean, y sáciense de mis productos! Porque mi recuerdo
es más dulce que la miel y mi herencia, más dulce que un panal. Los que me
coman, tendrán hambre todavía, los que me beban, tendrán más sed. El que me
obedezca, no se avergonzará, y los que me sirvan, no pecarán.»
Palabra de Dios.
SALMO RESPONSORIAL Jdt 13, 18ab. 19- 20a
R. ¡Tú eres el honor de nuestra raza!
Que el Dios Altísimo te bendiga, hija mía,
más que a todas las mujeres de la tierra;
y bendito sea el Señor Dios,
creador del cielo y de la tierra. R.
Nunca olvidarán los hombres
la confianza que has demostrado
y siempre recordarán el poder de Dios.
Que Dios te exalte para siempre;
Favoreciéndote con sus bienes. R.
ALELUIA Cf. Lc 2, 19
Aleluia.
¡Feliz la Virgen María,
que conservaba la Palabra de Dios
y la meditaba en su corazón!
Aleluia.
EVANGELIO
María conservaba estas cosas
y las meditaba en su corazón
+ Lectura del santo Evangelio según san Lucas 2, 15b-19
Después que el Ángel anunció a los pastores el nacimiento de Jesús, éstos se
decían unos a otros: «Vayamos a Belén, y veamos lo que ha sucedido y el Señor
nos ha anunciado.»
Fueron rápidamente y encontraron a María, a José, y al recién nacido acostado en
el pesebre. Al verlo, contaron lo que habían oído decir sobre este niño, y todos
los que los escuchaban quedaron admirados de lo que decían los pastores.
Mientras tanto, María conservaba estas cosas y las meditaba en su corazón.
Palabra del Señor.
Séptimo esquema:
María, Madre del Emanuel
El momento en que dé a luz la que debe ser madre
Lectura de la profecía de Miqueas 5, 1-4a
Así habla el Señor:
Y tú, Belén Efratá, tan pequeña entre los clanes de Judá, de ti me nacerá el que
debe gobernar a Israel: sus orígenes se remontan al pasado, a un tiempo
inmemorial.
Por eso, el Señor los abandonará hasta el momento en que dé a luz la que debe
ser madre; entonces el resto de sus hermanos volverá junto a los israelitas. El
se mantendrá de pie y los apacentará con la fuerza del Señor, con la majestad
del nombre del Señor, su Dios.
Ellos habitarán tranquilos, porque él será grande hasta los confines de la
tierra. ¡Y él mismo será la paz!
Palabra de Dios.
O bien:
Dios envió su Hijo, nacido de una mujer
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los cristianos de Galacia 4, 4-7
Hermanos:
Cuando se cumplió el tiempo establecido, Dios envió a su Hijo, nacido de una
mujer y sujeto a la Ley, para redimir a los que estaban sometidos a la Ley y
hacernos hijos adoptivos.
Y la prueba de que ustedes son hijos, es que Dios infundió en nuestros corazones
el Espíritu de su Hijo, que clama a Dios llamándolo ¡Abba!, es decir, ¡Padre!
Así, ya no eres más esclavo, sino hijo, y por lo tanto, heredero por la gracia
de Dios.
Palabra de Dios.
SALMO RESPONSORIAL Sal 44, 11-12. 14- 17
R. ¡Escucha, hija mía, mira y presta atención!
Olvida tu pueblo y tu casa paterna,
y el rey se prendará de tu hermosura.
El es tu señor: inclínate ante él. R.
Embellecida con corales engarzados en oro
y vestida de brocado, es llevada hasta el rey.
Las vírgenes van detrás, sus compañeras la guían. R.
Con gozo y alegría entran al palacio real.
Tus hijos ocuparán el lugar de tus padres,
y los pondrás como príncipes por toda la tierra. R.
ALELUIA Cf. Lc 1, 45
Aleluia.
Feliz de ti, Virgen María, por haber creído
que se cumplirá lo que te fue anunciado
de parte del Señor.
Aleluia.
EVANGELIO
María dará a luz un hijo
a quien pondrá el nombre de Jesús
Lectura del santo Evangelio según san Mateo 1, 18-23
Este fue el origen de Jesucristo:
María, su madre, estaba comprometida con José y, cuando todavía no habían vivido
juntos, concibió un hijo por obra del Espíritu Santo. José, su esposo, que era
un hombre justo y no quería denunciarla públicamente, resolvió abandonarla en
secreto.
Mientras pensaba en esto, el Ángel del Señor se le apareció en sueños y le dijo:
«José, hijo de David, no temas recibir a María, tu esposa, porque lo que ha sido
engendrado en ella proviene del Espíritu Santo. Ella dará a luz un hijo, a quien
pondrás el nombre de Jesús, porque él salvará a su Pueblo de todos sus pecados.»
