COMÚN DE VÍRGENES
Esquemas propuestos
Primer esquema
Yo te desposaré para siempre
Lectura de la profecía de Oseas 2, 16b. 17b. 21-22
Así habla el Señor:
Yo la llevaré al desierto y le hablaré a su corazón. Allí, ella responderá como
en los días de su juventud, como el día en que subía del país de Egipto.
Yo te desposaré para siempre, te desposaré en la justicia y el derecho, en el
amor y la misericordia; te desposaré en la fidelidad, y tú conocerás al Señor.
Palabra de Dios.
O bien:
La virgen se preocupa de las cosas del Señor
Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los cristianos de Corinto
7, 25-35
Hermanos:
Acerca de la virginidad, no tengo ningún precepto del Señor. Pero hago una
advertencia, como quien, por la misericordia del Señor, es digno de confianza.
Considero que, por las dificultades del tiempo presente, lo mejor para el hombre
es vivir sin casarse. ¿Estás unido a una mujer? No te separes de ella. ¿No
tienes mujer? No la busques. Si te casas, no pecas. Y si una joven se casa,
tampoco peca. Pero los que lo hagan, sufrirán tribulaciones en su carne que yo
quisiera evitarles.
Lo que quiero decir, hermanos, es esto: queda poco tiempo. Mientras tanto, los
que tienen mujer vivan como si no la tuvieran; los que lloran, como si no
lloraran; lo que se alegran, como si no se alegraran; los que compran, como si
no poseyeran nada; los que disfrutan del mundo, como si no disfrutaran. Porque
la apariencia de este mundo es pasajera.
Yo quiero que ustedes vivan sin inquietudes.
El que no tiene mujer se preocupa de las cosas del Señor, buscando cómo agradar
al Señor. En cambio, el que tiene mujer se preocupa de las cosas de este mundo,
buscando cómo agradar a su mujer, y así su corazón está dividido.
También la mujer soltera, lo mismo que la virgen, se preocupa de las cosas del
Señor, tratando de ser santa en el cuerpo y en el espíritu.
La mujer casada, en cambio, se preocupa de las cosas de este mundo, buscando
cómo agradar a su marido.
Les he dicho estas cosas para el bien de ustedes, no para ponerles un obstáculo,
sino para que ustedes hagan lo que es más conveniente y se entreguen totalmente
al Señor.
Palabra de Dios.
O bien en tiempo pascual:
Felices los que han sido invitados al banquete de bodas del Cordero
Lectura del libro del Apocalipsis 19, 1. 5-9a
Yo, Juan, oí algo parecido al clamor de una enorme multitud que estaba en el
cielo, y exclamaba: «¡Aleluya! La salvación, la gloria y el poder pertenecen a
nuestro Dios.»
Luego salió del trono una voz que decía: «Alaben a nuestro Dios, ustedes, sus
servidores, los que lo temen, pequeños y grandes.»
Y oí algo parecido al clamor de una enorme multitud, al estruendo de una
catarata y al estallido de violentos truenos. Y decían: «¡Aleluya! Porque el
Señor, nuestro Dios, el Todopoderoso, ha establecido su Reino. Alegrémonos,
regocijémonos y demos gloria a Dios, porque han llegado las bodas del Cordero:
su esposa ya se ha preparado, y la han vestido con lino fino de blancura
resplandeciente.» El lino simboliza las buenas acciones de los santos.
Después el Angel me dijo: «Escribe esto: Felices los que han sido invitados al
banquete de bodas del Cordero.»
Palabra de Dios.
SALMO RESPONSORIAL 44, 11-12. 14-17
R. ¡Ya viene el Esposo, Cristo, el Señor!
¡Escucha, hija mía, mira y presta atención!
Olvida tu pueblo y tu casa paterna,
y el rey se prendará de tu hermosura.
El es tu señor: inclínate ante él. R.
Embellecida con corales engarzados en oro
y vestida de brocado, es llevada hasta el rey.
Las vírgenes van detrás, sus compañeras la guían. R.
Con gozo y alegría entran al palacio real.
Tus hijos ocuparán el lugar de tus padres,
y los pondrás como príncipes por toda la tierra. R.
EVANGELIO
Ya viene el esposo, salgan a su encuentro
+
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo 25, 1-13Segundo esquema
El amor es fuerte como la muerte
Lectura del Cantar de los cantares 8, 6-7
Grábame como un sello sobre tu corazón, como un sello sobre tu brazo, porque el
Amor es fuerte como la Muerte, inflexibles como el Abismo son los celos. Sus
flechas son flechas de fuego, sus llamas, llamas del Señor.
Las aguas torrenciales no pueden apagar el amor, ni los ríos anegarlo. Si
alguien ofreciera toda su fortuna a cambio del amor, tan sólo conseguiría
desprecio.
Palabra de Dios.
