21 de julio
San Lorenzo de Brindis
presbítero y doctor de la Iglesia
Predicamos a Cristo Jesús,
y nosotros no somos más que vuestros servidores por amor de Jesús
Lectura de la segunda carta del apóstol san Pablo a los cristianos de Corinto
4, 1-2. 5-7
Hermanos:
Investidos misericordiosamente del ministerio apostólico, no nos desanimamos y
nunca hemos callado nada por vergüenza, ni hemos procedido con astucia o
falsificando la Palabra de Dios. Por el contrario, manifestando abiertamente la
verdad, nos recomendamos a nosotros mismos, delante de Dios, frente a toda
conciencia humana.
Porque no nos predicamos a nosotros mismos, sino a Cristo Jesús, el Señor, y
nosotros no somos más que servidores de ustedes por amor de Jesús. Porque el
mismo Dios que dijo: «Brille la luz en medio de las tinieblas», es el que hizo
brillar su luz en nuestros corazones para que resplandezca el conocimiento de la
gloria de Dios, reflejada en el rostro de Cristo. Pero nosotros llevamos ese
tesoro en recipientes de barro, para que se vea bien que este poder
extraordinario no procede de nosotros, sino de Dios.
Palabra de Dios.
SALMO Sal 39, 2 y 4ab. 7-8. 9.
10 (R.: cf. 8 y 9a)
R. Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad.
Esperé confiadamente en el Señor:
él se inclinó hacia mí
y escuchó mi clamor.
Puso en mi boca un canto nuevo,
un himno a nuestro Dios. R.
Tú no quisiste víctima ni oblación;
pero me diste un oído atento;
no pediste holocaustos ni sacrificios,
entonces dije: «Aquí estoy.» R.
«En el libro de la Ley está escrito
lo que tengo que hacer:
yo amo. Dios mío, tu voluntad,
y tu ley está en mi corazón.» R.
Proclamé gozosamente tu justicia
en la gran asamblea;
no, no mantuve cerrados mis labios,
tú lo sabes, Señor. R.
ALELUIA
La semilla es la palabra de Dios, el sembrador es Cristo;
el que lo encuentra permanece para siempre.
EVANGELIO
El sembrador salió a sembrar
+
Lectura del santo Evangelio según san Marcos 4, 1-10. 13-20