Todo esto sucedió para que se cumpliera lo que el Señor había anunciado por el
Profeta: La Virgen concebirá y dará a luz un hijo a quien pondrán el nombre de
Emanuel, que traducido significa: «Dios con nosotros.»
Palabra del Señor.
Octavo esquema:
María figura de la Iglesia
(para el tiempo pascual)
Apareció en el cielo un gran signo
Lectura del libro del Apocalipsis 11, 19a; 12, 1-6a. 10ab
Se abrió el Templo de Dios que está en el cielo y quedó a la vista el Arca de su
Alianza.
Y apareció en el cielo un gran signo: una Mujer revestida del sol, con la luna
bajo sus pies y una corona de doce estrellas en su cabeza. Estaba embarazada y
gritaba de dolor porque iba a dar a luz.
Y apareció en el cielo otro signo: un enorme Dragón rojo como el fuego, con
siete cabezas y diez cuernos, y en cada cabeza tenía una diadema. Su cola
arrastraba una tercera parte de las estrellas del cielo, y las precipitó sobre
la tierra. El Dragón se puso delante de la Mujer que iba a dar a luz, para
devorar a su hijo en cuanto naciera.
La Mujer tuvo un hijo varón que debía regir a todas las naciones con un cetro de
hierro. Pero el hijo fue elevado hasta Dios y hasta su trono, y la Mujer huyó al
desierto, donde Dios le había preparado un refugio.
Y escuché una voz potente que resonó en el cielo: «Ya llegó la salvación, el
poder y el Reino de nuestro Dios y la soberanía de su Mesías.»
Palabra de Dios.
O bien:
Dios nos ha elegido en Cristo, antes de la creación del mundo
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los cristianos
de Efeso 1, 3-6. 11-12
Bendito sea Dios, el Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos ha bendecido en
Cristo con toda clase de bienes espirituales en el cielo, y nos ha elegido en
Él, antes de la creación del mundo, para que fuéramos santos e irreprochables en
su presencia, por el amor.
El nos predestinó a ser sus hijos adoptivos por medio de Jesucristo, conforme al
beneplácito de su voluntad, para alabanza de la gloria de su gracia, que nos dio
en su Hijo muy querido.
En Él, nosotros los que hemos puesto nuestra esperanza en Él, hemos sido
constituidos herederos, y destinados de antemano, para ser alabanza de su
gloria, según el previo designio del que realiza todas las cosas conforme a su
voluntad.
Palabra de Dios.
SALMO RESPONSORIAL 44, 11-12. 14- 17
R. ¡Escucha, hija mía, mira y presta atención!
Olvida tu pueblo y tu casa paterna,
y el rey se prendará de tu hermosura.
El es tu señor: inclínate ante él. R.
Embellecida con corales engarzados en oro
y vestida de brocado, es llevada hasta el rey.
Las vírgenes van detrás, sus compañeras la guían. R.
Con gozo y alegría entran al palacio real.
Tus hijos ocuparán el lugar de tus padres,
y los pondrás como príncipes por toda la tierra. R.
ALELUIA
Aleluia.
«Mi Madre y mis hermanos
son los que escuchan la Palabra de Dios
y la practican», dice el Señor.
Aleluia.
EVANGELIO
Aquí tienes a tu hijo. Aquí tienes a tu madre
+ Lectura del santo Evangelio según san Juan 19, 25-27
Junto a la cruz de Jesús, estaba su madre y la hermana de su madre, María, mujer
de Cleofás, y María Magdalena.
Al ver a la madre y cerca de ella al discípulo a quien él amaba, Jesús le dijo:
«Mujer, aquí tienes a tu hijo.»
Luego dijo al discípulo: «Aquí tienes a tu madre.»
Y desde aquel momento, el discípulo la recibió en su casa.
Palabra del Señor.
Otras lecturas alternativas
Lecturas del Antiguo Testamento
I.
Lectura del libro del Génesis 12, 1-7
El Señor dijo a Abrám: «Deja tu tierra natal y la casa de tu padre, y ve al país
que yo te mostraré. Yo haré de ti una gran nación y te bendeciré; engrandeceré
tu nombre y serás una bendición. Bendeciré a los que te bendigan y maldeciré al
que te maldiga, y por ti se bendecirán todos los pueblos de la tierra.»
Abrám partió, como el Señor se lo había ordenado, y Lot se fue con él.