O bien:
Los he unido al único Esposo, Cristo,
para presentarlos a Él como una virgen pura
Lectura de la segunda carta del apóstol san Pablo a los
cristianos de Corinto 10, 17-11, 2
Hermanos:
El que se gloría, que se gloríe en el Señor. Porque el que vale no es el que se
recomienda a sí mismo, sino aquel a quien Dios recomienda.
¡Ojalá quisieran tolerar un poco de locura de mi parte! De hecho, ya me toleran.
Yo estoy celoso de ustedes con el celo de Dios, porque los he unido al único
Esposo, Cristo, para presentarlos a él como una virgen pura.
Palabra de Dios.
SALMO RESPONSORIAL 148, 1-2. 11-13a. 13c-14
R. ¡Los jóvenes y las vírgenes, alaben el
Nombre del Señor!
Alaben al Señor desde el cielo,
alábenlo en las alturas;
alábenlo, todos sus ángeles,
alábenlo, todos sus ejércitos. R.
Los reyes de la tierra y todas las naciones,
los príncipes y los gobernantes de la tierra;
los ancianos, los jóvenes y los niños,
alaben el nombre del Señor. R.
Su majestad está sobre el cielo y la tierra,
y él exalta la fuerza de su pueblo.
¡A él, la alabanza de todos sus fieles,
y de Israel, el pueblo de sus amigos! R.
ALELUIA
Aleluia.
Esta es la virgen prudente que el Señor encontró velando;
al venir el Señor, entró con Él en la sala nupcial.
Aleluia.
EVANGELIO
Marta lo recibió en su casa.
María eligió la mejor parte
+ Lectura del santo Evangelio según san Lucas 10, 38-42
Jesús entró en un pueblo, y una mujer que se llamaba Marta lo recibió en su
casa. Tenía una hermana llamada María, que sentada a los pies del Señor,
escuchaba su Palabra.
Marta, que estaba muy ocupada con los quehaceres de la casa, dijo a Jesús:
«Señor, ¿no te importa que mi hermana me deje sola con todo el trabajo? Dile que
me ayude.»
Pero el Señor le respondió: «Marta, Marta, te inquietas y te agitas por muchas
cosas, y sin embargo, pocas cosas, o más bien, una sola es necesaria, María
eligió la mejor parte, que no le será quitada.»
Palabra del Señor.
Otras lecturas alternativas
Lecturas del Nuevo Testamento
Vi la nueva Jerusalén, embellecida como
una novia
preparada para recibir a su esposo
Lectura del libro del Apocalipsis 21, 1-5a
Yo, Juan, vi un cielo nuevo y una tierra nueva, porque el primer cielo y la
primera tierra desaparecieron, y el mar ya no existe más.
Vi la Ciudad santa, la nueva Jerusalén, que descendía del cielo y venía de Dios,
embellecida como una novia preparada para recibir a su esposo.
Y oí una voz potente que decía desde el trono: «Esta es la morada de Dios entre
los hombres: él habitará con ellos, ellos serán su pueblo, y el mismo Dios
estará con ellos. El secará todas sus lágrimas, y no habrá más muerte, ni pena,
ni queja, ni dolor, porque todo lo de antes pasó.»
Y el que estaba sentado en el trono dijo: «Yo hago nuevas todas las cosas.»
Palabra de Dios.
Evangelio
A causa del Reino de los Cielos
+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo 19, 3-12
Se acercaron a él algunos fariseos y, para ponerlo a prueba, le dijeron: «¿Es
lícito al hombre divorciarse de su mujer por cualquier motivo?»
El respondió: «¿No han leído ustedes que el Creador, desde el principio, los
hizo varón y mujer; y que dijo: Por eso, el hombre dejará a su padre y a su
madre para unirse a su mujer, y los dos no serán sino una sola carne? De manera
que ya no son dos, sino una sola carne. Que el hombre no separe lo que Dios ha
unido.»
Le replicaron: «Entonces, ¿por qué Moisés prescribió entregar una declaración de
divorcio cuando uno se separa?» El les dijo: «Moisés les permitió divorciarse de
su mujer, debido a la dureza del corazón de ustedes, pero al principio no era
así. Por lo tanto, yo les digo: El que se divorcia de su mujer, a no ser en caso
de unión ilegal, y se casa con otra, comete adulterio.»
Los discípulos le dijeron: «Si esta es la situación del hombre con respecto a su
mujer, no conviene casarse.» Y él les respondió: «No todos entienden este
lenguaje, sino sólo aquellos a quienes se les ha concedido. En efecto, algunos
no se casan, porque nacieron impotentes del seno de su madre; otros, porque
fueron castrados por los hombres; y hay otros que decidieron no casarse a causa
del Reino de los Cielos. ¡El que pueda entender, que entienda!»
Palabra del Señor.