24 de enero
La Virgen María, Reina de la Paz
Su soberanía será grande,
y habrá una paz sin fin
Lectura del libro de Isaías 9, 1-3.5-6
El pueblo que caminaba en las tinieblas
ha visto una gran luz;
sobre los que habitaban en el país de la oscuridad
ha brillado una luz.
Tú has multiplicado la alegría,
has acrecentado el gozo;
ellos se regocijan en tu presencia,
como se goza en la cosecha,
como cuando reina la alegría
por el reparto del botín.
Porque el yugo que pesaba sobre él,
la barra sobre su espalda
y el palo de su carcelero,
todo eso lo has destrozado como en el día de Madián.
Porque un niño nos ha nacido,
un hijo nos ha sido dado.
La soberanía reposa sobre sus hombros
y se le da por nombre:
«Consejero maravilloso, Dios fuerte,
Padre para siempre, Príncipe de la paz».
Su soberanía será grande,
y habrá una paz sin fin
para el trono de David
y para su reino;
él lo establecerá y lo sostendrá
por el derecho y la justicia,
desde ahora y para siempre.
El celo del Señor de los ejércitos
hará todo esto.
Palabra de Dios.
SALMO Sal 84, 9ab. 10-14
R. Muéstranos, Señor, tu Misericordia y danos tu salvación.
Voy a proclamar lo que dice el Señor:
el Señor promete la paz para su pueblo y sus amigos.
Su salvación está muy cerca de sus fieles,
y la Gloria habitará en nuestra tierra. R.
El Amor y la Verdad se encontrarán,
la Justicia y la Paz se abrazarán;
la Verdad brotará de la tierra
y la Justicia mirará desde el cielo. R.
El mismo Señor nos dará sus bienes
y nuestra tierra producirá sus frutos.
La Justicia irá delante de Él,
y la Paz, sobre la huella de sus pasos. R.
ALELUIA Cf. Lc 1, 28
Aleluia
Alégrate, María, llena de gracia, el Señor está contigo,
bendita tú entre las mujeres.
Aleluia
EVANGELIO
¡Alégrate!, llena de gracia el Señor está contigo
+
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas 1, 26-38O bien:
24 de enero
San Francisco de Sales
obispo y doctor de la Iglesia
Anunciar a los paganos la insondable riqueza de Cristo
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los cristianos de Éfeso
3, 8-12
Hermanos:
Yo, el menor de todos los santos, he recibido la gracia de anunciar a los
paganos la insondable riqueza de Cristo, y poner de manifiesto la dispensación
del misterio que estaba oculto desde siempre en Dios, el creador de todas las
cosas, para que los Principados y las Potestades celestiales conozcan la
infinita variedad de la sabiduría de Dios por medio de la Iglesia.
Este es el designio que Dios concibió desde toda la eternidad en Cristo Jesús,
nuestro Señor, por quien nos atrevemos a acercarnos a Dios con toda confianza,
mediante la fe en él.
Palabra de Dios.
SALMO Sal 36, 3-6. 30-31
R. La boca del justo expresa sabiduría.
Confía en el Señor y practica el bien;
habita en la tierra y vive tranquilo:
que el Señor sea tu único deleite,
y él colmará los deseos de tu corazón. R.
Encomienda tu suerte al Señor,
confía en él, y él hará su obra;
hará brillar tu justicia como el sol
y tu derecho, como la luz del mediodía. R.
La boca del justo expresa sabiduría
y su lengua dice lo que es recto:
la ley de Dios está en su corazón
y sus pasos no vacilan. R.
ALELUIA Jn 13, 34abc
Dice el Señor: Les doy un mandamiento nuevo:
ámense los unos a los otros, como yo los he amado.
EVANGELIO
Ya no los llamo servidores; Yo los llamo amigos
+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Juan
15, 9-17
Jesús dijo a sus discípulos:
«Como el Padre me amó, también yo los he amado a ustedes. Permanezcan en mi amor.
Si cumplen mis mandamientos, permanecerán en mi amor, como yo cumplí los mandamientos
de mi Padre y permanezco en su amor.
Les he dicho esto para que mi gozo sea el de ustedes, y ese gozo sea perfecto.
Este es mi mandamiento: Ámense los unos a los otros, como yo los he amado. No hay amor
más grande que dar la vida por los amigos. Ustedes son mis amigos si hacen lo que yo
les mando. Ya no los llamo servidores, porque el servidor ignora lo que hace su señor;
yo los llamo amigos, porque les he dado a conocer todo lo que oí de mi Padre.
No son ustedes los que me eligieron a mí, sino yo el que los elegí a ustedes, y los
destiné para que vayan y den fruto, y ese fruto sea duradero. Así todo lo que pidan al
Padre en mi Nombre, él se lo concederá.
Lo que yo les mando es que se amen los unos a los otros.
Palabra del Señor.