Cuando salió de Jarán, Abrám tenía setenta y cinco años. Tomó a su esposa Sarai,
a su sobrino Lot, con todos los bienes que habían adquirido y todas las personas
que habían reunido en Jarán, y se encaminaron hacia la tierra de Canaán.
Al llegar a Canaán, Abrám recorrió el país hasta el lugar santo de Siquém, hasta
la encina de Moré.
En ese tiempo, los cananeos ocupaban el país. Entonces el Señor se apareció a
Abrám y le dijo: «Yo daré esta tierra a tu descendencia.»
Allí Abrám erigió un altar al Señor, que se le había aparecido.
Palabra de Dios.
II.
María, trono de la Sabiduría
Lectura del libro de los Proverbios 8, 22-31
Dice la Sabiduría de Dios:
«El Señor me creó como primicia de sus caminos, antes de sus obras, desde
siempre.
Yo fui formada desde la eternidad, desde el comienzo, antes de los orígenes de
la tierra.
Yo nací cuando no existían los abismos, cuando no había fuentes de aguas
caudalosas. Antes que fueran cimentadas las montañas, antes que las colinas, yo
nací, cuando él no había hecho aún la tierra ni los espacios ni los primeros
elementos del mundo.
Cuando él afianzaba el cielo, yo estaba allí; cuando trazaba el horizonte sobre
el océano, cuando condensaba las nubes en lo alto, cuando infundía poder a las
fuentes del océano, cuando fijaba su límite al mar para que las aguas no
transgredieran sus bordes, cuando afirmaba los cimientos de la tierra, yo estaba
a su lado como un hijo querido y lo deleitaba día tras día, recreándome delante
de él en todo tiempo, recreándome sobre la faz de la tierra, y mi delicia era
estar con los hijos de los hombres.»
Palabra de Dios.
Un hijo nos ha sido dado
Lectura del libro del profeta Isaías 9, 1- 6
El pueblo que caminaba en las tinieblas ha visto una gran luz; sobre los que
habitaban en el país de la oscuridad ha brillado una luz.
Tú has multiplicado la alegría, has acrecentado el gozo; ellos se regocijan en
tu presencia como se goza en la cosecha, como cuando reina la alegría por el
reparto del botín.
Porque el yugo que pesaba sobre él, la barra sobre su espalda y el palo de su
carcelero, todo eso lo has destrozado como en el día de Madián.
Porque la botas usadas en la refriega y las túnicas manchadas de sangre, serán
presa de las llamas, pasto del fuego.
Porque un niño nos ha nacido, un hijo nos ha sido dado. La soberanía reposa
sobre sus hombros y se le da por nombre: «Consejero maravilloso, Dios fuerte,
Padre para siempre, Príncipe de la paz.» Su soberanía será grande, y habrá una
paz sin fin para el trono de David y para su reino; él lo establecerá y lo
sostendrá por el derecho y la justicia, desde ahora y para siempre. El celo del
Señor de los ejércitos hará todo esto.
Palabra de Dios.
IV.
Desbordo de alegría en el Señor
Lectura del libro del profeta Isaías 61, 9-11
La descendencia de mi pueblo será conocida entre las naciones, y sus vástagos,
en medio de los pueblos: todos los que los vean, reconocerán que son la estirpe
bendecida por el Señor.
Yo desbordo de alegría en el Señor, mi alma se regocija en mi Dios. Porque Él me
vistió con las vestiduras de la salvación y me envolvió con el manto de la
justicia, como un esposo que se ajusta la diadema y como una esposa que se
adorna con sus joyas.
Porque así como la tierra da sus brotes y un jardín hace germinar lo sembrado,
así el Señor hará germinar la justicia y la alabanza ante todas las naciones.
Palabra de Dios.
V.
Alégrate, hija de Sión, porque yo vengo
Lectura de la profecía de Zacarías 2, 14-17
Grita de júbilo y alégrate, hija de Sión: porque yo vengo a habitar en medio de
ti -oráculo del Señor-. Aquel día, muchas naciones se unirán al Señor: ellas
serán un pueblo para él y habitarán en medio de ti. ¡Así sabrás que me ha
enviado a ti el Señor de los ejércitos!
El Señor tendrá a Judá como herencia, como su parte en la Tierra santa, y
elegirá de nuevo a Jerusalén. ¡Que callen todos los hombres delante del Señor,
porque él surge de su santa Morada!
Palabra de Dios.
