4 de marzo
San Casimiro
Corro en dirección a la meta,
para alcanzar el premio del llamado celestial
que Dios me ha hecho en Cristo Jesús
Lectura de la carta del Apóstol san Pablo a los cristianos de Filipos
3, 8-14
Hermanos:
Todo me parece una desventaja comparado con el inapreciable conocimiento de
Cristo Jesús, mi Señor. Por Él, he sacrificado todas las cosas, a las que
considero como desperdicio, con tal de ganar a Cristo y estar unido a Él, no con
mi propia justicia -la que procede de la Ley- sino con aquella que nace de la fe
en Cristo, la que viene de Dios y se funda en la fe. Así podré conocerlo a Él,
conocer el poder de su resurrección y participar de sus sufrimientos, hasta
hacerme semejante a Él en la muerte, a fin de llegar, si es posible, a la
resurrección de entre los muertos.
Esto no quiere decir que haya alcanzado la meta ni logrado la perfección, pero
sigo mi carrera con la esperanza de alcanzarla, habiendo sido yo mismo alcanzado
por Cristo Jesús.
Hermanos, yo no pretendo haberlo alcanzado. Digo solamente esto: olvidándome del
camino recorrido, me lanzo hacia adelante y corro en dirección a la meta, para
alcanzar el premio del llamado celestial que Dios me ha hecho en Cristo Jesús.
Palabra de Dios.
SALMO Sal 14, 2-5
R. Señor, el justo habitará en tu santa montaña.
El que procede rectamente
y practica la justicia;
el que dice la verdad de corazón
y no calumnia con su lengua. R.
El que no hace mal a su prójimo
ni agravia a su vecino,
el que no estima a quien Dios reprueba
y honra a los que temen al Señor. R.
El que no presta su dinero a usura
ni acepta soborno contra el inocente.
El que procede así, nunca vacilará. R.
ALELUIA Jn 13, 34abc
«Les doy un mandamiento nuevo:
ámense los unos a los otros, como Yo los he amado», dice el Señor.
EVANGELIO
Ya no los llamo servidores; Yo los llamo amigos
Lectura del santo Evangelio según san Juan
15, 9-17
Jesús dijo a sus discípulos:
«Como el Padre me amó, también Yo los he amado a ustedes. Permanezcan en mi
amor. Si cumplen mis mandamientos, permanecerán en mi amor, como Yo cumplí los
mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor.
Les he dicho esto para que mi gozo sea el de ustedes, y ese gozo sea perfecto.
Este es mi mandamiento: Ámense los unos a los otros, como Yo los he amado. No
hay amor más grande que dar la vida por los amigos. Ustedes son mis amigos si
hacen lo que yo les mando. Ya no los llamo servidores, porque el servidor ignora
lo que hace su señor; Yo los llamo amigos, porque les he dado a conocer todo lo
que oí de mi Padre.
No son ustedes los que me eligieron a mí, sino Yo el que los elegí a ustedes, y
los destiné para que vayan y den fruto, y ese fruto sea duradero. Así todo lo
que pidan al Padre en mi Nombre, Él se lo concederá.
Lo que Yo les mando es que se amen los unos a los otros.
Palabra del Señor.