Lecturas del Nuevo Testamento
I.Se dedicaban a la oración en compañía de María,
la madre de Jesús
Lectura de los Hechos de los apóstoles 1, 12-14
Después que Jesús subió al cielo, los Apóstoles regresaron entonces del monte de
los Olivos a Jerusalén: la distancia entre ambos sitios es la que está permitida
recorrer en día sábado. Cuando llegaron a la ciudad, subieron a la sala donde
solían reunirse. Eran Pedro, Juan, Santiago, Andrés, Felipe y Tomás, Bartolomé,
Mateo, Santiago, hijo de Alfeo, Simón el Zelote y Judas, hijo de Santiago. Todos
ellos, íntimamente unidos, se dedicaban a la oración, en compañía de algunas
mujeres, de María, la madre de Jesús, y de sus hermanos.
Palabra de Dios.
Vi la nueva Jerusalén,
embellecida como una novia preparada para recibir a su esposo
Lectura del libro del Apocalipsis 21, 1-5a
Yo, Juan, vi un cielo nuevo y una tierra nueva, porque el primer cielo y la
primera tierra desaparecieron, y el mar ya no existe más.
Vi la Ciudad santa, la nueva Jerusalén, que descendía del cielo y venía de Dios,
embellecida como una novia preparada para recibir a su esposo.
Y oí una voz potente que decía desde el trono: «Esta es la morada de Dios entre
los hombres: él habitará con ellos, ellos serán su pueblo, y el mismo Dios
estará con ellos. El secará todas sus lágrimas, y no habrá más muerte, ni pena,
ni queja, ni dolor, porque todo lo de antes pasó.»
Y el que estaba sentado en el trono dijo: «Yo hago nuevas todas las cosas.»
Palabra de Dios.
SALMO RESPONSORIAL 1Sam 2, 1. 4- 8
R. Mi corazón se regocija en el Señor, mi
salvador.
Mi corazón se regocija en el Señor,
tengo la frente erguida gracias a mi Dios.
Mi boca se ríe de mis enemigos,
porque tu salvación me ha llenado de alegría. R.
El arco de los valientes se ha quebrado,
y los vacilantes se ciñen de vigor;
los satisfechos se contratan por un pedazo de pan,
y los hambrientos dejan de fatigarse;
la mujer estéril da a luz siete veces,
y la madre de muchos hijos se marchita. R.
El Señor da la muerte y la vida,
hunde en el Abismo y levanta de él.
El Señor da la pobreza y la riqueza,
humilla y también enaltece. R.
El levanta del polvo al desvalido
y alza al pobre de la miseria,
para hacerlos sentar con los príncipes
y darles en herencia un trono de gloria. R.
Evangelios
I.Toma al niño y a su madre, huye a Egipto
+ Lectura del santo Evangelio según san Mateo 2, 13-15. 19-23
Después de la partida de los magos, el Ángel del Señor se apareció en sueños a
José y le dijo: «Levántate, toma al niño y a su madre, huye a Egipto y permanece
allí hasta que yo te avise, porque Herodes va a buscar al niño para matarlo.»
José se levantó, tomó de noche al niño y a su madre, y se fue a Egipto.
Allí permaneció hasta la muerte de Herodes, para que se cumpliera lo que el
Señor había anunciado por medio del Profeta: Desde Egipto llamé a mi hijo.
Cuando murió Herodes, el Angel del Señor se apareció en sueños a José, que
estaba en Egipto, y le dijo: «Levántate, toma al niño y a su madre, y regresa a
la tierra de Israel, porque han muerto los que atentaban contra la vida del
niño.»
José se levantó, tomó al niño y a su madre, y entró en la tierra de Israel. Pero
al saber que Arquelao reinaba en Judea, en lugar de su padre Herodes, tuvo miedo
de ir allí y, advertido en sueños, se retiró a la región de Galilea, donde se
estableció en una ciudad llamada Nazaret. Así se cumplió lo que había sido
anunciado por los profetas: Será llamado Nazareno.
Palabra del Señor.
II.
Señalando con la mano a sus discípulos, dijo:
Estos son mi madre y mis hermanos
+ Lectura del santo Evangelio según san Mateo 12, 46-50
Jesús estaba hablando a la multitud, cuando su madre y sus hermanos, que estaban
afuera, trataban de hablar con Él. Alguien le dijo: «Tu madre y tus hermanos
están ahí afuera y quieren hablarte.»
Jesús le respondió: «¿Quién es mi madre y quiénes son mis hermanos?» Y señalando
con la mano a sus discípulos, agregó: «Estos son mi madre y mis hermanos. Porque
todo el que hace la voluntad de mi Padre que está en el cielo, ese es mi
hermano, mi hermana y mi madre.»
Palabra del Señor.
III.
Dio a luz a su hijo primogénito
+ Lectura del santo Evangelio según san Lucas 2, 1-14
Apareció un decreto del emperador Augusto, ordenando que se realizara un censo
en todo el mundo. Este primer censo tuvo lugar cuando Quirino gobernaba la
Siria. Y cada uno iba a inscribirse a su ciudad de origen.
José, que pertenecía a la familia de David, salió de Nazaret, ciudad de Galilea,
y se dirigió a Belén de Judea, la ciudad de David, para inscribirse con María,
su esposa, que estaba embarazada.
Mientras se encontraban en Belén, le llegó el tiempo de ser madre; y María dio a
luz a su Hijo primogénito, lo envolvió en pañales y lo acostó en un pesebre,
porque no había lugar para ellos en el albergue.
En esa región acampaban unos pastores, que vigilaban por turno sus rebaños
durante la noche. De pronto, se les apareció el Ángel del Señor y la gloria del
Señor los envolvió con su luz. Ellos sintieron un gran temor, pero el Ángel les
dijo: «No teman, porque les traigo una buena noticia, una gran alegría para todo
el pueblo: Hoy, en la ciudad de David, les ha nacido un Salvador, que es el
Mesías, el Señor. Y esto les servirá de señal: encontrarán a un niño recién
nacido envuelto en pañales y acostado en un pesebre.»
Y junto con el Ángel, apareció de pronto una multitud del ejército celestial,
que alababa a Dios, diciendo:
«¡Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra, paz a los hombres amados por
Él!»
Palabra del Señor.
IV.
Tu padre y yo te buscábamos angustiados
+ Lectura del santo Evangelio según san Lucas 2, 41-52
Sus padres iban todos los años a Jerusalén en la fiesta de la Pascua. Cuando el
niño cumplió doce años, subieron como de costumbre, y acabada la fiesta, María y
José regresaron, pero Jesús permaneció en Jerusalén sin que ellos se dieran
cuenta. Creyendo que estaba en la caravana, caminaron todo un día y después
comenzaron a buscarlo entre los parientes y conocidos. Como no lo encontraron,
volvieron a Jerusalén en busca de él.
Al tercer día, lo hallaron en el Templo en medio de los doctores de la Ley,
escuchándolos y haciéndoles preguntas. Y todos los que lo oían estaban
asombrados de su inteligencia y sus respuestas.
Al verlo, sus padres quedaron maravillados y su madre le dijo: «Hijo mío, ¿por
qué nos has hecho esto? Piensa que tu padre y yo te buscábamos angustiados.»
Jesús les respondió: «¿Por qué me buscaban? ¿No sabían que yo debo ocuparme de
los asuntos de mi Padre?» Ellos no entendieron lo que les decía.
El regresó con sus padres a Nazaret y vivía sujeto a ellos. Su madre conservaba
estas cosas en su corazón.
Jesús iba creciendo en sabiduría, en estatura y en gracia, delante de Dios y de
los hombres.
Palabra del Señor.
¡Feliz el seno que te llevó!
+ Lectura del santo Evangelio según san Lucas 11, 27-28
En aquel tiempo:
Cuando Jesús terminó de hablar, una mujer levantó la voz en medio de la multitud
y le dijo: «¡Feliz el seno que te llevó y los pechos que te amamantaron!»
Jesús le respondió: «Felices más bien los que escuchan la Palabra de Dios y la
practican.»
Palabra del Señor.
VI.
Y la madre de Jesús estaba allí
+ Lectura del santo Evangelio según san Juan 2, 1-11
Se celebraron unas bodas en Caná de Galilea, y la madre de Jesús estaba allí.
Jesús también fue invitado con sus discípulos. Y como faltaba vino, la madre de
Jesús le dijo: «No tienen vino.» Jesús le respondió: «Mujer, ¿qué tenemos que
ver nosotros? Mi hora no ha llegado todavía.» Pero su madre dijo a los
sirvientes: «Hagan todo lo que él les diga.»
Había allí seis tinajas de piedra destinadas a los ritos de purificación de los
judíos, que contenían unos cien litros cada una. Jesús dijo a los sirvientes:
«Llenen de agua estas tinajas.» Y las llenaron hasta el borde. «Saquen ahora,
agregó Jesús, y lleven al encargado del banquete.» Así lo hicieron.
El encargado probó el agua cambiada en vino y como ignoraba su origen, aunque lo
sabían los sirvientes que habían sacado el agua, llamó al esposo y le dijo:
«Siempre se sirve primero el buen cuando todos han bebido bien, se trae
el de inferior calidad. Tú, en cambio, has guardado el buen vino hasta este
momento.»
Este fue el primero de los signos de Jesús, y lo hizo en Caná de Galilea. Así
manifestó su gloria, y sus discípulos creyeron en Él.
Palabra del Señor.